Año 6 • No. 203 • noviembre 28 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  Preocupante, la tendencia a la alza
del suicidio en el estado de Veracruz
Carolina Cruz
Veracruz, Ver.- En los primeros años del presente siglo, el estado de Veracruz se ha ubicado en los primeros lugares nacionales en ocurrencia de suicidios, junto con Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal.

Ángel Ceballos Ponce, investigador del Instituto de Medicina Forense (Inmefo), quien realizó un estudio sobre este fenómeno en la ciudad de Veracruz, asegura que las cifras de suicidio se están incrementando de manera alarmante en adolescentes, adultos jóvenes y personas de la tercera edad, grupos que no se consideraban significativamente vulnerables.

El suicidio es multicausal. Entre sus principales detonantes están las condiciones físicas y mentales de las personas, aunadas a problemas familiares y económicos, conflictos con los padres, sentimientos de venganza, decepciones amorosas, alcoholismo, farmacodependencia, problemas intrafamiliares, desempleo, depresión o enfermedades graves e incurables.

Según Ceballos, la mayor ocurrencia de suicidio es en hombres que en mujeres, aunque ellas lo intentan el doble de veces; hay un repunte en los meses de marzo-abril y septiembre-diciembre; sólo el 10 por ciento deja recado póstumo y, de estos, solo uno explica su caso.

Según un estudio de María Isabel Fernández Escobar, también investigadora del Inmefo, las estadísticas nacionales expresan tendencias preocupantes. Y es que mientras que en 1970 se registraron 554 suicidios, en 1994 la cifra aumentó a dos mil 603, lo que significó un crecimiento superior al 150 por ciento. Esta curva crítica mostró una tendencia más radical entre los años 1973 y 1974, en que hubo un incremento superior al 220 por ciento.

Suicidarse en Veracruz
Según el estudio de Ángel Ceballos, “Estadísticas actuales del suicidio en Veracruz”, en la ciudad de Veracruz, entre enero de 2000 y mayo de 2002, la mayor frecuencia de suicidios fue entre hombres, la mayoría entre abril y mayo, con la más alta cifra en 2000 (33 suicidios) y un promedio de tres casos
por mes.

Aunque las cifras en esta ciudad se mantuvieron estables, para el estado de Veracruz las estadísticas del INEGI expresan incrementos notables: en 2000 hubo 249 suicidios; en 2001 fueron 252; en 2002, 234; en 2003, 283 y en
2004, 324.

Según Camerino Vázquez, psiquiatra de amplia trayectoria, el suicidio va en franco incremento en todo el mundo por dos razones: la explosión demográfica con la consecuente falta de oportunidades y el estilo de vida actual alejado de principios y valores: “no existe la educación para recurrir a lo místico y lograr una paz interna”.

Para el ex catedrático de la Facultad de Medicina, “se ha venido dando una especie de mutación que hace más sensibles a los seres humanos a expresar sus sentimientos, lo cual parece un avance pero es también un peligro”.

El psiquiatra Rafael González Ramírez considera que el suicidio se ha incrementado sobre todo en jóvenes, debido a que son los más afectados por la desintegración familiar y la depresión, a los que no se les proporciona ninguna ayuda y esto mismo los lleva al consumo de drogas y al camino del suicidio.

Recomendó no sólo tomar en cuenta los suicidios, sino también los intentos de suicidio que, por ley, deben de ser notificados al ministerio público por parte de los hospitales, lo que no se hace. Hay muchos parasuicidas que no reciben una atención médica.

El suicidio crece entre adolescentes
María Isabel Fernández Escobar, maestría en Medicina Forense por la UV, investigó los factores biopsicosociales que inciden en el suicidio de adolescentes del puerto de Veracruz. Según ella la tasa de suicidios en población de 15 a 19 años pasó de 1.49 a 2.83 por ciento entre 1970 y 1990, lo que indica una aumento del 90 por ciento. “Entre los niños y adolescentes no existen normas éticas ni actitudes morales bien arraigadas sobre el sentido de la vida”, por eso se vuelven más propensos a imitar el suicidio.

El concepto de muerte como algo irreversible se forma en el niño a partir de los seis o siete años; la regla es que sus conductas parasuicidas o autodestructivas están ligadas a los hechos del entorno.

Ángel Ceballos señaló que “cuando los niños rebasan los 13 años, los factores de riesgo se acentúan, con predisponentes como consumo de drogas, exposición a actos violentos y facilidad con que acceden a las armas”.

María Isabel Fernández Escobar señala que el suicidio es poco frecuente en niños escolares, pero aumenta progresivamente en estudiantes de secundaria (35%), preparatoria (65%) y universidad (50-65%). En las conclusiones de su trabajo cita que “de los 13 a los 18 años, la edad que predomina en el suicidio consumado es la de 18 años”. Para la autora, así como el problema es multicausal, las soluciones deben ser multiinstitucionales, individuales, de familia y de grupos.