Año 6 • No. 225 • junio 5 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Elogian críticos el trabajo
de integrantes de la ORTEUV
Gina Sotelo
Boris Schoeman y Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, distinguidos por la Asociación Nacional de Críticos de Teatro con los premios al mejor director de Teatro de Búsqueda y mejor dramaturgo joven, respectivamente
“No me quiero estancar en la burocracia cultural y nunca lo voy a hacer. Soy un artista que vive de generar proyectos. Me gusta que reconozcan mi trabajo o que me inviten a asumir la codirección de la ORTEUV, pero si me quedo sólo con esto, tengo miedo en cuanto a mi integridad y lo que puede pasar y no me lo voy a permitir. Soy muy crítico con los demás pero más conmigo mismo”, expresó Boris Schoeman, quien junto con Alberto Lomnitz, dirige la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana (ORTEUV).

Esto, a propósito de la distinción que en este mes recibió por parte de la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro (AMCT) “Rafael Solana”, agrupación que hizo su entrega anual de reconocimientos a “Lo Mejor del Teatro en México” en una fiesta de gala.
La asociación de críticos más antigua de México, que otorgó 41 diplomas a lo más destacado del teatro de 2005, reconoció el trabajo escénico de Schoemann por la dirección de la obra El ventrílocuo, quien recibió el galardón “Xavier Rojas”, al mejor Teatro de Búsqueda.

Esta obra es una metáfora de la búsqueda de  identidad y del cómo nos escudamos en todo tipo de máscaras que, en el juego de las apariencias, terminan por revelarnos de dónde proviene nuestra verdadera voz, aquella que la mayor parte del tiempo no alcanzamos a escuchar.

“Es una obra maravillosa que traduje en una beca que me otorgó el FONCA, además de que estuve en una residencia internacional en Banff, Canadá, con el autor Larry Tremblay puliendo la traducción hasta el último detalle, hasta la última coma”, dice Boris.
Para el galardonado, se trata de una de las obras más “piradas” que ha leído y que ha visto en su vida: “Es extremadamente interesante, un juego alrededor de la identidad y la personalidad. Es una farsa muy inquietante, medio perversa, como un juego de cajas: una envuelve a la otra y así, no sabes en dónde está la realidad y en dónde la ficción”.

Esta obra ha sido coproducida por la UNAM, el FONCA y su compañía Los endebles, bajo las actuaciones de Miguel Conde, Alejandra Chacón y Alejandro Calva, que espera volver a montar en un mediano plazo.

Sobre la distinción por el “teatro de búsqueda”, Boris aclara que prefiere el término contemporáneo: “Cualquier teatro, en mi criterio, es de búsqueda, porque aunque interpretes a un clásico debes buscar una manera nueva de montarlo, o hacerlo más fiel posible. Cualquier proceso de creación teatral implica búsqueda”.

La vida profesional de Boris está dividida en varios deseos y tareas. Una es la de traducir textos dramáticos que hace por pura gana, porque le encanta difundir dramaturgia contemporánea en países francófonos, así como representar en México obras de dramaturgos franceses como Cocalina o Rinoceronte. Es director artístico de un espacio independiente en el DF (el Teatro La Capilla), tiene su propia compañía en México que se llama Los Endebles y dirige la compañía ORTEUV con Alberto Lomnitz.

Dramaturgia joven en la ORTEUV, también galardonada
En la misma entrega de premios, Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio –mejor conocido como “Legom”–, quien es dramaturgo de la ORTEUV, obtuvo el premio al mejor dramaturgo joven. Es uno de los jóvenes escritores de teatro más sobresalientes de México. Ganador del premio nacional de dramaturgia en varias ocasiones, es un autor extremadamente productivo, ya que en su corta carrera ha dado a México algunos de los textos teatrales más atractivos desde Oscar Liera.

Sus obras son escenificadas en muchos puntos de la república mexicana, lo que demuestra un gran interés de quienes hacen teatro y del público hacia esta nueva dramaturgia escrita en el país.