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Advierte
Lauro Fernández, de la Facultad de Medicina
Ansiedad y depresión por celos serán,
en cinco años, problema de salud pública
Alma Espinosa |
Los
celos delirantes son los más dañinos para las personas,
ya que pueden provocar que se cometan homicidios que, generalmente,
devienen en suicidios, explicó Juan Capetillo, del Instituto
de Investigaciones Psicológicas de la UV |
Los
ansiedad y depresión provocadas por los celos pueden constituir,
en un lustro, un problema de salud pública, consideró
Lauro Fernández Cañedo, de la Facultad de Medicina de
la UV, para quien una manera de prevenirlo sería dar mayor
difusión y atención a la parte emocional del ser humano
y brindar ayuda psicológica en los centros de salud, pues ambas
manifestaciones afectan a personas de todas las edades, principalmente
a las mujeres en la etapa premenopáusica y menopáusica.
Los síntomas más notables en las personas que padecen
estas enfermedades, derivadas de los celos, son dolor de cabeza, insomnio,
pérdida de cabello, trastornos gastrointestinales, incremento
en la sudoración, desinterés por las actividades cotidianas
y falta de apetito e, incluso, pueden manifestarse en hipertensión
reactiva o presión alta, asociada a los trastornos del estrés.
Afirmó que es creciente el número de personas que acuden
a los centros de salud con los síntomas mencionados, a los
que suman dolores de espalda y cuello.
Sobre las medidas que toma el personal de salud ante esta situación,
comentó que se abre un historial médico, para saber
las causas de la sintomatología, y si detectan una cuestión
emotiva o algo relacionado con los celos, son canalizados con psicólogos
o psiquiatras. |
![](images/lauro-fernandez.gif)
Lauro
Fernández Cañedo.
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“Los
síntomas que normalmente se presentan son relativos a las alteraciones
del sistema nervioso central; el paciente empieza a somatizar y tener
síntomas característicos que no sabe cómo identificarlos”.
Añadió que a los pacientes generalmente se les administra
medicamentos cuando presentan estados de depresión.
El número de personas celosas está creciendo, lo cual
también es notorio en el incremento de suicidios. En Veracruz,
el suicido ocupa un lugar importante de muertes y el índice
crece diariamente. Por ello es que es importante echar mano de los
medios de comunicación para que se difundan los mecanismos
de ayuda. |
Celos
delirantes, normales y proyectivos
Cuando se habla de que las personas acuden al médico con
determinada sintomatología es porque presentan celos de tipo
delirantes. De acuerdo con la tipificación explicada por
Juan Capetillo Hernández, del Instituto de Investigaciones
Psicológicas de la UV, este tipo de celos es el más
dañino para las personas, ya que puede provocar que se cometan
homicidios que, generalmente, devienen suicidios.
En los celos delirantes se presenta la paranoia, en la que también
hace su aparición la hostilidad. La melancolía también
se muestra en este tipo de celos. De acuerdo con Capetillo Hernández,
el melancólico se autodenigra, se fustiga, cree ser un miserable
que no vale la pena y que no sirve y que, por ello, lo abandonaron.
Como se la pasa castigándose, se aísla y después
de ello surge una gran depresión. Las personas con celos
delirantes difícilmente pueden resolver los problemas con
sus parejas.
Además de los delirantes, existen otros dos tipos de celos:
los normales y proyectivos o proyectados. Los primeros pueden, incluso,
alimentar el amor si es que se saben canalizar. Son emociones que
todos experimentamos y se alimentan de experiencias infantiles.
Según el psicoanálisis, surgen en los primeros tiempos
de la infancia, en el contexto del complejo de Edipo. “El
primer destinatario de los celos es el padre, porque el objeto de
amor del niño es la madre, entonces el padre se presenta
como un rival porque interfiere con la relación dual”.
Los proyectivos o proyectados son una manera de defenderse de la
propia infidelidad. “El sujeto es infiel en los hechos o en
el pensamiento y su conciencia moral probablemente no lo deja tranquilo;
observan a detalle al otro para justificar sus celos. Sin embargo,
la tendencia a la infidelidad es propia del ser humano”.
Juan Capetillo comentó que la forma ideal de utilizar los
celos es que si una mujer o un varón ven a una persona del
sexo opuesto y les excita, se despertaría su libido para
después satisfacer sus deseos sexuales con su pareja. No
obstante, “no lo aceptamos así, justamente por la situación
de los celos, por la situación de exclusividad que buscamos,
que viene de la exclusividad que teníamos cuando éramos
sólo para nuestras madres”. |
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