Año 6 • No. 202 • noviembre 21 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas  Centrales

 Ex-libris

 Vinculación

 Investigación

 Ser Académico

 Estudiantes

 
Arte  Universitario

 Halcones al  Vuelo


 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 
Necesario, generar la alfabetización
científico-tecnológica: Hernanz Moral
Juan Carlos Plata
Hace falta una homogeneización en los flujos de comunicación, para que la ciencia y la tecnología se integren a nuestro universo simbólico, sepamos que es nuestra, podamos hacer cosas con ella y nos permita ser una sociedad innovadora
Ante un mundo globalizado y competitivo, las instituciones de educación superior tienen que ser las formadoras de capital humano –científicos, artistas– que incorporen a su formación la carga simbólica que tienen la ciencia y la tecnología en nuestras sociedades modernas.

Según José Antonio Hernanz Moral, investigador del Instituto de Filosofía de la UV, estas instituciones tienen que pensarse a sí mismas como parte de su contexto para ser capaces de formar profesionales competentes a la hora de resolver los problemas de sus sociedades.

Al participar en la tercera Feria Tecnológica Universitaria, Hernanz Moral dijo que “la alfabetización científico-tecnológica busca que los ciudadanos sean usuarios inteligentes de la ciencia y la tecnología. No consiste en saber apretar botones o en entender cómo se utiliza un teléfono celular o cómo la tecnología mejora una cierta producción agrícola, sino que los individuos entiendan el entramado simbólico que suponen las tecnologías habituales en la transformación del mundo”.

Para ello, todas las instituciones, sobre todo las de educación superior, deben ser gestoras de conocimiento, partiendo de que la gestión es el conjunto de procesos y sistemas que permiten que el capital intelectual de una organización, cualquiera que sea, aumente de manera significativa su capacidad de resolver problemas de manera eficiente, con el objetivo de generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo.

José Antonio Hernanz Moral.

Durante su conferencia “Alfabetización científico tecnológica: reto para la transformación de la educación superior en distribución social del conocimiento”, el investigador aseguró que el impacto de la alfabetización científico-tecnológica como eje de transformación de la educación superior será tan importante como el que tuvo la imprenta en la transformación del mundo occidental en el milenio pasado.
“Hace falta una homogenización en los flujos de comunicación para que la ciencia y la tecnología, como sistema, se integren a nuestro universo simbólico, para que sepamos que es nuestra, podamos hacer cosas con ella y nos permita ser una sociedad innovadora, capaz de resolver sus propios problemas de una forma protagónica”.
Hernanz Moral señaló que ante esto, las organizaciones deben estar preparadas para aprender, para educarse, para asumir el conocimiento colectivo como algo que es fundamental para ellos, y es que una organización con buenos niveles de comunicación es una organización que aprende eficientemente.

El filósofo aseguró que la sociedad del conocimiento es el concepto con el que podemos englobar la tendencia a situar a la generación y aplicación de conocimientos en el sector primario de la riqueza de las sociedades, por encima de la producción industrial, ya que está claro que el sector que más influye en la riqueza de los individuos es la generación de conocimientos, que se expresa en patentes, innovaciones sociales y tecnológicas.

“La riqueza no se deriva de la industria sino de la propiedad intelectual, éste es el principal valor económico con el que nos encontramos, y está ligado a la consolidación del sistema científico y tecnológico. No es casualidad que los países más industrializados sean los que están dando mayor importancia a la investigación científica y tecnológica, hemos pasado de la industrialización a la post-industrialización”.

Dijo que la cosmovisión latinoamericana entiende que la ciencia y la tecnología es de los otros, viene de fuera y que, por lo tanto, tiene poco o nada que ver con nuestra realización personal y económica.

“Hay una gran preocupación por saber por qué fracasa el sistema tecnológico en México, es increíble el esfuerzo en desarrollo tecnológico y humano en nuestro país y, sin embargo, estamos continuamente ante el abismo del fracaso, parece que no hay buena formación en ciencia, en tecnología, no producimos patentes, estamos huérfanos de innovación y ante un contexto homogenizador, globalizado, neoliberal, parece que tenemos todas las de perder”.