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Estudiantes
extranjeros relatan sus historias
50 jóvenes de trece países deciden
estudiar en la UV cada semestre
Fernanda Melchor |
Ellos
cuentan sus historias y la diversidad de las razones de su llegada
a Veracruz. Quizás lo único que poseen en común
es su juventud (tienen entre 18 y 25 años de edad), el interés
por la cultura mexicana y por todo lo que la Universidad Veracruzana
(UV) les ofrecerle a través de sus carreras y programas de
intercambio.
Son los estudiantes extranjeros que actualmente están inscritos
en alguna experiencia educativa de las cinco áreas académicas
de esta casa de estudios y su número se acrecienta al aumentar
la cantidad de convenios que la UV establece con otras instituciones
extranjeras.
Provenientes de países como Japón, Estados Unidos, Canadá,
Francia, España, Bélgica, Alemania, Noruega, Inglaterra,
República Dominicana, El Salvador, Colombia, Perú y
Guatemala, sus caracteres, aspiraciones e intereses son diversos,
pero ayudan a imprimir un toque multicultural a las aulas de la UV.
Según datos de la Escuela de Estudiantes Extranjeros (EEE),
cada año una cincuentena de jóvenes extranjeros en promedio
llegan a Veracruz en diferentes programas de intercambio: a través
de viajes de estudio que duran unas pocas semanas; algunos estarán
por un semestre, otros decidirán quedarse un año escolar.
Incluso, comentó el director de la Facultad de Antropología,
José Francisco Kuri Camacho, algunos se “enamoran”
de tal manera de la cultura veracruzana que deciden quedarse a residir
en México y terminar los estudios. Otros, valientes, llegan
por su propia iniciativa y deben pasar el examen de ingreso como cualquier
otro aspirante.
Inscritos en las cinco áreas, aunque su presencia sea más
fuerte en Humanidades y el área Económico Administrativa,
algunos de estos jóvenes extranjeros se han atrevido a contar
historias de éxito escolar, de lucha con el idioma, de soledad
y de adaptación a un nuevo y extraño medio, la ciudad
de Xalapa. |
Masakazu
Baba, estudiante de Japón. |
Masakazu
Baba (Japón)
Masakazu Baba es un joven de 22 años, proveniente
de Sugito, un poblado “pequeño como Coatepec”,
ubicado en el centro de Japón. Desde hace dos años estudia
en la Facultad de Economía de la UV, por iniciativa propia.
“Cuando hice el examen pensé que no iba a pasar, porque
tenía buen nivel de inglés y matemáticas, pero
no entendí nada sobre derecho mexicano, y cuando me preguntaron
sobre los artículos de la Constitución, tuve que responder
al azar”, confesó Masakazu. Escogió la UV “más
que nada porque mis vecinos y toda la gente que conocía me
decían que la UV era la mejor opción y la de más
prestigio, y por eso decidí hacer el examen”, afirmó
el joven. |
Masakazu
decidió estudiar Economía desde que era estudiante de
preparatoria en Japón. “De repente, me di cuenta de que
mi vida y la de los demás era pura rutina: levantarse, comer,
ir a la escuela, comer, acostarse”, explicó. “Un
día estaba viendo la tele y estaban dando las noticias de economía,
y me pareció fascinante, porque en esta ciencia todo es dinámico
y cambia constantemente, y lo que ves un día, al siguiente
ya es diferente y hasta pasa a la historia”, afirmó.
El cambio cultural ha sido duro, y sus calificaciones fueron bajas
al principio, por su pobre manejo del idioma, pero afirma que después
de un año se siente más fuerte.
Michelle Gaona Fuller (Belice)
Michelle vivió en Belice toda su vida. De padre mexicano y
madre beliceña, Michelle decidió estudiar Ciencias Atmosféricas
en la UV, ya que esta carrera no existe en su país natal. Con
un pequeño acento de anglohablante, Michelle cuenta que al
principio fue difícil acostumbrarse al uso del español
y al clima xalapeño.
“Decidí venir a la UV porque se me hizo muy interesante
la carrera, estudiar el clima y la atmósfera, y me gustaría
poder ejercer esta profesión en mi país”, afirmó
la joven. “Venir a México fue difícil sin familia,
y también fue difícil acostumbrarme a hablar español
y más a escribirlo”, confesó Michelle. Actualmente,
la muchacha cursa materias de tercer y cuarto semestre, y espera el
período vacacional para reunirse con su familia y sus amigos.
Xavier Geoffret (Francia)
Xavier tiene 22 años y llegó hace nueve meses de la
Universidad de Le Havre, en Francia, institución que cuenta
con un programa institucional de intercambio estudiantil con la UV.
Xavier eligió nuestra casa de estudios porque la ciudad de
Xalapa le parecía más pequeña y más amigable,
“y se me hacía más fácil integrarme”.
Estudiante de Negocios Internacionales, le interesa el punto de vista
mexicano y latinoamericano sobre esta rama administrativa.
Para Xavier, lo más difícil fue el dominio de la lengua,
porque el acostumbrarse al ritmo de vida y a las costumbres fue relativamente
sencillo. De Xalapa le gusta que no es grande, “pero tampoco
es pequeña y hay muchas cosas que hacer; hay conciertos, teatro
y muchas actividades, además de empanadas de pollo y quesadillas”.
Su relación con sus compañeros ha sido satisfactoria,
y en las clases considera ir bien, a pesar de los pequeños
problemas que tuvo al inicio para asimilar el idioma. Su clase favorita
es Desarrollo de Programas Motivacionales, materia que no lleva en
Francia.
Nastassia Rodríguez (EUA)
Nastassia proviene de la Florida Internacional University, en Miami,
Estados Unidos. De descendencia cubana, Nastassia decidió estudiar
en Veracruz porque su cultura le parecía semejante a la de
Cuba y quería vivir la experiencia “latina”. Tiene
21 años y estudia Negocios Internacionales porque le gusta
viajar y conocer diferentes culturas.
“Lo más difícil para mí fue dejar a mi
familia porque vivo con ellos y siempre ceno y hago cosas con ellos,
así que estar aquí bien lejos es difícil”,
afirmó la joven.
De Xalapa le gusta la amabilidad de la gente y la gran oferta de actividades
culturales. Cuenta que ha recibido mucho apoyo por parte de sus compañeros
de clases y que todos han sido muy amables con ella. Las clases no
se le dificultan por su excelente manejo del español, pero
mencionó que fue difícil al principio por las diferencias
en el sistema de enseñanza.
Su único problema: “A todo le ponen muchísimo
chile aquí y yo siento que no puedo comer nada. Pero me gusta
mucho el queso de hebra, es delicioso”, bromeó la chica. |
Jhon
Eric Sanabria de Colombia. |
John
Erik Sanabria (Colombia)
“Cuando llegué a México hice dos semestres en
otra universidad de Xalapa, pero no me gustó y decidí
hacer el examen para la UV”, afirmó John Erik, originario
de Colombia. El joven quiso entrar a la UV porque supo que era más
reconocida en el país y porque su tía, con la que vive,
le recomendó que lo hiciera. “Siempre había querido
conocer México y estudiar fuera, y por eso estoy aquí”,
confesó el muchacho.
Aunque Medicina fue su primera opción, el joven decidió
estudiar Nutrición “porque está más enfocado
a lo que a mí me interesa, y la ventaja es que la carrera también
existe en Colombia”. |
Su
deporte favorito es el baloncesto. A John Eric le parece que las
culturas mexicanas y colombianas son diferentes, pero que no se
trata de un cambio brusco, porque hay muchas cosas en común
y “tengo la ventaja de estar con mi familia y eso me ha ayudado
a adaptarme a no sentirme tan solo”.
Vilde Bjoerlo Oeien (Noruega)
Vilde Bjoerlo Oeien proviene de Oslo, la capital de Noruega, donde
estudia Psicología. Aficionada a los viajes, decidió
venir a México gracias al convenio que existe entre su universidad
y la UV. “Quise venir a México porque quería
conocer América Latina, y estuve averiguando por internet
y encontré lugares maravillosos que podía visitar
en México, y eso fue lo que me impulsó”, afirmó
la joven europea. Sus pasatiempos son viajar, acampar, hacer excursiones
e ir a la playa. “Todo lo que se refiera a actividades al
aire libre”, remarcó.
Lo más duro para Vilde fue acostumbrarse a las diferencias
culturales, por ejemplo, en el caso de la puntualidad. “Cuando
me ponía de acuerdo para hacer algo, siempre era la primera
que llegaba y esperaba a los demás”, bromeó
la chica. Vilde estudia Psicología porque le interesa la
mente humana, y porque en Noruega hay muchas oportunidades para
desarrollar una vida profesional muy interesante. “La psicología
me gusta porque combina la teoría, la práctica y la
ciencia, y hay muchas posibilidades de trabajar en mucho lugares”,
concluyó.
Matthias Legrand (Francia)
Matthias viene también de la Universidad de Le Havre, y vino
a la UV porque no había otra posibilidad de intercambio para
él. Sin embargo, está “bastante contento porque
la ciudad de Xalapa es muy bonita, con una gran talla humana, y
el clima me gusta y ya hice muchos amigos mexicanos”. Estudia
Negocios Internacionales y le sorprende la gran diferencia que existe
entre las manera de hacer negocios en América Latina, Europa
y los Estados Unidos.
Para Matthias el cambio más radical en su vida lo constituye
la gastronomía. “La comida aquí es buena, pero
faltan muchas cosas a las que estoy acostumbrado, como el queso
y algunos platillos que hace mi mamá con salsas a base de
vino, y no se hacen aquí”, dijo. Matthias encuentra
a sus compañeros mexicanos muy agradables, amables y abiertos,
lo que hace que la experiencia escolar sea más placentera.
No tiene novia mexicana, pues vino de intercambio con su novia francesa,
que estudia en la misma universidad en Francia. “Las chicas
mexicanas son muy amables con los chavos extranjeros y mi novia
se enoja un poco a veces, pero no tanto”.
Cristina Molas (República Dominicana)
“Cuando vine a México tenía 16 años y
fue muy difícil, pero cuando algo te gusta, nada es imposible”,
afirmó Cristina Molas, de origen dominicano. Extrañaba
el clima tropical y las costumbres de su país, pero aprendió
a adaptarse para estudiar Nutrición, carrera que no existe
en su país. “Comparada con Santo Domingo, la capital
de mi país, la gente de Xalapa se me hacía muy conservadora”,
dijo, pero se siente muy feliz porque le encanta su carrera y le
gustaría ejercer un tiempo la profesión en México
para regresar a República Dominicana.
“Mi familia vive en Xalapa, mis padres y mis hermanos, y estamos
felices de estar juntos”, declaró Cristina. Los pasatiempos
de esta alegre muchacha son leer, patinar y dibujar.
Silvia Ivonne Rosa (El Salvador)
Silvia Ivonne lleva dos años estudiando la carrera de Nutrición
en México. “Yo quería estudiar en otro país,
me gusta conocer gente y lugares nuevos”. La carrera le parece
muy interesante, pero aún no tiene planes a largo plazo.
A Silvia Ivonne le gusta hacer ejercicio e ir al gimnasio, porque
son actividades que le benefician y la mantienen ocupada. “Lo
más difícil de estar en México ha sido acostumbrarme
a la falta de mi familia”, aceptó la joven, “y
al clima, que aquí en Xalapa es muy frío, mientras
que en mi zona hace mucho calor siempre”. También dijo
extrañar la comida salvadoreña, sobre todo las pupusas
(especie de gorditas rellenas de queso), y que le ha costado muchísimo
acostumbrarse al chile, porque “allá no lo comemos”.
Nataly Baldeón Pérez (Perú)
Nataly Baldeón proviene de Lima, la capital de Perú.
“Es una ciudad muy grande y muy parecida al Distrito Federal,
por su arquitectura y su gente”, afirmó. Ella toma
cursos aislados en la Facultad de Psicología, por lo que
no tuvo que pasar por el examen de ingreso. “En realidad,
soy como una especie de oyente, y no puedo quejarme, me han tratado
muy bien en la UV y los profesores y maestros con los que cuenta
son de excelente calidad”, dijo la chica.
En Perú, Nataly estudió la carrera de Idiomas, con
especialidad en inglés, e invitada por unos tíos que
radican en México, decidió venir de vacaciones y conocer
el país. “La gente de Veracruz, sobre todo la que vive
en la costa, se me hace muy alegre; son muy abiertos y gritones,
muy efusivos en sus sentimientos”, afirmó Nataly, quien
toma clases de psicología porque encuentra fascinante el
comportamiento del ser humano y desea comprenderlo mejor. Afirmó
que le gustaría entrar a la carrera formalmente, pero siente
que debe preparase más aún antes de tomar ese paso.
Nataly dijo no haber tenido problemas con el idioma, aunque sí
con algunos términos, pues hay muchas palabras que cambian
en los dos países, y eso le creaba mucha confusión.
“Ahora creo que me he adaptado, aunque sí extraño
muchas cosas, sobre todo comida, algunos vegetales que aquí
no existen o platillos, como el ceviche, la chicha (agua de sabor)
y la cancha (granos de maíz tostado que se comen como botana)”,
enumeró. |
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