Año 6 • No. 203 • noviembre 28 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  Los pacientes son personas, no una neumonía ni una hepatitis: Sánchez Zulueta
Juan Carlos Plata
El problema de la medicina actual es que las personas que ejercen la profesión se han tecnificado y se ha deteriorado la relación médico-paciente, aseguró el doctor cubano
El problema actual de la medicina es que quienes la ejercen se han tecnificado, por lo que la relación médico-paciente se ha deteriorado mucho, afirmó el médico cubano Eduardo Sánchez Zulueta, al hablar de bioética en la Facultad de Medicina de la UV.

Eduardo Sánchez Zulueta.

Es necesario ver al paciente como un ser bio-psico-social, no como una máquina: “Las personas no deben ser vistas como una hepatitis o una neumonía, hay que tratarlas como un ser que siente y que padece; es esencial el respeto al paciente”.
Sánchez Zulueta dijo que es necesario ser un médico integral y tener una formación desde el punto de vista de la valoración psico-social del individuo, no sólo atender el aspecto biológico.


“El médico, al recibir al paciente, debe dejar que se exprese, darle un trato afable y respetuoso; tiene que ponerse en el lugar del enfermo. Todo esto influye increíblemente en la cura de los enfermos, la empatía entre médico y paciente es fundamental para el éxito de un tratamiento”, señaló.

Dijo que todo esto obedece a un principio básico de la medicina que dice que los médicos tienen que preocuparse por la prevención, la curación –aliviar del dolor– y, cuando no se puede aliviar, se tiene que pensar en por lo menos no hacer daño.
La medicina cubana, a la vanguardia
Sánchez Zulueta dijo que el sistema de salud en Cuba es muy organizado ya que el Estado se preocupa mucho por la salud de los ciudadanos, por tanto, se otorgan muchas facilidades para los estudiantes de esta disciplina, lo que ha redundado en un gran nivel de los médicos de la isla.

“A pesar de ser un país del tercer mundo, tenemos una mortalidad infantil menor que la de muchos países del primer mundo, y no lo decimos nosotros, lo dicen las estadísticas. Tenemos un polo científico que no tiene que envidiarle nada a los de ningún país del mundo, un ejemplo de lo que hemos conseguido es que la vacuna antimeningocócica, que ahora se utiliza en todo el mundo, se inventó en Cuba”.

Afirmó que el gran avance en la isla en materia de salud y el excelente nivel científico de la medicina cubana, no son cosa de autosuficiencia o prepotencia, sino de experiencia y trabajo: “He trabajado en varios países, estuve tres años en Jamaica, trabajando con médicos ingleses y jamaicanos y me he sentido a la par de cualquier médico del mundo”.

Este prestigio internacional le ha permitido a Cuba fundar la llamada Escuela Latinoamericana de Medicina, en la que estudiantes de varios países de América Latina cursan la licenciatura gracias becas que otorga el gobierno cubano. “Este año se graduó la primera generación de médicos y hubo personas de Nicaragua, Honduras, Perú, El Salvador y Costa Rica. Se les da el mismo trato que a los estudiantes locales y los propios alumnos aseguran que su preparación es excelente”.