Año 5 • No. 197 • octubre 17 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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  Aumentar las condenas no acaba
con la delincuencia: Pilar Espinosa
Juan Carlos Plata
Aumentar las penas privativas de la libertad ha demostrado ser una medida ineficaz para combatir la delincuencia y para reducir la incidencia de delitos, ya que no se logra nada metiendo a la cárcel 30, 40 ó hasta 70 años a un infractor. No se soluciona el problema de fondo y sólo se segrega a la sociedad, aseguró la investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Jurídicas, María del Pilar Espinosa.

“Según el Derecho penal, los fines de establecer una condena pueden ser de prevención especial –cuya finalidad es que el sujeto que infringió una regla, cambie y se reeduque para que no vuelva a cometer un ilícito–, o de prevención general –en la que se castiga a un individuo como ejemplo para que la sociedad se abstenga de cometer el mismo delito–, pero análisis recientes de sociología jurídica indican que esos fines simple y sencillamente no se cumplen”.

Afirmó que la función de intimidación social es muy dudosa. En Estados Unidos las teorías ejemplificantes son las más reforzadas por el estado, las policías ejercen su función con mucha, tal vez excesiva fuerza, para demostrar su poder sobre la sociedad, pero los delitos siguen ocurriendo.

Pilar Espinosa.

El Derecho penal es la única rama que sanciona el delito con la privación de la libertad, y por tanto se debería utilizar como último recurso, sólo hasta agotar todas las demás instancias de conciliación y entendimiento.

“Se aumentan las penas, se tipifican nuevos delitos, se ha abusado del Derecho penal y lo peor del caso es que si se cumplieran todas las sentencias y las órdenes de aprehensión que existen, no cabrían los infractores en las cárceles. Además, el incremento de número de prisiones en el país se ha convertido en un problema porque son incontrolables. Los centros de supuesta readaptación social han demostrado ser generadores de corrupción antes que otra cosa”.
La enseñanza del Derecho
La investigadora apuntó que para lograr una mejor conciencia social del papel del Derecho en la vida cotidiana, es necesario modificar los planes de estudio para incluir la visión de otras disciplinas y para que los alumnos salgan mucho mejor preparados para enfrentar los retos de la competencia profesional, y resaltó que en ese proceso la investigación juega un papel determinante.

“El plan de estudios de la Facultad de Derecho está vigente desde 1980. Actualmente se está trabajando para modificarlo y adaptarlo al Modelo Educativo Integral y Flexible. Hay disciplinas que ya no aparecen en las materias curriculares, los maestros han tratado de intercalar en sus programas información relativa a estos campos de estudio y en el IIJ se está trabajando en áreas específicas que no están consideradas en los planes de estudio de la facultad”.

“Esta es una situación compleja, porque la investigación tiene que ser transdisciplinaria, ya no es posible pensar en un profesional del Derecho que sólo sepa los códigos, las leyes y que no sepa cuáles son los sujetos a los que se van a aplicar, cómo funcionan en la realidad”.