Año 5 • No. 186 • julio 4 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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También, la construcción del acceso a la facultad: Ehrenzweig
Este mes inician obras del centro de cómputo y la biblioteca de la FISPA
Edgar Onofre


Miguel Ángel Ehrenzweig.
Las obras de remodelación y ampliación de la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria (FISPA) de la UV en Acayucan, se iniciarán a mediados de julio, informó el director de Proyectos, Construcciones y Mantenimiento de esta casa de estudios, Miguel Ángel Ehrenzweig.

Luego de recibir por correo electrónico algunas inconformidades porque no se han iniciado los trabajos prometidos por el rector Raúl Arias Lovillo durante su visita a esta dependencia académica, Ehrenzweig salió al paso para informar que en este mismo mes arrancarán las obras para habilitar el acceso a las instalaciones de la FISPA, distantes 250 metros de la carretera, que en tiempo de lluvias dificulta el tránsito de estudiantes y académicos, así como

la construcción de una biblioteca y centro de cómputo en el segundo nivel del edificio que hoy alberga los laboratorios.

Para esta “pequeña USBI”, como la definió el directivo universitario, la UV realizará una inversión cercana al millón de pesos, para dotar a los estudiantes y académicos con una biblioteca y un centro de cómputo de buen nivel, con equipo, mobiliario y acervo bibliográfico similar al que existe en otras instalaciones de la Universidad, en un espacio que contará con cerca de 240 metros cuadrados.

El director de Proyectos, Construcciones y Mantenimiento explicó que, si bien el rector Raúl Arias Lovillo se había comprometido con esta Facultad para iniciar cuanto antes las obras, su propia naturaleza obliga a una serie de procedimientos cuya observación es importante en términos de transparencia y legalidad.

«Vale la pena ofrecer una disculpa a la comunidad universitaria por no arrancar estas obras con la rapidez con que hemos realizado otras en la región sur, pero también debemos aclarar que las relacionadas con pintura o impermeabilización, por ejemplo, requieren de montos menores de inversión y no requieren un proceso de licitación».

Las obras de la FISPA, en cambio, implican realizar un proyecto ejecutivo.
La vialidad de acceso que necesita esta facultad, explicó, requiere hacer levantamientos topográficos, entender el comportamiento hidráulico de la zona para no tener problemas con las inundaciones y determinar hacia dónde desviaremos esa agua. Este tipo de obras requieren de tiempos bien definidos durante los cuales, entre otras cosas, se deben definir los presupuestos y pasar por una licitación pública.

En este sentido, Ehrenzweig adelantó que este lunes 4 de julio se dará el fallo de la licitación realizada entre las tres empresas que podrían realizar las obras en Acayucan y reiteró la importancia de que la comunidad universitaria conozca que, mientras en algunas obras se puede actuar de manera rápida, «en otras de mayor envergadura debemos cumplir con normas que establece la Ley de Obra Pública y el reglamento interno de la Universidad. Esto resulta de mayor trascendencia por cuanto manejamos recursos públicos, con los cuales debemos ser muy transparentes y organizados. De esta manera, podemos poner un ejemplo a la sociedad de que las cosas se deben hacer con transparencia, legalidad y no con desorden administrativo».

Además, adelantó que en breve se dará a conocer el inicio o desarrollo, según sea el caso, de diversas obras que la comunidad universitaria demandó al rector Raúl Arias Lovillo durante las giras que realizó los últimos meses para conocer de viva voz las necesidades de cada facultad.

Mantenimiento de instalaciones, problema de todas las universidades
Por otra parte, Miguel Ángel Ehrenzweig aseguró que el mantenimiento de instalaciones es un problema latente no sólo en las universidades del país, sino incluso en las de América del Norte y Europa. «En el caso nacional, es un problema fuerte porque los recursos con que apoya la SEP a las universidades, normalmente se utilizan para resolver problemas académicos, pero son pocos los que podemos asignar al mantenimiento».

De acuerdo con Ehrenzweig, los recursos que las universidades destinan a mantenimiento de su planta física oscilan entre 70 y 120 pesos por metro cuadrado de área construida, mientras que las universidades de países desarrollados ya discuten la necesidad de incrementar un parámetro establecido de 100 dólares. «Mil 100 pesos por metro cuadrado para mantenimiento es casi diez veces más que nuestros parámetros», añadió.

Por lo que hace a la UV, explicó que «tenemos edificios que tienen 40 ó 50 años de uso, e incluso las USBI, que tienen dos o tres años de construidas, ya requieren de mantenimiento en sistemas de aire acondicionado, eléctricos y de alumbrado y en su estructura. «Todo esto cuesta y la disyuntiva es si el poco presupuesto que podemos manejar lo usamos en mantenimiento o en edificar la obra nueva que también requieren las universidades».

El problema del mantenimiento de la planta física universitaria se refleja con mayor frecuencia «en los núcleos sanitarios, el campus en sí y en la necesidad de nuevas áreas de estacionamiento, porque los campus de todo el país han sido invadidos por los autos». Sin embargo, el tema resulta muy importante para las universidades, aunque un poco difícil de entender en las entidades financieras, porque es un dinero que a simple vista no se ve, pero que a lo largo de los años muestra las consecuencias de la falta de mantenimiento en nuestros edificios.