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Importante,
la labor del psicólogo del
deporte para el logro de metas
Carolina Cruz |
Este
especialista se basa en técnicas de modificación de
conducta, visualización, relajación, atención,
concentración, autorregulación, comunicación
entrenador-atleta, autoverbalización, bioretroalimentación,
cohesión grupal y fijación de metas |
Veracruz,
Ver.- Tareas como motivación, autoestima, dominio de las
resistencias, control de las situaciones, manejo de gratificación
por victorias o frustración por derrotas, son algunas de las
contribuciones de la psicología del deporte, además
de la intervención en conflictos personales o de grupo, depresión
y, sobre todo, el estrés al que está sujeto el competidor,
que ante una situación de confrontación puede reaccionar
enfrentándola o huyendo.
Las técnicas psicológicas aplicadas al ámbito
de la competencia deportiva cobraron auge en la década de los
ochenta en los Estados Unidos, sobre todo para tratar el estrés
que la pugna causaba a los deportistas. Los entrenadores pronto se
dieron cuenta de que el papel del psicólogo antes, durante
y después del juego era muy importante para el equipo y la
disciplina empezó a ser demandada.
“Con el análisis de estos elementos surge la psicología
del deporte como una psicología aplicada, resultado de la necesidad
de analizar los factores y efectos psicológicos que actúan
sobre el deportista y que están relacionados con su rendimiento”,
señaló Enrique Ramírez Gutiérrez, de la
Facultad de Psicología de la UV en esta ciudad, quien realizó
una investigación recepcional sobre el tema.
Se trata de que el deportista pueda desarrollar sus plenas capacidades
y talentos: “las destrezas psicológicas claves con las
que trabajamos son establecimiento de metas, control de ansiedad,
imaginación, autoconfianza, concentración y control
de pensamientos”.
El psicólogo del deporte se basa en técnicas de modificación
de conducta, de visualización, relajación, atención,
concentración, autorregulación, comunicación
entrenador-atleta, autoverbalización, bioretroalimentación,
cohesión grupal y fijación de metas.
“La psicología del deporte es una ciencia de los aspectos
psicológicos que envuelven a toda actividad deportiva, ya que
toda acción atlética implica sensaciones, emociones,
pensamientos, voluntad e inteligencia. Es parte necesaria de un desarrollo
integral cuya finalidad es que el deportista adquiera los conocimientos
y las técnicas adecuadas para lograr su mayor rendimiento”,
comentó Ramírez Gutiérrez.
Problemas personales, noticias desagradables o un estado depresivo
puede desestabilizar al atleta, alterar su habilidad, el control de
sus pensamientos, provocar fallas de concentración, ira o ansiedad.
Por eso es muy importante, afirmó, el equilibrio afectivo que
lo une a sus compañeros, su entrenador, sus directivos, e incluso
a la prensa. “Para rendir más, el deportista necesita
utilizar mejor su inteligencia, aprender a dominar sus temores, reducir
las distracciones, el estrés y los errores, y por último
superar los contratiempos”.
El psicólogo apoya al deportista a definir si su objetivo es
realista y en qué medida puede ser logrado. Su trabajo es muy
amplio, tanto a nivel grupal como individual: “analizar por
qué fallan las situaciones, cambiar los enfoques, anticipar
problemas y soluciones, apostar por el futuro en vez de por el pasado,
mantener lo que ha funcionado y desechar las conductas ineficientes”.
Es en el deporte donde tal vez cuerpo y mente, músculos y cerebro,
trabajan más coordinadamente que en otras profesiones, es ahí
donde el psicólogo del deporte aplica técnicas derivadas
de la psicoterapia, que lo impulsan, como el convencimiento y la sugestión,
la sugestión indirecta, reflexiones y juicios, el reposo sugestionado,
la combinación de heteroentrenamiento, relajación, psicorregulación
y autosugestión hasta la hipnosis en casos necesarios.
Según Enrique Ramírez Gutiérrez, para llegar
a ser psicólogo del deporte, es necesario cursar una especialización,
“no basta con ser egresado de la carrera de psicología,
porque demanda una serie de conocimientos específicos, que
no vienen en los planes de estudio”. Es un posgrado que a partir
de 2000 ha cobrado mayor importancia en nuestro país, es una
ciencia aplicada relativamente muy joven en México pero que
en los equipos que cuentan con este especialista, se ha notado la
diferencia en su rendimiento, sobre todo son grupos más cohesionados
e integrados. |
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