Año 5 • No. 193  • septiembre 19 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Edgar Onofre

Tres personajes clave en la comprensión teórica y la aplicación práctica de la democracia en México y el mundo, gracias a su actuación como protagonistas del proceso de transición a la democracia y su punto de arranque en movimientos sociales, así como esclarecedores de nuevos pensamientos para entender el fenómeno social en el ámbito de la globalización, recibieron en Xalapa la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana, en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario.
Hay quien menosprecia el proceso de transición a la democracia en México señalando que se trató de un cambio meramente electoral, pero no se comprende la importancia del voto popular en la construcción de un régimen democrático ni su impacto en el funcionamiento de las instituciones públicas: hoy se acabó el presidencialismo y hay autonomía de poderes, aseguró José Woldenberg, mientras que Gilberto Guevara Niebla advirtió que para aspirar a una democracia es necesario contar primero con una cultura política y autoridades educativas democráticas.

Tras recibir la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana, José Woldenberg Karakowsky y Gilberto Guevara Niebla, considerados personajes fundamentales en la transición a la democracia de nuestro país, brindaron conferencias magistrales en la Feria Internacional del Libro Universitario FILU 2005, mientras que el teórico portugués Boaventura de Sousa, quien no pudo asistir, hizo llegar su mensaje a la comunidad universitaria por vía telefónica.
El papel de la educación en la democracia
Durante su exposición, el otrora presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) resaltó que en 25 años México ha pasado del autoritarismo a la democracia de una manera gradual, en una transición que tuvo su origen en el movimiento estudiantil de 1968. En su opinión, la democracia debe sintonizar las instituciones políticas en la noción de pluralidad, pues “sólo el formato democrático ofrece las posibilidades de una convivencia pacífica” entre facciones diferentes. En la democracia, dijo, es fundamental la noción de una ciudadanía que se organiza y vota cada vez más en mayor número y aseguró que la desaparición del añejo presidencialismo autoritario fue posible gracias al impacto democrático impulsado por la sociedad.

“Hubo un cambio en el sistema político y los poderes presidenciales fueron acotados, poderes antiguamente subordinados hoy se mueven por voluntad propia y tenemos medios de comunicación más autónomos. Hoy la presidencia es una más entre las voces y está obligada a sumar esfuerzos: se acabó el régimen piramidal”.

Pese a ello, llamó a los ciudadanos a aprovechar la oportunidad y vivir “como mayores de edad, haciéndose responsables de sus actos y omisiones, toda vez que se acabaron las instituciones tutelares bajo las que podíamos navegar como menores de edad”.


Funcionarios y académicos universitarios presenciaron la entrega de medallas.
Destacó el papel que juegan escuela, medios y políticos en la conformación de sociedades verdaderamente democráticas y, en este sentido, explicó que si bien ha existido un incremento sustancial en la participación electoral, existe una clara contradicción entre la respuesta en las urnas y la apropiación de la ciudadanía de nociones democráticas como la tolerancia y el respeto a la ley. “El cambio político no es automático, por lo que es necesario que hagamos un esfuerzo adicional, sobre todo en las escuelas, para fortalecer los valores de la democracia: no es cierto que en la familia o la TV los jóvenes harán suya la democracia”.

Woldenberg aceptó que la responsabilidad no es exclusiva de la escuela. Los políticos y los partidos deben entender que “una vida política sin ideas resulta una democracia vacía”. Por ello se pronunció por regular la participación de los medios de comunicación y su colaboración para lo que denominó una agenda de comunicación social que fortalezca la democracia.
Gilberto Guevara Niebla, uno de los principales líderes del movimiento estudiantil de 1968 y de los más prestigiosos expertos en educación del país, advirtió que “la democracia no se hereda, se requiere de una educación democrática y de una cultura política democrática para aspirar a ella”.

Añadió que en los sesenta, la principal escuela de política eran los movimientos sociales. “Pero 1968 fue muy claro: a veces la agrupación de multitudes liquida la racionalidad y la acción tiene efectos negativos porque no se respetan ni el derecho ajeno ni las normas”. Por ello, tanto la escuela básica como las universidades juegan un papel fundamental en la formación de líderes democráticos y en la generación de una conciencia de ciudadanía.

Los ciudadanos deben tener el derecho de decidir sobre la educación que reciben las nuevas generaciones, desgraciadamente la mayoría se desentiende y se conforma con dejar a los hijos en la escuela, “no cumple con sus responsabilidades”. Señaló que las escuelas en México son espacios herméticamente cerrados para los ciudadanos que no se desempeñan como maestros o alumnos: “Necesitamos autoridades educativas democráticas, porque hoy todas las decisiones de la educación están en manos de tecnócratas
de la SEP”.

Boaventura de Sousa, el principal reformador de las ciencias sociales y pionero del Foro Mundial Social, hizo llegar su mensaje por vía telefónica. Insistió en su tesis fundamental acerca de la crisis que viven las ciencias sociales que, en su opinión, han resultado demasiado disciplinarias frente a problemas sociales más bien integrales y han sido construidas con base en la noción occidental del mundo, lo que las haría inútiles para explicar la realidad del Tercer Mundo.

Dijo que es posible construir lo que denominó una etimología del Sur (por contraposición a la supremacía de los países del Norte) que recupere los sistemas de organización y el conocimiento denominados populares, que han sido despreciados por la ciencia porque se imaginan poco rigurosos, “lo que constituye un empobrecimiento epistemológico del mundo”.

La democracia como la conocemos no es sino un concepto hegemónico que no soluciona los problemas de los pueblos, sino más bien forma parte de sus problemas.
Reconoce la UV a tres personajes emblemáticos

José Woldenberg Karakowsky.


Gilberto Guevara Niebla.


Boaventura de Sousa Santos.
En una ceremonia solemne realizada el 12 de septiembre, el rector Raúl Arias Lovillo entregó a José Woldenberg, Gilberto Guevara Niebla y Boaventura de Sousa Santos (a este último, de manera simbólica) la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana por sus aportaciones a la solución de problemas de interés nacional e internacional y cuya obra resulta fundamental para el desarrollo del conocimiento en el siglo XXI.

Arias Lovillo dijo que las universidades, sobre todo las de carácter público, deben jugar un papel de vanguardia en la educación política encaminada a fortalecer la democracia y se congratuló porque el Foro Internacional Educación, Política y Democracia –celebrado en el marco de la FILU– fue el espacio ideal para examinar los procesos necesarios en la formación de ciudadanos democráticos, responsables del rumbo del país no sólo en época de elecciones, sino también en la escuela y el trabajo.

Alberto Olvera destacó la trayectoria de los galardonados. Woldenberg, dijo, es un personaje emblemático en la transición a la democracia de nuestro país, miembro de la izquierda mexicana y precursor del cambio en la política mexicana; interpretó con gran anticipación el pulso político de la historia reciente y fue de los primeros intelectuales mexicanos en tomar en serio a la democracia y el tema electoral y apostar por el régimen democrático versus el autoritarismo del estado mexicano.

Woldenberg enfrentó el reto más importante de su vida cuando fue designado presidente del naciente Instituto Federal Electoral (IFE) y fue capaz de salir adelante en la construcción común de la confianza en las elecciones: “Woldenberg quería que el IFE fuera la más confiable de las instituciones mexicanas porque sólo de esa manera podría encontrarse el cauce pacífico para la vida política del país”.
De Gilberto Guevara Niebla, Olvera destacó su más reciente publicación: “Con La libertad nunca se olvida cerró muchos años de búsqueda en el análisis de (el movimiento de) 1968, el año que abrió las puertas para la democracia en México”.

La obra de Guevara Niebla resulta de consulta obligada y el testimonio vivo de que los sucesos de 1968 no fueron una simple ocurrencia.

Al referirse al teórico portugués Boaventura De Sousa Santos, Olvera dijo que se trata de un sociólogo y jurista referente en los movimientos de resistencia contra la globalización neoliberal y la reforma en las ciencias sociales. Intelectual de obreros y campesinos del Tercer Mundo, ha denunciado la flojera mental y la carencia de compromiso social de los intelectuales, al tiempo que ha demostrado un gran
compromiso social.

De Sousa ha sido el promotor de una transición paradigmática de las ciencias sociales y la construcción de una ciencia posmoderna que reconozca el ocaso de las instituciones y resulte solidaria con los principios que han quedado sumidos bajo el peso del capitalismo.

La Medalla al Mérito la han recibido personajes de la talla de José Sarukhán, Gonzalo Halffter, Ruy Pérez Tamayo, Carlos Monsiváis, Juan Luis Cebrián, Pablo Latapí Sarre y Pablo González Casanova, por mencionar a algunos.