|
|
Santiago Morales, Juan Carlos Plata y Edgar Onofre
(Fotografías: Luis Fernando Fernández y César
Pisil)
|
Histórica
para el deporte profesional de Veracruz resultó la coronación
de los Halcones de la Universidad Veracruzana dentro de la Liga Nacional
de Baloncesto Profesional (LNBP), en esta temporada 2005. Tuvieron
que pasar 30 años en Veracruz y 79 en Xalapa para tener un
equipo campeón en una liga profesional.
El largo ayuno se rompió el 21 de noviembre en Saltillo, Coahuila,
donde los Halcones dejaron en la lona a Lobos de la Universidad Autónoma
de Coahuila, en su propio escenario, el gimnasio “Nazario Ortiz”
ante más de cuatro mil aficionados.
Antológico fue también el recibimiento que los más
de tres mil seguidores le dieron a los Halcones el pasado martes,
en una Plaza Lerdo a reventar donde se ovacionó en grande a
los campeones, en acto encabezado por el gobernador Fidel Herrera
Beltrán y el rector Raúl Arias Lovillo. Una verdadera
noche mexicana. |
79
años después, un campeonato
que parece la primera vez |
32
años después del último título deportivo
profesional para un equipo veracruzano, los Halcones
UV-Xalapa pasearon su trofeo de campeones por las calles de Xalapa |
José
Mancisidor fue el quinto de 11 hermanos, maestro de la Escuela Normal
Veracruzana Enrique C. Rébsamen, escritor de dos novelas
(La asonada y La ciudad roja), soldado defensor del puerto de
Veracruz en 1914, ferrocarrilero, político, candidato a la
diputación local por el distrito de Xalapa para el trienio
1926-1929 –que no consiguió– y, en 1926, manager
del Club Ocampo, primero y, hasta el 21 de noviembre de 2005, único
conjunto deportivo campeón nacional que había tenido
la ciudad de Xalapa.
Con toda seguridad, ni la persona de mejor memoria –y edad suficiente–
de los cerca de cuatro mil xalapeños que atestaron la Plaza
Lerdo el martes pasado recuerda ese sencillo dato. La recepción
para los Halcones de la Universidad Veracruzana-Xalapa es
digna del primer equipo campeón de la ciudad y el primero del
estado de Veracruz en 33 años. |
Papelitos
de colores, empujones, fuegos artificiales explotando sobre el Palacio
de Gobierno, codazos, Big bands, balones de basquetbol volando
en todas direcciones, jerseys del equipo, el Chango bailando
reggaetón por 20 de Noviembre, el rector Raúl Arias
Lovillo aferrado al trofeo, el autobús forrado con una bandera
gigante con el logotipo del equipo, Sam Bowie, Daniel Atteberry y
Cleotis Brown caminando entre el desfile, Rogelio Salcido haciendo
que una saxofonista pierda las notas de Low rider: fiesta,
pues.
Luego de mil 166 kilómetros de viaje desde Saltillo hasta Xalapa,
los últimos diez son los más difíciles, una reducida
e improvisada valla humana separa al camión descubierto en
el que viajan los campeones del escenario preparado en el centro de
la plaza.
Uno a uno, los campeones absolutos de la Liga Nacional de Baloncesto
Profesional (LNBP), jugadores, directivos y funcionarios de la UV
bajan del autobús descubierto en el que recorrieron la ciudad
paseando el trofeo que obtuvieron luego de derrotar a los Lobos
de Universidad Autónoma de Coahuila en cinco juegos. |
Dos
campeones de antaño
Tiburones
Rojos, 1949-50
Fue en la temporada 1949-50 cuando los Tiburones Rojos
de Veracruz se coronaron campeones del futbol mexicano de la Primera
División, tras vencer en la gran final a los Potros del
Atlante. En aquel histórico año, los Tiburones
Rojos tuvieron como mejor jugador al peruano Julio Ayllón,
mejor conocido como el “Negro” Aparicio, quien anotó
un total de 30 goles. El primer título de Tiburones
Rojos fue en la temporada 1945-46, de la mano de Luis de
la Fuente el Pirata, nombre que lleva hoy el estadio de Veracruz.
Dos
campeones de antaño
La Liga Mexicana de Beisbol registra en su historia, al más
reciente equipo campeón de Veracruz, fue en la temporada
1972 y se trata de los Cafeteros de Córdoba, que
venció en la final a Saraperos de Saltillo.
Fue el primero y único equipo de expansión en lograr
el título, que enmarcó la construcción del
estadio Beisborama con capacidad para 10 mil aficionados.
|
En
la tarima los esperaba el gobernador Fidel Herrera y su esposa Rosa
Borunda; el secretario de Educación y Cultura, Víctor
Arredondo, quien durante su gestión como rector de la UV concretó
el proyecto de los Halcones; el alcalde de Xalapa, Ricardo
Ahued y la consabida horda de fotógrafos y camarógrafos.
Es el cordobés Enrique Palmita González, en
su calidad de capitán del equipo, el encargado de hablarle
a la afición: “Xalapa ha sido el mejor lugar para jugar
en toda mi vida, a nombre de todos mis compañeros le agradezco
al Gobernador, al Rector y al Secretario de Educación por ayudarnos
a traer este presente a la gente de Xalapa”. El Rector de la
UV fue breve: “Somos campeones y seguiremos siendo campeones”
|
33
años de sequía
Hasta antes del triunfo de los Halcones de la UV en el baloncesto,
el estado de Veracruz había conseguido 11 campeonatos profesionales:
dos en fútbol (1945-46 y 1949-50, los Tiburones Rojos
de Veracruz) y nueve de béisbol (1926, Club Ocampo de Xalapa;
1937, 1938, 1952, 1960 y 1970, Rojos del Águila de Veracruz;
1959, Petroleros de Poza Rica; y 1939 y 1972, Cafeteros
de Córdoba).
El último campeón veracruzano de máximo circuito
profesional fue el de los desaparecidos Cafeteros de Córdoba,
en 1972. Los Tiburones Rojos fueron campeones en 2001, pero
en una división de ascenso. En basquetbol, el único
antecedente fue el del equipo semiprofesional Popeyes de
Marina que jugaron en el puerto de Veracruz en los ochenta, sin conseguir
un campeonato. |
¡UV,
UV, UV, UV…UV, UV!
“Me pueden decir misa, pero mira –acaricia el trofeo de
campeones-, éste no me lo quita nadie”, dice el presidente
del equipo, Juan Manuel González, respondiendo a las críticas
del equipo derrotado en la final. |
En la salita del aeropuerto “El Lencero” se decide si
desfilar con playera blanca o azul y se comunica la logística:
del aeropuerto a la Terminal de autobuses, cambio de autobús
por uno descubierto y luego, a mínima velocidad, por Lázaro
Cárdenas, 20 de noviembre y Xalapeños Ilustres hasta
la Plaza Lerdo.
Ya unos 50 fanáticos esperan la salida del equipo con un
cartel: “Bienvenidos Campeones” y son los primeros en
apapachar a los jugadores, besos, fotos, firmas, más fotos,
gritos, más fotos, entrevistas.
Es apenas
su tercer año en la liga, la segunda vez que termina como
líder de la liga en casi todos los departamentos, segunda
vez en que se coronan campeones de la Zona Sur, la segunda final,
el primer campeonato absoluto.
Temporada regular de 40 juegos, 32 ganados, 8 perdidos, cuatro mil
67 puntos anotados, tres mil 670 recibidos. En postemporada 15 ganados,
uno perdido: limpia de tres juegos a Barreteros de Zacatecas
en la primera fase; barrida en cuatro juegos a los Tecos
de la UAG en la semifinal de zona; 4-0 en la serie contra Lechugueros
por la final de la Zona Sur y una final de cinco juegos contra Lobos. |
|
Willy
Pagán, “Ray” Rodríguez, Daniel Atteberry,
Enrique Palmita González, Sam Bowie, Víctor Mariscal,
Néstor Hernández, Rogelio Salcido, Cleotis Brown,
Levit Amaya, Roberto González, Víctor Ávila,
Omar López y el coach Ángel González trajeron,
luego de 79 años, un campeonato a Xalapa, una ciudad fundada
en 1313 y ubicada a mil 460 metros sobre el nivel del mar.
Cleotis Brown y Sam Bowie, los más asediados por los niños;
Omar López, por las niñas y no tan niñas; el
Rector de la UV bailando reggaetón de la mano del “Chango”:
motivos para celebrar los hay.
Aquel Club Ocampo, campeón de la Liga Mexicana de Beisbol
en 1926, seguramente no tuvo un festejo como éste. Luego
de 79 años, ésta parece la primera vez. |
En
tres temporadas, los Halcones de la UV
remontaron 79 años sin gloria para Xalapa |
En julio
de 2003, la prensa local recibió con cierto escepticismo
la noticia. Después de 40 años sin baloncesto profesional
en Veracruz, los Indios de la Universidad Autónoma
de Ciudad Juárez se mudaron de domicilio y nombre, y Xalapa
se convirtió en la sede de una de las entonces 16 franquicias
de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional: los Halcones
de la Universidad Veracruzana.
En pretemporada, la primera camada de Halcones se presentó
en sociedad enfrentando a la Selección Nacional Universitaria.
Viejos conocidos de selecciones nacionales, Ramón “Ray”
Rodríguez y Enrique “Palmita” González
encabezaron el roster de jugadores mexicanos, mientras que los
primeros extranjeros fueron Mike Thompson y Don Harrison.
A pesar
de un inicio de campaña incierto, los Halcones
rápidamente conquistaron a la afición xalapeña
por su juego vertiginoso y espectacular. Tiros de tres cortesía
de “Ray”, el delantero Pepe Escobedo y el centro Octavio
Robles, se sucedieron a las espectaculares clavadas de los extranjeros
que finalmente, después de probar jugadores, se quedaron
en la quinteta veracruzana: Dana White, Lataryl Williams y quien
se convirtió en la espina dorsal del equipo, Andreé
Laws.
|
Dirigidos
desde el principio por Ángel González, los Halcones
llamaron la atención del país cuando en la fecha 18
de la temporada 2003, en un juego frenético, destacado incluso
por la prensa regiomontana, le quitaron el invicto a Fuerza Regia
de Monterrey. Liderados en todos sentidos por Laws, tanto moral como
estadísticamente, los Halcones siguieron con su paso
decidido hasta los playoff, a los cuales llegaron como sexto
lugar de la tabla general, la mejor defensa, el segundo lugar como
local (con marca 20-4), además de que en el camino batieron
al campeón y subcampeón de la temporada anterior. |
Sam Bowie en pleno festejo
por las calles de Xalapa. |
Mientras
la afición se convertía en una de las mejores del país,
a decir de los equipos visitantes, los Halcones batieron
en la primera ronda a los Cometas de Querétaro y forzaron
la serie de semifinales al séptimo y decisivo juego frente
a las Panteras de Aguascalientes. Cayeron en el último
juego frente a los que resultaron campeones. Los Halcones
obtuvieron el tercer lugar de la liga.
2004:
a un paso
Para la temporada 2004, Laws, White y “Palmita” se convirtieron
en consentidos de la afición, cuya asistencia ya había
sobrepasado la capacidad del Gimnasio Universitario. Al equipo se
integró Víctor Ávila, seleccionado nacional
y compañero del jugador de la NBA Eduardo Nájera en
el equipo colegial Sooners de Oklahoma, y Samuel “Showtime”
Bowie, quien alguna vez estuvo con los Toros de Chicago
de la NBA.
El trío conformado entre Andreé Laws, Dana White y
Sam Bowie se convirtió en el más explosivo de la liga
y los Halcones hacían de cada partido un espectáculo
en la duela. En la cancha del Gimnasio Universitario fueron imbatibles
y cerraron la temporada 2004 como locales invictos en 20 juegos,
la mejor ofensiva y la mejor defensiva y el primer lugar de la tabla
general, con apenas cuatro derrotas fuera del Nido del Halcón
en Xalapa. Los Halcones batieron sin problemas a los Coras
de Tepic –donde a la sazón jugaba Cleotis Brown, quien
promedió 40 puntos por juego en aquella serie–, para
después imponerse a fuerza de velocidad y precisión
a la Ola Roja del Distrito Federal, uno de los equipos
físicamente más duros y desgastantes de la Liga.
Los Lechugueros de León defendían la corona
de la Zona Sur, pero los Halcones los batieron y de esta
manera llegaron a la disputa por el campeonato nacional contra los
Santos Reales de San Luis Potosí. Los dos primeros juegos
de la serie se repartieron a uno por bando y la serie se desplazó
hacia el norte del país. Allá, los Halcones
sacaron la casta y dieron el campanazo a domicilio para poner la
serie a su favor 2-1. Sin embargo, los monarcas del norte hicieron
valer su condición de locales y se impusieron en los siguientes
dos juegos. La serie regresó a Xalapa con la ventaja para
los Santos Reales. Los Halcones estaban obligados
a ganar los últimos dos juegos, pero los de San Luis forzaron
a dos tiempos extra el sexto juego y le ganaron la corona de la
liga a los de la UV por un punto.
Para el recuerdo de la temporada 2004 quedó la llegada del
“Chango” –la mascota oficial de la Liga que bien
pronto se convirtió en la mascota de los Halcones–
la convocatoria de “Palmita”, Escobedo y Ávila
al equipo mexicano del Juego de Estrellas y la de Laws y Bowie del
lado de los extranjeros.
2005:
año del Halcón
En enero de 2005, los Halcones recibieron la Copa Xallapan,
premio otorgado a lo mejor del deporte xalapeño y nació
una nueva franquicia universitaria en el Puerto de Veracruz: Halcones
UV Veracruz. Mientras en el Puerto se conformaba un equipo duro
y aguerrido bajo la tutela del coach José Luis “Satanás”
Arroyos, en Xalapa el entrenador Ángel González tenía
que encarar el compromiso de conquistar el campeonato que se fue
de las manos el año anterior.
Andrée Laws y Dana White tuvieron que dejar al equipo. Esto
forzó a una renovación completa de la escuadra xalapeña:
llegaron Cleotis Brown y Larry Florence y los seleccionados nacionales
Omar Bam Bam López y Víctor Mariscal. El
cuadro cambió por completo y, aunque sin perder en espectacularidad,
descendió en sus números: si bien se mantuvo como
la mejor ofensiva de la liga (con 101.6 puntos en promedio por juego),
cayó hasta el lugar número 12 en la tabla defensiva.
Había comenzado ya la temporada cuando Dana White regresó
al equipo y alcanzó a imprimirle un nuevo ritmo. Sin embargo,
una vieja lesión lo separó nuevamente de los Halcones
y su lugar fue ocupado por el boricua Wilfredo Pagán. Bowie
y Brown se alternaron como líderes anotadores en el equipo,
la defensa mantuvo en constante rotación a “Palmita”,
Ávila y “Bam Bam” López, y Mariscal disputaba
con Bowie y “Ray” Rodríguez el liderazgo de los
tiros de tres.
La temporada 2005 terminó con los Halcones en el
primer lugar de la tabla general (sus hermanos del Puerto también
se colaron al playoff en tercer lugar) y como la mejor
ofensiva. En la postemporada, noquearon todo lo que les pusieron
enfrente: 3-0 a Barreteros de Zacatecas, 4-0 a Tecos
de la UAG y 4-0 a Lechugueros de León (quienes habían
dado cuenta de Halcones UV-Veracruz para llegar a la final
de zona).
Halcones llegó a la disputa por el campeonato contra
Lobos de la Universidad Autónoma de Coahuila como
la mejor ofensiva de los playoff –con promedio de
107.7 puntos por partido– y con marca de 11 juegos ganados
y cero perdidos.
Los boletos para los dos primeros juegos de la Gran Final se agotaron
días antes del encuentro. El primer juego fue fácil
para la UV, con 13 puntos de diferencia en el marcador. Sin embargo,
la noche siguiente, los Lobos se acordaron de que fueron
campeones de la Zona Norte y forzaron a los Halcones a
un juego ríspido, de mucho roce, de alta tensión en
la duela y la tribuna y por dos puntos de diferencia se llevaron
el segundo juego. La serie viajó a Saltillo, Coahuila con
los cartones a uno por bando y altas expectativas de que los Lobos
hicieran valer su condición de locales y monarcas de la Zona
Norte.
La historia fue otra. Los juegos de sábado y domingo fueron
para Halcones por seis puntos de diferencia cada uno. Con
poca afición en las gradas, el del lunes por la noche ni
siquiera alcanzó a terminar. En el cuarto periodo, un conato
de bronca entre los jugadores hizo que mucha gente entrara a la
cancha. Con un minuto y 35 segundos, los árbitros pitaron
el final del encuentro por falta de garantías en la duela
y pusieron fin a 79 años de que Xalapa no conociera un equipo
profesional con título de campeón nacional. |
|
|
|
|