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Nos
impregnó al estado y a mí del amor por la cultura, dijo
Noto gran influencia de Pitol en la
cultura de Veracruz: Vila-Matas
Dunia Salas Rivera |
Me
convertí en escritor gracias a él, añadió
el escritor catalán |
“El
estado de Veracruz se parece mucho a mí, porque ambos nos hemos
impregnado del amor por la cultura gracias a Sergio Pitol. He notado
mucho la influencia importantísima de la presencia de Pitol
en Veracruz, que ha ayudado mucho a que se desarrolle más el
aspecto cultural del estado. En Varsovia me pasó lo mismo,
fui ahí inocentemente y me convertí en escritor gracias
a Pitol y mi afición definitiva por la cultura la produjo el
propio Sergio”, expresó el escritor barcelonés
Enrique Vila-Matas. |

«Fui
feliz en Los Portales del Puerto de Veracruz, y esas horas me
fueron suficientes para montar una novela entera a partir de ese
momento»:
Enrique Vila-Matas.
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Vila-Matas,
quien asistió al homenaje que el Gobierno del Estado y la Universidad
Veracruzana (UV) ofrecieron al veracruzano Sergio Pitol, Premio Cervantes
2005, agregó que una de las cosas que disfruta de la escritura
de Pitol es lo que definió como “su atrevimiento estilístico”:
“La mezcla, que casi se inventó, de ensayo-narración.
Esa forma de juntarlo todo, como hace en Nocturno de Bujara, donde
va mezclando los géneros y con gran maestría te lleva
del ensayo a la narrativa, y de una historia que acaba muy lejos de
donde empezó, con un género distinto con el que empezó”. |
Acerca
de su relación con el veracruzano, el autor de La asesina ilustrada
comentó: “Hay dos tipos de amistades: las amistades con
personas de una misma ciudad que se ven continuamente, que acaban
peleándose por pura fatiga mutua; y otra, que a través
del tiempo se va desarrollando de una manera más inteligente,
a base de encontrarnos casualmente en diversas ciudades o lugares,
que se mantiene a través del tiempo de manera magnífica,
debido, en parte, a que siempre son encuentros muy felices y fértiles.
”Cuando conocí a Sergio, en Varsovia, yo tenía
25 años, y en España ningún escritor de su categoría
me concedía un minuto ni me dedicaba tiempo para hablarme de
literatura. Así que el magisterio de Sergio se dio, desde el
primer momento, en la conversación en la sobremesa en su casa
de Varsovia, a mi paso por esa ciudad”.
Según refirió el español, Pitol le comunicó
una pasión por la cultura, la lectura y la música: “En
Varsovia me guió siempre sin que me diera cuenta. Esa pasión
por la cultura me ha perseguido toda la vida hasta el punto de que
me enteré que la cultura no necesariamente creaba ángeles
o personas maravillosas, sino también monstruos. La prueba
está en el nazismo, como sabemos, había personas que
en el campo de Auswich se ponían a escuchar música de
Mozart, por lo tanto, la cultura no salva de nada, pero sí
es cierto que en la España franquista la incultura triunfaba
por todas partes y, en cierta forma, sigue siendo así”.
Feliz
en Los Portales
El autor de Lejos de Veracruz, narró que en el primer viaje
que hizo a la casa de Pitol, cuando se acababa de instalar en Xalapa,
fue al Puerto de Veracruz y, aunque estuvo sólo unas horas,
“fui feliz en Los Portales y esas horas me fueron suficientes
para montar una novela entera a partir de ese momento”.
El español comentó que empezó su libro con
un texto que da la descripción de un momento: “Se titulaba
Es que soy de Veracruz, que después cambié por Lejos
de Veracruz, porque era más novelesco. Pero el título
fue algo que se me ocurrió mientras estaba en Los Portales
... y era feliz ... era como de ahí. Estuve sólo unas
horas, lo suficiente como para escribir una novela”.
Sobre su nuevo libro Los exploradores del vacío –que
comenzó hace medio año– dijo que es un regreso
a lo que había hecho unos 10 años antes, y que dejó
para dedicarse a escribir novela, el relato “de gente común,
menos marcada por lo literario”. |
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