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Para
orientar una política de estado
Urge crear un consejo nacional
de educación superior: Raúl Arias
Edgar Onofre |
El Rector de la UV señaló que sólo las universidades
públicas pueden ser un espacio social con capacidad de formar
recursos humanos de alta calidad, generar nuevos conocimientos y
distribuirlos socialmente.
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Pachuca,
Hgo.- Al participar en el tercer Foro Nacional sobre el Sistema
de Educación Superior, celebrado en la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo, el rector Raúl Arias Lovillo planteó
la urgencia de contar con un “sistema nacional de educación
superior” que se traduzca en políticas públicas,
para lo cual las universidades públicas agremiadas en la ANUIES
deben constituirse en el Consejo Nacional de Educación Superior.
En el foro en que se discuten propuestas que serán presentadas
a los candidatos a la Presidencia de la República de los distintos
partidos políticos, Arias Lovillo recomendó crear este
consejo nacional con la participación de las universidades
públicas para proponer un acuerdo nacional y colaborar en la
definición de políticas públicas en la materia.
El Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines
(CUPIA) de la ANUIES, dijo, debe ser el espacio adecuado «para
discutir y proponer un acuerdo nacional sobre la educación
superior que involucre a las instituciones de educación superior
mexicanas, al gobierno federal, los gobiernos estatales, los empleadores
y organizaciones de la sociedad civil» y añadió
que “el compromiso para desarrollar un sistema de educación
superior debe convertirse en uno de los fundamentos de una política
de estado en materia de educación superior”.
Al argumentar su propuesta de que las universidades públicas
sean las responsables de definir las políticas en materia de
educación superior, recordó que éstas son responsables
“del 80 por ciento de la matrícula en este nivel educativo
y, conservadoramente, de un poco más del 90 por ciento de la
investigación científica”.
Los problemas de la educación superior, dijo, deben ser resueltos
por sus propios actores, aunque recomendó estar abiertos a
la opinión de diversos sectores sociales, como padres de familia,
empleadores, empresarios, ONG.
Una iniciativa de esta envergadura permitiría “homologar
los conceptos que usamos las IES, proponer la integración de
un sistema de información común –una especie de
INEGI educativo que permita impulsar los procesos y los resultados
de todo el sistema de educación en su conjunto. Inclusive,
darle cierta orientación a las políticas que están
encaminadas a la creación de un verdadero sistema de educación
superior”.
La necesidad de una educación de por vida basada en el autoaprendizaje
es compartida por muchas universidades del país, “pero
debe ser una política nacional la que oriente y reoriente la
nueva oferta educativa que nuestro país requiere hacia el futuro”.
Negó que exista un sistema de educación superior, pues
en México las instituciones de educación superior continúan
siendo una federación de feudos, o un archipiélago,
que toma decisiones independientemente de una coordinación.
“Hoy solamente puede ser viable un proyecto que mejore las condiciones
de vida de los mexicanos si sabemos enfrentar con éxito lo
que se denomina la economía del conocimiento. Y esto sólo
se puede hacer desde la perspectiva de un sistema de educación
superior. Se requiere de mayor trabajo calificado, generar nuevos
conocimientos hacia el futuro y distribuirlos socialmente, y eso solamente
lo podemos hacer las instituciones de educación superior”.
Por otro lado, enfatizó que no comparte la idea de que el Estado
no tenga un papel activo en la supervisión de centros privados
que imparten una educación de baja calidad. En ese sentido,
consideró que más bien tendría que “negárseles
el permiso a aquellas” llamadas instituciones “patito”,
cuyos resultados arrojan “más y más desempleo”.
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