Año 6 • No. 236 • Septiembre 4 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Vital hacer más atractivas estas disciplinas al ciudadano común: expertos
En difusión científica y cultural sí hay interés, lo que ha fallado es el formato
Juan Carlos Plata
Los medios de comunicación, desinteresados; la responsabilidad ha quedado en las universidades públicas, sostuvieron
En cuestión de divulgación científica y cultural, el principal obstáculo no es, como se podría pensar en primera instancia, el desinterés de la gente común, sino que los propios encargados de estas labores no han encontrado la manera de hacer estas disciplinas más atractivas para el público, aseguraron expertos durante el foro de editores titulado La edición universitaria en México, llevado a cabo en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2006, que organiza la Universidad Veracruzana (UV) y se realiza en el Museo del Transporte y Exposiciones de Xalapa.

En la mesa redonda “La difusión de la ciencia y la cultura: libros, revistas académicas y periódicos”, Heriberto Contreras, responsable de Divulgación del Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología (COVECYT); Luis Enrique Rodríguez, editor de publicaciones estudiantiles; Porfirio Carrillo, director de Posgrado de la UV; y Joaquín Rosas Garcés, director de Comunicación Universitaria de la UV, coincidieron en que el reto principal de las publicaciones encaminadas a la divulgación científica y cultural es dar a conocer los avances y las actividades, pero sobre todo, generar curiosidad entre la gente.


Heriberto Contreras, Porfirio Carrillo, Joaquín Rosas y Luis Enrique Rodríguez,
durante el Foro de Editores en la FILU 2006.
Joaquín Rosas afirmó que al hablar de la divulgación de la ciencia y la cultura a través de publicaciones como libros, revistas académicas y periódicos –donde deberíamos considerar también Internet–, se debe señalar que por estos medios se difunden las ideas, el conocimiento y la información, y todo eso nos permite ampliar los saberes y la visión del mundo, y en consecuencia, mejorar nuestra relación con el entorno.

“La labor de los medios que aspiran a transmitir ciencia y cultura es ardua, porque deben crear formatos, lenguajes y estilos que interesen a la sociedad que se ha mantenido alejada de estos medios que ‘no venden’”, afirmó.

Ante la pregunta de ¿por qué no son comercialmente rentables para los medios la ciencia y la cultura?, aventuró la hipótesis de que los transmisores no han encontrado la fórmula para leer un texto científico y trasladarlo al lenguaje coloquial que atraiga al lector común.

“Es muy difícil trasladar el pensamiento científico o el trabajo de investigación a un lenguaje que sea asequible al lector común, muchas veces porque los propios investigadores no lo permiten, y esto contribuye a que los medios no estén interesados en publicar este tipo de cuestiones”, aseguró.

El director de Comunicación Universitaria de la UV comentó que, en vista del poco interés de los medios de comunicación, la tarea de promover y divulgar la ciencia y la cultura ha recaído, casi en exclusiva, en instituciones públicas, principalmente en las universidades.

Por su parte, Heriberto Contreras refirió que está ampliamente documentado que el ciudadano común espera de la ciencia resultados cada vez más sorprendentes y de carácter mediático, no obstante se rehúsa a entender los conceptos mínimos que le hagan entender, por ejemplo, los diferentes niveles de impacto de la actividad científica.

“Desde esta perspectiva no es raro que a la ciencia se le culpe del hoyo en la capa de ozono, del terrorismo bacteriológico y aun de la pérdida de valores morales y religiosos. Las tecnologías de la información deben ofrecer a los ciudadanos canales de opinión y expresión acorde a sus necesidades, pero sobre todo a los tiempos que la modernidad demanda”, sostuvo.