Año 5 • No. 193 • septiembre 19 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Internet no cambiará por sí solo
el rezago de la sociedad: Trejo D.
Edith Escalón


Raúl Trejo Delarbre.

Ni la Internet ni cualquier otro desarrollo tecnológico cambiarán solos los rezagos que padece la sociedad, por mucho que se quiera ubicar a la sociedad de la información –constituida por un conjunto de datos, mensajes y contenidos– como sustento de aspiraciones relacionadas con la equidad y la justicia social.

Este fue el mensaje central de Raúl Trejo Delarbre, sociólogo especialista en medios de comunicación, política y educación, cuya conferencia fue presentada en Universidad Veracruzana, como parte del foro Educación, política y democracia, organizado en el marco de la FILU.
Para el autor de Mediocracia sin mediaciones, referirse a la sociedad de la información implica, además, el reconocimiento de las numerosas desigualdades que existen no sólo en el acceso sino en la calidad de los contenidos de la gente que, de acuerdo con sus circunstancias, puede contemplar, gestionar o colocar en la red de redes.

No todos estamos expuestos de la misma manera a los mensajes y contenidos que hoy determinan en buena medida los paisajes urbanos y las percepciones culturales, no todos estamos igual de informados y, especialmente, no todos tenemos la misma oportunidad para aportar nuestros propios contenidos en Internet.

La conferencia de Trejo Delarbre, que el investigador universitario Jorge Luis Solano leyó ante un auditorio compuesto principalmente por estudiantes y académicos, demuestra que la sociedad de la información existe gracias al desarrollo tecnológico en el cual se sustenta, pero además, se le confieren connotaciones libertarias e igualitarias.

Además, establece que no podría ser de otra manera si a la Internet se le relaciona con la democracia –aunque la red no sea una garantía para lograrla–. Según Trejo Delarbre, de esa identificación entre Internet y causas social y políticamente reivindicables resultan puntualizaciones como las que sugieren que no se puede concebir una sociedad de la información sin libertad de expresión.

De acuerdo con el investigador mexicano, que ha estudiado las realidades y perspectivas de Internet en América Latina, las connotaciones de la Sociedad de la Información a menudo dependen más del pronóstico que del diagnóstico con el cual se pretende definirla.

Como ejemplo, expuso lo que sucede con Internet, como eje de un sistema de información constante y creciente, imbricada en desarrollo tecnológico como la digitalización de contenidos y su transmisión, que ha constituido una vía para reconocer las enormes posibilidades de las tecnologías.

Como corolario, Trejo Delarbre señaló que la información por sí misma no vale nada y hay que descifrarla, pues no basta con poseer un cúmulo de información, es preciso saber si las fuentes de información son puras, si la información es fidedigna, nueva, original, pertinente.

Ante este panorama, el sociólogo plantea otra pregunta: ¿cuánta y cuál información de la que disponemos hoy contribuye a la construcción del conocimiento? Y, sobre todo, en qué medida las universidades enseñan para que los estudiantes sean no sólo consumidores de información, sino de manera fundamental, creadores del conocimiento.
 
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