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Ignorancia y miseria son los peores
enemigos de la democracia: Savater
Edgar Onofre |
Fernando Savater, durante su intervención en la FILU 2205,
desde Madrid, a través del sistema de videoconferencias.
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Los
mayores problemas que enfrenta la democracia son la ignorancia y la
miseria, sus peores enemigos: no es posible la democracia sin ciudadanos
capaces de entender y valerse de sus instituciones, derechos y obligaciones,
aseguró el filósofo y escritor español Fernando
Savater, durante su participación en el Foro Educación,
Política y Democracia de la FILU 2005.
En videoconferencia desde Madrid, el autor de títulos como
Ética para Amador y Las preguntas de la vida aseguró
que sólo la educación permite conformar la democracia,
que exige preparación. “Se necesita de la educación
porque la democracia no es algo natural, sino una obra de arte social”.
Advirtió que la democracia es apenas una herramienta para la
convivencia social y no “la panacea que resuelve automáticamente
todos los problemas; tampoco la educación es la solución
milagrosa ni todos nuestros problemas se resuelven con ella, aunque
también hay que decir que en la solución de cualquier
problema hay un elemento de educación. La educación,
pues, debe buscar que las personas participen de manera razonada en
la vida social”.
Agregó que “el mayor miedo de la democracia es la influencia
de los ignorantes. Pero la ignorancia peligrosa es la de las personas
incapaces de hacer inteligibles sus demandas, de argumentar, de comprender
a los demás. Las democracias funcionan cuando los ciudadanos
se escuchan unos a otros y, entonces, la educación debe generar
personas capaces de aceptar las razones de los demás sin sentirse
humillados frente a la razón del otro”.
La educación para la democracia debe ser crítica y no
para la transmisión dogmática de ideas. “La educación
no equivale a decir que todas las ideas son válidas; educar
es seleccionar de la cultura aquello que queremos perpetuar porque
es bueno y esto implica que primero tendríamos que acordar
qué es lo que buscamos perpetuar, porque, por ejemplo, la antropofagia
no es una variante culinaria como las demás”.
Savater hizo una distinción entre la educación para
lo racional y la educación para lo razonable: “La educación
racional no enseña a relacionarnos con los objetos que nos
rodean, mientras que la educación para lo razonable significa
saber relacionarnos entre sujetos”.
La máxima preocupación de los países debe ser
que la educación llegue a todos, aunque la sociedad debe responsabilizarse
de la educación que se administra: La educación es el
instrumento para luchar contra la fatalidad social (que provoca que
los pobres sigan siendo pobres).
Francisco Gil Villegas, de El Colegio de México, llamó
a no defender a la democracia de manera fundamentalista, sino a educar
para la comprensión de que la democracia supone derechos pero
también obligaciones a los ciudadanos y que sus puntos de vista
pueden estar equivocados. La educación debe enseñar
a tratar a los seres humanos no como un medio, sino como un fin en
sí mismos y a ejercer la ética de manera cotidiana. |
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