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![](images/fotoCentral.gif)
Edgar Onofre Fernández
(Fotos: Luis Fernando Fernández y César Pisil) |
Imposibilitada
para generar empleo y riqueza mediante la instalación de industrias
contaminantes, Xalapa está siendo proyectada por la Universidad
Veracruzana, en el mediano plazo, como un importante centro tecnológico:
la primera ciudad científica de México, que reúna
en una superficie de 150 hectáreas donadas por el gobierno
del estado, a la masa crítica de investigadores tanto de sus
institutos como de otros centros de investigación que se asientan
en la ciudad, y de otras instituciones del país y el extranjero.
A la manera de los tecnopolos franceses o de Silicon Valley en Estados
Unidos, el proyecto Habitat.t, en palabras del director general de
Investigaciones Víctor Alcaraz, plantea una serie de cadenas
del conocimiento: desde la ciencia básica a la aplicada, hasta
llegar al desarrollo tecnológico, que podría ser recogido
por la empresa privada y usarlo como la base para la solución
de sus problemas o, bien, para la producción de bienes de alto
valor agregado que se comercialicen en el mercado global.
Aun en ciernes, el proyecto Habitat.t
de la UV ya ha registrado no sólo el interés de comunidades
científicas de México y el extranjero, sino de algunas
empresas de la Unión Europea (UE) y Sudamérica. |
En
los años cincuenta, en la zona sur del área de la bahía
de San Francisco, en los Estados Unidos, un par de ingenieros norteamericanos
interesados en el tema de los transistores electrónicos sentaron
las primeras bases del lugar que terminó por convertirse en
la cuna de los microprocesadores y que todavía al día
de hoy se considera como el gran generador de alta tecnología
en el mundo.
Sobre una vasta zona sin utilizar que pertenecía a la Universidad
de Stanford, William Shockley y Frederick Terman lograron reunir a
talentos como William Hewlett y David Packard para dar origen a Silicon
Valley (Valle del Silicio y no del Silicón, como erróneamente
se pensó durante años): una verdadera ciudad levantada
en torno a la competencia tecnológica, primero alrededor de
los transistores, luego de los semiconductores y finalmente de los
microprocesadores que, en aquel entonces, permitieron al hombre viajar
al espacio.
Silicon Valley es hoy el hogar de compañías como Intel,
Apple o AMD y todavía es considerada por muchos
como la cuna de la más alta tecnología del mundo.
Medio siglo después, la Universidad Veracruzana está
por concretar el establecimiento de la primera ciudad científica
y tecnológica del país, en un proyecto que, aunque con
sus características propias, fácilmente remite a la
historia de Silicon Valley.
A través del proyecto Habitat.t, la UV busca valerse
de cuadros científicos y tecnológicos de primer nivel,
provenientes de su propia planta académica, del país
y el extranjero, para “modificar el perfil socioeconómico
del estado, apoyándose en la investigación (científica
y tecnológica), la cual se busca sea aprovechada por un grupo
de empresas”, de acuerdo con el director general de Investigaciones,
Víctor
Alcaraz Romero.
“Buscamos que la UV y otros grupos de investigación de
instituciones tanto mexicanas como extranjeras formen una especie
de masa crítica desde la que se puedan plantear una serie de
cadenas del conocimiento: desde la ciencia básica a la ciencia
aplicada, hasta llegar al desarrollo tecnológico, el cual podría
ser recogido por la empresa privada y usarlo como la base para la
solución de sus problemas o bien para la producción
de bienes de alto valor agregado y que se comercialicen en el mercado
global”.
Aún cuando todavía no se ha determinado su ubicación
geográfica exacta, el gobierno del estado ha anunciado la donación
de 150 hectáreas en las inmediaciones de la ciudad de Xalapa
sobre las cuales se edificará el Habitat.t veracruzano:
un conjunto de edificios de viviendas, laboratorios, talleres y sedes
de las empresas interesadas, rodeados por la infraestructura necesaria
para hacer amigable la vida al interior del desarrollo inmobiliario
y modelados bajo los estándares de una arquitectura respetuosa
y armoniosa respecto del entorno verde en el que se ubicará
Habitat.t |
De
la agricultura a la ciencia y tecnología de vanguardia |
Mediante
el proyecto Habitat.t, la Universidad Veracruzana busca
colaborar para que el estado pase de ser un estado predominantemente
agropecuario a uno exportador de alta tecnología.
En el trance, de acuerdo con Alcaraz Romero, “se crean empleos
para Veracruz y establecemos un espacio para la ciencia, la tecnología
y la producción con alto valor agregado que permita colaborar
con el desarrollo del país. Hoy estamos viendo la consecuencia
de que en México no se haya volteado hacia la ciencia y la
tecnología: aumento en la pobreza, falta de empleos o la
incapacidad del país para situarse en el conjunto de las
naciones desarrolladas. A través de Habitat.t, estaremos
en condiciones de ayudar a superar, de manera progresiva, el gran
atraso tecnológico que existe en México”.
Para
alcanzar el objetivo, especialistas de la UV se encuentran desarrollando
y realizando consensos entre sus pares nacionales y extranjeros
para establecer lo que han dado en llamar “diez cadenas de
conocimiento”.
A través de esas cadenas, los científicos de esta
manera congregados estarían en posición de establecer
nuevo conocimiento de las fuerzas de la naturaleza desde la ciencia
básica, extraer aquello que pueda ser aprovechado de manera
inmediata mediante la ciencia aplicada y asegurar que tales fuerzas,
ya controladas, puedan ser llevadas a la producción.
Además, Alcaraz añadió que el esquema de colaboración
en Habitat.t será distinto al de investigadores
visitantes: “No estamos invitando a personas, sino a instituciones.
Nos hemos acercado a la UNAM, al Centro de Investigaciones y Estudios
Avanzados (Cinvestav) del IPN, la UAM, quienes ya están
dispuestos a enviar grupos de investigación para formar algunas
cadenas. Como ejemplo, podemos imaginar una cadena de investigación
que relacionaría a los grupos de Inteligencia Artificial
de la UV, del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica
y Electrónica (INAOE), grupos de la UNAM y, siguiendo con
el ejemplo, con Nokia o Telmex. Aunque este ejemplo es
hipotético, tenemos más o menos armadas algunas de
estas cadenas y ya tenemos el interés de empresas como Petrobras
de Brasil y Pemex”. |
Interés
de la Unión Europea y Sudamérica |
Al
día de hoy, cuando las cadenas de conocimiento apenas terminan
de tomar forma en manos de los especialistas y antes de que se inicien
las obras del desarrollo inmobiliario que albergará Habitat.t,
ya se ha registrado en la UV no sólo el interés de comunidades
científicas de México y el extranjero, sino de algunas
empresas de la Unión Europea (UE) y Sudamérica, según
informó Alcaraz. |
Víctor
Alacraz Romero. |
“Queremos
ubicar grupos de investigación aquí, porque México
es plataforma para un mercado muy importante, el de América
del Norte. Nuestro país ofrece muchas posibilidades mediante
los tratados comerciales que se han firmado con otros países
y queremos que en Habitat.t se aprovechen éstos. Queremos
hacer un espacio orientado hacia el mundo y proporcionar no sólo
productos desarrollados para las empresas que lo necesiten, sino tecnologías
que incluso serán de desarrollo libre y puestas en el mercado
internacional de tecnología para ser comercializadas”.
Un
esfuerzo de esta envergadura permitiría tanto a la Universidad
como el país aumentar de manera significativa el número
de patentes registradas: “El país tiene un número
alto de patentes, pero la mayor parte son extranjeras, de compañías
que quieren asegurar en México que los productos que ponen
en el mercado no vayan a ser copiados. Pero las patentes mexicanas
forman un número mínimo y desearíamos que, al
contrario, haya un gran número de patentes mexicanas”,
enfatizó. |
Tecnologías
limpias para una ciudad de arte y ciencia |
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Para
las autoridades universitarias resulta de gran importancia que tanto
el desarrollo inmobiliario de Habitat.t como el tecnológico
cuenten con “una característica muy especial: queremos
que estén muy relacionadas con el paisaje, porque las tecnologías
que queremos desarrollar son tecnologías limpias. Buena parte
de las empresas mexicanas y extranjeras son contaminantes, así
que tenemos que asegurarnos de no contribuir al deterioro progresivo
del planeta. Estamos hablando de desarrollar productos de alta tecnología
pero no contaminantes”.
Además
de que con este proyecto se pretende reconfigurar el perfil socioeconómico
del estado y colaborar al despegue del país, también
se pretender impulsar la transformación de Xalapa, la capital
veracruzana que cuenta con una tradición importante en el tema
del arte, en “una ciudad de las artes y las ciencias. Nos gustaría
que el perfil de Xalapa lo constituyan la parte artística y
también la parte científica”.
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“En
este momento existen buenas posibilidades para lograrlo, por el conjunto
de institutos de investigación que están asentados en
la ciudad, pero queremos aumentarlas formando una masa crítica
conformada por investigadores provenientes de otras instituciones
de México y el extranjero, los cuales, a su vez, permitirán
conformar cuerpos científicos muy sólidos que aseguren
a las empresas tener a su mano los medios para innovar continuamente
y ser competitivas en el mercado mundial”.
Asimismo, añadió que respecto de la parte financiera
–de gran preocupación para la ciencia mexicana–
se ha establecido un esquema de colaboración en el que cada
grupo de investigación que se aloje en Habitat.t lo
hará con sus propios recursos: “Ya existe un grupo de
investigadores de la UV, tiene su equipo y su personal de investigación,
además de recursos que se pueden aprovechar. Si viene un grupo
de la UNAM, ya viene con su equipo y sus recursos y ninguno de ellos
pierde su imagen: siguen siendo UNAM, UV, Cinvestav, INAOE”.
Es evidente que cuando empiecen a trabajar con las empresas, el financiamiento
vendrá de ellas mismas, mientras que las viviendas y los centros
comerciales del Habitat.t serán los que habitarán y
ocuparán trabajadores, científicos, empleados, ingenieros
y técnicos: “Incluso esperamos que los centros comerciales
sean quienes busquen un lugar porque habrá una población
necesitada de muchos tipos de servicios. En Habitat.t hay
un componente autofinanciable y generador de nuevos recursos”.
Miopía
de las empresas mexicanas respecto de la ciencia
Por otra parte, el director de Investigaciones aseguró que
en nuestro país “ha existido miopía por parte
de las empresas, que han considerado que deben aprovecharse ciertas
oportunidades de carácter puramente coyuntural para situarse
en el mercado nacional y para ello han necesitado comprar tecnologías
muy fáciles de adquirir en el extranjero. Obviamente no son
tecnologías que les aseguren completa competitividad, sino
las que puede utilizar cualquiera”.
Para garantizar la completa competitividad de una empresa “se
necesita innovar continuamente: cuando una empresa tiene una tecnología
que no tienen las otras, les gana la carrera. Y nuestros empresarios
han sido miopes, en ese sentido. Han desconfiado del medio académico,
algunas veces porque los académicos se han mantenido encerrados
en sus laboratorios y han desarrollado tecnologías que no
tienen relación directa con los problemas de la empresa y
la industria”.
En el caso de que exista una relación directa como la que
refirió Alcaraz –uno de los principales objetivos del
Habitat.t– “no hablaríamos de una oferta
del medio académico, de llevarle tecnologías a las
empresas, sino de una demanda de las empresas para resolver cierto
tipo de problemas. De esta manera, las empresas estarían
en mejores condiciones de ingresar a estos esquemas de innovación
continua y sacar productos al mercado que puedan competir y ganarle
a la competencia. Pero sólo se puede ganar cuando cuentas
con una nueva tecnología, una tecnología superior”,
advirtió |
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