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Vital
hacer más atractivas estas disciplinas al ciudadano común:
expertos
En difusión científica y cultural sí hay interés,
lo que ha fallado es el formato
Juan Carlos Plata |
Los
medios de comunicación, desinteresados; la responsabilidad
ha quedado en las universidades públicas, sostuvieron |
En
cuestión de divulgación científica y cultural,
el principal obstáculo no es, como se podría pensar
en primera instancia, el desinterés de la gente común,
sino que los propios encargados de estas labores no han encontrado
la manera de hacer estas disciplinas más atractivas para el
público, aseguraron expertos durante el foro de editores titulado
La edición universitaria en México, llevado a cabo en
el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU)
2006, que organiza la Universidad Veracruzana (UV) y se realiza en
el Museo del Transporte y Exposiciones de Xalapa.
En la mesa redonda “La difusión de la ciencia y la cultura:
libros, revistas académicas y periódicos”, Heriberto
Contreras, responsable de Divulgación del Consejo Veracruzano
de Ciencia y Tecnología (COVECYT); Luis Enrique Rodríguez,
editor de publicaciones estudiantiles; Porfirio Carrillo, director
de Posgrado de la UV; y Joaquín Rosas Garcés, director
de Comunicación Universitaria de la UV, coincidieron en que
el reto principal de las publicaciones encaminadas a la divulgación
científica y cultural es dar a conocer los avances y las actividades,
pero sobre todo, generar curiosidad entre la gente. |

Heriberto Contreras, Porfirio Carrillo, Joaquín
Rosas y Luis Enrique Rodríguez,
durante el Foro de Editores en la FILU 2006. |
Joaquín
Rosas afirmó que al hablar de la divulgación de la ciencia
y la cultura a través de publicaciones como libros, revistas
académicas y periódicos –donde deberíamos
considerar también Internet–, se debe señalar
que por estos medios se difunden las ideas, el conocimiento y la información,
y todo eso nos permite ampliar los saberes y la visión del
mundo, y en consecuencia, mejorar nuestra relación con el entorno.
“La labor de los medios que aspiran a transmitir ciencia y cultura
es ardua, porque deben crear formatos, lenguajes y estilos que interesen
a la sociedad que se ha mantenido alejada de estos medios que ‘no
venden’”, afirmó.
Ante la pregunta de ¿por qué no son comercialmente rentables
para los medios la ciencia y la cultura?, aventuró la hipótesis
de que los transmisores no han encontrado la fórmula para leer
un texto científico y trasladarlo al lenguaje coloquial que
atraiga al lector común.
“Es muy difícil trasladar el pensamiento científico
o el trabajo de investigación a un lenguaje que sea asequible
al lector común, muchas veces porque los propios investigadores
no lo permiten, y esto contribuye a que los medios no estén
interesados en publicar este tipo de cuestiones”, aseguró.
El director de Comunicación Universitaria de la UV comentó
que, en vista del poco interés de los medios de comunicación,
la tarea de promover y divulgar la ciencia y la cultura ha recaído,
casi en exclusiva, en instituciones públicas, principalmente
en las universidades.
Por su parte, Heriberto Contreras refirió que está ampliamente
documentado que el ciudadano común espera de la ciencia resultados
cada vez más sorprendentes y de carácter mediático,
no obstante se rehúsa a entender los conceptos mínimos
que le hagan entender, por ejemplo, los diferentes niveles de impacto
de la actividad científica.
“Desde esta perspectiva no es raro que a la ciencia se le culpe
del hoyo en la capa de ozono, del terrorismo bacteriológico
y aun de la pérdida de valores morales y religiosos. Las tecnologías
de la información deben ofrecer a los ciudadanos canales de
opinión y expresión acorde a sus necesidades, pero sobre
todo a los tiempos que la modernidad demanda”, sostuvo. |
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