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Hostigado militarmente
por Marruecos y Mauritania
Embajador saharahui expone la delicada situación
de su país
Edgar Onofre |
La
República Árabe Saharaui Democrática, única
hispanohablante en el mundo árabe, busca que la comunidad
internacional presione a las Naciones Unidas y a Marruecos para
lograr la paz |
Si
el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no resuelve en los
próximos dos o tres años el conflicto que, desde hace
tres décadas, sostiene la República Árabe Saharaui
Democrática (RASD) con Marruecos, el pueblo saharaui regresará
a las armas para defender su libertad y su soberanía, advirtió
Ahmed Mulay-Ali Hamadi, embajador de ese país en México.
Durante el diálogo que sostuvo con estudiantes y académicos
de la Unidad de Humanidades, el embajador saharaui reiteró
la disposición que el único país árabe
hispanohablante ha mostrado para dialogar con Marruecos y terminar
con un conflicto bélico que data de 1975. Sin embargo, luego
de que en 1999 falleció Hassan II, rey de Marruecos, su hijo
Mohammed VI se negó a cumplir los acuerdos firmados por su
padre e, incluso, llegó a desairar una convocatoria sudafricana
para arreglar el conflicto.
De acuerdo con Mulay-Ali Hamadi, la policía marroquí
acosa continuamente a los ciudadanos saharaui que viven tras el muro
que Hassan II construyó en la frontera norte del país
con el pretexto de aislar a los combatientes árabes, a tal
extremo que ha llegado a saquear sus casas, por lo que el clima en
la región se torna cada vez más tenso mientras “al
pueblo árabe se le acaba la paciencia”. |
Ahmed
Mulay-Ali Hamadi. |
Explicó
que los saharauis buscan que la comunidad internacional presione a
la ONU y a Marruecos para lograr la paz en la región occidental
del Sahara. Dijo que 70 países del mundo, México entre
ellos, han reconocido la independencia saharaui y muchos de ellos
han abierto embajadas en sus territorios.
Sin embargo, con un español de acento ibérico, Mulay-Ali
Hamadi externó: “Hemos demostrado al mundo y a la historia
que podemos conseguir nuestros objetivos mediante el uso de las armas”,
en referencia a las invasiones de España, Portugal, Francia,
Mauritania y Marruecos a su territorio, las cuales han sido repelidas
invariablemente por el pueblo saharaui. “Muchos no conocen la
diferencia entre un soldado y un combatiente”. |
La RASD es un país del África Occidental con una superficie
de 286 mil kilómetros cuadrados, limítrofe al norte
con Marruecos y al sur con Mauritania, de un millón de habitantes,
un litoral de cerca de mil kilómetros, recursos naturales como
fosfatos, petróleo, gas y probablemente uranio, cuyas lenguas
oficiales son el español y un árabe que, de acuerdo
con la revista Ariadna (octubre de 2004), “no admite en sus
acepciones giros extranjeros o vocabularios de insultos, factor que
define el alto grado de educación del saharaui”.
Según la semblanza histórica del embajador, Saharaui
fue colonizada por España a finales del siglo XIX y logró
su independencia en 1975 tras derrotar a la milicia del general Francisco
Franco. En 1970, los saharaui demandaron a Franco su independencia
por la vía pacífica y éste contestó con
la masacre del 17 de junio. En 1973 se creó el Frente Popular
de Saguía el Hamra y Río de Oro, conocido por su acrónimo
Polisario, influido por los ideales libertarios que recorrieron al
mundo a partir de 1968, y con camellos y algunos viejos fusiles fueron
batiendo a los españoles en diferentes frentes hasta que al
fin Francisco Franco concedió la independencia saharaui.
Sin embargo, Francia consideró a Saharaui como un intruso árabe
hispanohablante muy cercano a los territorios de Mauritania y Marruecos,
colonizados por los galos, por lo que armó y apoyó a
estos dos países para hacer frente a los beduinos saharaui,
quienes se sintieron traicionados por sus vecinos y se enfrentaron
a una guerra desigual.
Tanto Marruecos como Mauritania hostilizaron militarmente a la naciente
república y, aunque los mauritanos fueron derrotados, el reino
de Marruecos no cedió y levantó un muro en su frontera
con Saharaui, de manera que muchas familias quedaron atrapadas en
territorio ocupado por los marroquíes y otras tantas divididas,
como la del propio embajador, quien lleva 30 años separado
de la suya. Ahora con un muro como frente enemigo, los saharaui tuvieron
que modificar su táctica de guerrillas y se valieron de camellos
para despistar los radares marroquíes. |
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