Diana
González Ortega.
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Las
USBI constituyen amplios espacios dinámicos y luminosos donde
“nuestros acervos ya no están solo guardados, sino abiertos
a la comunidad internacional: no queremos tener los libros en los
estantes, la esencia de las bibliotecas es que los libros se usen”.
La USBI de Xalapa es la biblioteca central de un complejo sistema
de 59 bibliotecas universitarias en todo el estado. Con dos millones
234 mil servicios bibliotecarios prestados el año pasado, es
la biblioteca que mayor número de asistencias presta, mientras
que sus más de 11 mil metros cuadrados le permiten albergar
mil 700 espacios de lectura, 300 computadoras de usos varios, un centro
de autoacceso para el aprendizaje autodidacta de idiomas, por lo menos
120 mil volúmenes y ser sede para innumerables eventos académicos.
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Hace 15 años, la vida de las bibliotecas seguía supeditada
a la noción más convencional de su naturaleza, el
ámbito documental. Sin embargo, la aparición de las
nuevas tecnologías las llevó a diversificar sus espacios
de manera que, al día de hoy, bibliotecas como la USBI –modelo
de bibliotecas que ha interesado a la UNESCO– “se han
convertido en un espacio donde la sociedad puede crecer culturalmente,
encontrar una exposición, un libro, aprender un idioma, comunicarse
y escuchar a los mejores del mundo en videoconferencias”.
Su sentido primordial lo encuentra en los estudiantes: “Es
un instrumento para la formación del estudiante, quien necesita
información y la encuentra impresa, en línea, resumida,
en bases de datos o en texto completo en la red, puede aprender
otro idioma en el CADI y también están las videoconferencias
que permite contar con maestros extraordinarios de cualquier parte
del mundo e interactuar con ella”.
De esta manera, añade, las bibliotecas permiten recrear la
apertura y flexibilidad de los nuevos esquemas de enseñanza-aprendizaje,
mientras el estudiantes “ubica su información, la usa,
la procesa como quiera, de forma electrónica o impresa, solicita
préstamos en cuestión de minutos: queremos que cada
día el servicio sea cada día más sencillo y
no haya obstáculos para que el alumno pueda usar estos recursos”.
Sin embargo, a pesar de la diversificación de sus servicios,
los de carácter documental siguen siendo la espina dorsal
de sus funciones: “Hoy, los acervos se mantienen en permanente
circulación: un alumno de Poza Rica puede solicitar una tesis
y nosotros la enviamos a préstamo. Estamos moviendo los libros,
primero de manera institucional entre las bibliotecas de la UV,
y en un segundo momento hacia la comunidad internacional”.
Respecto de los acervos a resguardo en la USBI, la funcionaria destaca
que dentro de las Colecciones Especiales se encuentra un fondo de
libros antiguos de gran importancia. De hecho, este fondo ha recibido
por dos años consecutivos el respaldo financiero de la Universidad
de Harvard, en Massachussets, Estados Unidos, para resguardar y
conservar parte importante del patrimonio histórico del estado.
Hoy pueden ser consultados los archivos notariales de Xalapa, Córdoba
y Orizaba desde el siglo XVI, bibliografía que data de 1580
o la biblioteca del escritor Juan de la Cabada, por citar algunos
ejemplos. sds”. |