Con
más de cinco mil plantas de mangle botoncillo (Conocarpus
erectus), preparadas a partir de semillas nativas en el vivero
de la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción
Agropecuaria (FISPA), en Acayucan, la UV iniciará este año
la reforestación de tres zonas de humedales en el sur de
Veracruz donde la población de esta especie ha disminuido
o desaparecido por completo.
Una superficie de 36 hectáreas en las riberas del río
Coatzacoalcos y las lagunas de Sontecomapan y Ostión –sitios
donde quedan tan sólo 40 mangles de esta especie– servirá
para esta plantación con que se busca ayudar a la recuperación
gradual de los manglares. Se espera que, con el tiempo, las plantas
sembradas y las que crecen de manera natural intercambien sus germoplasmas.
Gustavo Carmona, investigador de la FISPA, dijo que la propagación
de mangle, iniciada en 2004 con estudios de campo, ha estado acompañada
por un intenso programa de educación ambiental que ha permitido
integrar a la población de las comunidades aledañas
al manglar al programa que conservación y remediación:
“Desde el año pasado no hemos perdido ni un solo mangle,
pues la gente ha entendido la importancia de estos ecosistemas”.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana, el mangle botoncillo está
clasificado como una «especie bajo protección especial»,
pues aunque no está en alto riesgo su población total
como especie, la población regional correspondiente al sur
de Veracruz está prácticamente desaparecida, de ahí
el interés de la UV por recuperar esta vegetación
natural del humedal.
Carmona, quien coordina un equipo de investigadores, académicos
y estudiantes de la FISPA, explicó que no ha habido un uso
sustentable de este recurso, pues presenta características
que lo vuelven vulnerable a la explotación: su madera es
fácil de cortar y de escasas dimensiones, por lo que es muy
utilizada para postes, varetas, polines, construcción de
casas e incluso artes de pesca, pero sobre todo para leña,
ya que produce una combustión lenta, intensa y con poco humo.
Además de recolectar y sembrar semilla, y propagar el mangle
en vivero utilizando técnicas hortícolas (a partir
de esquejes y acodos), han realizado monitoreos permanentes de los
mangles para ver su estado de salud, sus tallas y evitar que la
gente lo utilice inadecuadamente.
Las semillas con que se produjeron las cinco mil plantas de mangle
botoncillo en la Facultad fueron extraídas de esos 40 árboles
de mangle, lo que representa el rescate de un germoplasma que se
ha adaptado a través de los años a las condiciones
de clima, suelo, salinidad, contaminación y otros factores
que influyen en su crecimiento.
No es posible programar de manera arbitraria la reforestación,
es necesario respetar los ritmos de la naturaleza: “En el
sur ha llovido mucho ahora, tenemos que esperar a que el nivel de
las aguas baje para poder establecer un sitio, por lo que pensamos
que podría ser alrededor de noviembre”.
Puesto que un árbol de mangle se considera adulto cuando
empieza a producir semilla, aseguró que serán en promedio
cinco años los que tardarán en crecer las plántulas
que se siembren en los municipios de Sontecomapan, Pajapan, Nanchital
y Coatzacoalcos.
El equipo universitario que hará posible la reforestación
está compuesto por dos profesores de la FISPA, Gustavo Carmona
y Héctor Hugo Hernández, además de egresados
de esta facultad y de la de Biología de Xalapa, quienes han
contado con el apoyo de autoridades de la UV.
Resalta también la participación de 10 estudiantes
de séptimo semestre de esta licenciatura (cuyos trabajos
de titulación serán generados a partir de este proyecto)
y de jóvenes de otros semestres, así como de la carrera
de Técnico Superior Universitario en Manejo de Vida Silvestre.
Los temas que serán abordados con estos estudios van desde
el análisis y evaluación en la naturaleza de individuos
de mangle botoncillo hasta el manejo y la propagación bajo
condiciones semicontroladas (en vivero) y la parte social. De hecho,
en la población de Jicacal, municipio de Pajapan, ya se ha
establecido un grupo de custodio del manglar que han tomado conciencia
de lo que representa esta especie. |