Año 5 • No. 197 • octubre 17 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Para orientar una política de estado
Urge crear un consejo nacional
de educación superior: Raúl Arias
Edgar Onofre


El Rector de la UV señaló que sólo las universidades públicas pueden ser un espacio social con capacidad de formar recursos humanos de alta calidad, generar nuevos conocimientos y distribuirlos socialmente.

Pachuca, Hgo.- Al participar en el tercer Foro Nacional sobre el Sistema de Educación Superior, celebrado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, el rector Raúl Arias Lovillo planteó la urgencia de contar con un “sistema nacional de educación superior” que se traduzca en políticas públicas, para lo cual las universidades públicas agremiadas en la ANUIES deben constituirse en el Consejo Nacional de Educación Superior.

En el foro en que se discuten propuestas que serán presentadas a los candidatos a la Presidencia de la República de los distintos partidos políticos, Arias Lovillo recomendó crear este consejo nacional con la participación de las universidades públicas para proponer un acuerdo nacional y colaborar en la definición de políticas públicas en la materia.

El Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA) de la ANUIES, dijo, debe ser el espacio adecuado «para discutir y proponer un acuerdo nacional sobre la educación superior que involucre a las instituciones de educación superior mexicanas, al gobierno federal, los gobiernos estatales, los empleadores y organizaciones de la sociedad civil» y añadió que “el compromiso para desarrollar un sistema de educación superior debe convertirse en uno de los fundamentos de una política de estado en materia de educación superior”.

Al argumentar su propuesta de que las universidades públicas sean las responsables de definir las políticas en materia de educación superior, recordó que éstas son responsables “del 80 por ciento de la matrícula en este nivel educativo y, conservadoramente, de un poco más del 90 por ciento de la investigación científica”.

Los problemas de la educación superior, dijo, deben ser resueltos por sus propios actores, aunque recomendó estar abiertos a la opinión de diversos sectores sociales, como padres de familia, empleadores, empresarios, ONG.

Una iniciativa de esta envergadura permitiría “homologar los conceptos que usamos las IES, proponer la integración de un sistema de información común –una especie de INEGI educativo que permita impulsar los procesos y los resultados de todo el sistema de educación en su conjunto. Inclusive, darle cierta orientación a las políticas que están encaminadas a la creación de un verdadero sistema de educación superior”.

La necesidad de una educación de por vida basada en el autoaprendizaje es compartida por muchas universidades del país, “pero debe ser una política nacional la que oriente y reoriente la nueva oferta educativa que nuestro país requiere hacia el futuro”.

Negó que exista un sistema de educación superior, pues en México las instituciones de educación superior continúan siendo una federación de feudos, o un archipiélago, que toma decisiones independientemente de una coordinación.

“Hoy solamente puede ser viable un proyecto que mejore las condiciones de vida de los mexicanos si sabemos enfrentar con éxito lo que se denomina la economía del conocimiento. Y esto sólo se puede hacer desde la perspectiva de un sistema de educación superior. Se requiere de mayor trabajo calificado, generar nuevos conocimientos hacia el futuro y distribuirlos socialmente, y eso solamente lo podemos hacer las instituciones de educación superior”.

Por otro lado, enfatizó que no comparte la idea de que el Estado no tenga un papel activo en la supervisión de centros privados que imparten una educación de baja calidad. En ese sentido, consideró que más bien tendría que “negárseles el permiso a aquellas” llamadas instituciones “patito”, cuyos resultados arrojan “más y más desempleo”.