De
la Colina (Santander, España, 1934) llegó de la península
ibérica para refugiarse de la dictadura de Francisco Franco
y, por fortuna, encontró en nuestro país campo abierto
a su trabajo creativo, optimista y sin cortapisas para hacer artículos
y ensayos de la cultura en México inaugurando la tradición
de los suplementos culturales en la prensa nacional.
Es muy agradable encontrarse con la pluma de José de la Colina
que traza a figuras como Alfonso Reyes, Renato Leduc, Salvador Novo,
Efrén Hernández, Dámaso Pérez Prado,
Don Primo el velador, Pita Amor, José Alvarado, Octavio Paz,
José Revueltas, Juan José Arreola, Juan Rulfo, Rubén
Bonifaz Nuño, Jorge López Páez, Alberto Gironella,
Jorge Ibargüengoitia, Carlos Valdés, Sergio Galindo,
Juan Vicente Melo, Luis González, Juan García Ponce,
José Luis Cuevas, Juan Manuel Torres, Gabriel Ramírez
y Paulina Lavista.
Con todos ellos realiza bocetos y con su fino punto de vista y agradable
ironía tenemos un acercamiento con pensadores, narradores,
poetas, pintores, fotógrafos, músicos populares y
uno que otro personaje de la ciudad que nos dan una muestra de la
riqueza cultural del siglo XX mexicano.
Tal vez Juan Rulfo haya sido uno de los personajes más difíciles
de entrevistar; de hecho, no le gustaba, sin embargo, José
de la Colina logra un diálogo con el autor de Pedro Páramo
del cual reproducimos en seguida y que, por supuesto, forma parte
del Personerío:
“–(Rulfo) ¿y a qué hora escribe usted?
–(De la Colina) A cualquier hora
–(Rulfo) No haga eso. Hay que disciplinarse. La mejor hora
para escribir es temprano en la mañana, cuando están
sosegados el cuerpo y el cerebro y cuando está usted solo,
solos usted y su alma, porque después anda usted enredado
en sus trabajos y con las gentes, y ya usted no es usted, se agorsoma
uno. Y peor si va con los otros escritores y con los intelectuales,
entonces ya no tiene uno remedio, se puede hasta volver joto. Pero
siéntese, tómese una coca.
–(De la Colina) Gracias, tomaré una horchata.
–(Rulfo) Mejor. Yo tengo el pinche vicio éste de la
cocacola. Pero es buena la cocacola. Esto y Faulkner es lo mejor
que hacen los gringos...”
Y así, con esa cercanía, con esa confianza, José
de la Colina goza con cada uno de los personajes que nos presenta
en su Personerío con el cual nos invita a encontrar,
junto con él, el reino del hedonismo a través de lo
mejor que tenemos, la amistad que, como escribiera Salvador Novo:
“Al amigo salud, Gócese vivo/ Mil soles iluminan su
ventura/ y disfrute el placer de la lectura/(sobre todo leyendo
cuanto escribo)”.
Personerío tiene 203 páginas, pertenece a
la colección Ficción y se puede adquirir en el Servicio
Bibliográfico Universitario, en sus dos direcciones, Hidalgo
9 y Xalapeños Ilustres 37, o en la Dirección General
Editorial, Juan de la Barrera 209. |