Año 6 • No. 236 • Septiembre 4 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Detonará conflictos sociales, políticos y económicos: Fabrizio León
Escasez de agua provocaría
crisis e inestabilidad en México

Edith Escalón
En 2025, el déficit de agua en Veracruz será catastrófico por contaminación de cuencas y desperdicio en campos y ciudades

Ernesto Márquez, Ernesto Rodríguez Luna y Fabrizio León durante la presentación del libro Agua, emergencia en puerta.

México opera con indolencia, falta de previsión e irresponsabilidad en materia de recursos hídricos, y larva así una crisis futura, pero no lejana, en la que la escasez del líquido detonará conflictos sociales, políticos y económicos graves para la estabilidad y la capacidad misma de subsistencia del país, aseguró Fabrizio León, editor de La Jornada.

“El actual gobierno ha permitido y hasta propiciado la pérdida de numerosos recursos hídricos, su contaminación por industrias poco escrupulosas y la privatización de los servicios de potabilización y distribución del líquido”, comentó en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2006, donde presentó el libro Agua, emergencia en puerta, resultado de una investigación periodística sobre la situación del agua en el país.

Aseguró que el gobierno ha seguido los ordenamientos de organismos financieros internacionales y se ha inscrito en la tendencia imperante en América Latina, en la que grandes consorcios extranjeros se hacen con control del recurso, ya sea para repartirla en cañerías o para envasarla y venderla como si se tratara de un producto de compleja elaboración y un alto valor agregado.

“Si en México no se pone un alto a la privatización del recurso y no se logra establecer una política del agua, más temprano que tarde las confrontaciones –entre comunidades, entre éstas y la autoridad, entre los habitantes y las empresas de potabilización y distribución– estarán a la orden del día”.

Fabrizio, fotógrafo y fundador del periódico La Jornada, señaló que “estamos frente a uno de los principales problemas de seguridad nacional, cuyo diagnóstico es grave y crónico, ya que la propia vida está en juego”, aunque, no obstante su gravedad, como lo muestran quienes participan con sus investigaciones y opiniones en el texto, aún esta problemática mundial tiene solución.

Por su parte, Ernesto Márquez, colaborador de La Jornada, dijo en la presentación que el diagnóstico, realizado a partir de entrevistas con investigadores de institutos científicos y universidades, también detalla que la escasez de agua ha ocasionado disputas por el recurso, y que especialistas han señalado –como lo consigna el libro– que en este siglo las guerras serán por el “oro azul”.

En la presentación del libro, Ernesto Rodríguez Luna, científico universitario y director del Área Biológico Agropecuaria de la UV, recordó que a pesar de la gravedad del problema es relativamente reciente la percepción pública de que el agua es un recurso finito, valioso y altamente contaminado y desperdiciado.
Por eso consideró esta edición como una compilación acertada y un texto de consulta obligada no sólo para sectores científicos, académicos y para los estudiosos de la gestión ambiental, sino para “detonar entre todos la reflexión pública sobre el futuro que nos corresponde decidir”.

Desperdicio en México
Para percibir la gravedad del problema basta revisar la serie de estadísticas que el libro presenta en los distintos diagnósticos de especialistas, así como en reportajes y artículos de opinión. Señala, por ejemplo, que en México se desperdicia entre el 40 y 50 por ciento del agua en fugas por la deficiente red hidráulica, y prácticamente todos los cuerpos de agua están contaminados.Treinta y ocho ciudades del país tienen problemas de abasto, 11 millones de mexicanos no tienen acceso al agua potable y 24 millones carecen de sistema de alcantarillado. Además, el tratamiento de aguas residuales apenas alcanza el 31 por ciento del total del volumen recolectado; 102 acuíferos están sobreexplotados y el 70 por ciento de la población está ubicada en zonas áridas o semiáridas.

Esta edición especial de La Jornada presenta un diagnóstico del problema hídrico por estados, fundamentado en los estudios y opiniones de profesionales, científicos, académicos y expertos en la materia que corroboran que la falta de una eficaz política de Estado y el desarrollo de una cultura sobre el uso racional del recurso en México ha puesto en riesgo los recursos hídricos de la nación.

2025, catastrófico para Veracruz
Aunque pareciera que es un estado privilegiado en sus recursos acuíferos, dijo Fabricio León, en Veracruz también existe una alerta sobre adoptar medidas urgentes para lograr hacer un uso racional del recurso, como lo muestra en el texto el diagnóstico realizado por expertos en la materia, quienes señalan en este apartado que para el 2025 el déficit de agua en el estado será catastrófico, debido a la contaminación en todas las cuencas y al desperdicio en campo y ciudades. Señaló que las investigaciones periodísticas y científicas reportan que todos los ríos del estado presentan algún grado de contaminación, pero el Río Blanco, en la región industrial de Orizaba, es el único que representa un problema grave en este sentido, pues está clasificado como “el más fuertemente contaminado”.

Las fuentes más importantes de esta contaminación son las tenerías, los ingenios, las descargas residuales de las grandes ciudades y, sobre todo, Petróleos Mexicanos, debido a los constantes derrames de hidrocarburos que han afectado gravemente los cuerpos de agua.

Para Héctor Narave, director de la Facultad de Biología, el libro cumple con su cometido esencial: colaborar con la gestación de una nueva cultura del agua, entendida como el conjunto de costumbres, valores, actitudes y hábitos que un individuo o una sociedad tienen con respecto a la importancia del agua para el desarrollo de todo ser vivo, la disponibilidad del líquido en su entorno y las acciones necesarias para obtenerla, distribuirla, desalojarla, limpiarla y reutilizarla.