Año 6 • No. 241 • octubre 9 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Alma Espinosa
• Banco de Germoplasma resguarda variedades como annona purpurea, muricata, diversifolia, reticular, diverflora y glabra

• Universidades de Brasil y Venezuela quieren firmar un convenio con la UV para intercambiar material vegetativo
Debido a la importancia de la investigación en anonáceas, científicos de México y el mundo han organizado reuniones para compartir conocimientos y experiencias. El primer Congreso Internacional de Anonáceas se realizó en 1997 en el Estado de México. Dos años después se organizó el segundo, pero con sede en Chiapas. El tercer Congreso fue en el 2002 y traspasó las fronteras mexicanas al llevarse a cabo en Chile. Este año continuó el mismo esquema al realizarse en España.
México no ha estado ajeno a este tipo de actividades. En el 2002 organizó el Primer Congreso Nacional de Anonáceas, cuya sede fue la Universidad Autónoma de Chapingo. En ese marco se creó la Sociedad Mexicana de Anonáceas. En el 2004 se realizó en Yucatán el segundo congreso y el tercero fue del 11 al 15 de septiembre en Tabasco.
Las actividades agrícolas, ganaderas y otras emprendidas por el hombre han ocasionado la erosión genética de las anonáceas, especialmente de la guanábana, y con ello han propiciado la extinción de algunas variedades con características deseables para el productor.

Una medida para atenuar la extinción fue emprendida por Librado Vidal Hernández, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana (UV), al impulsar la creación del Banco de Germoplasma para reproducir especies bajo condiciones controladas.

Hasta el momento, el Banco, instalado en el rancho La Bandera, en Actopan, resguarda las variedades annona purpurea, muricata, diversifolia, reticular, diverflora, glabra, escleroderma y globiflora. En esta primera etapa también se estudian las variedades montana y sin fibra, endémicas de La Habana, Cuba. Ahora se contempla la posibilidad de estudiar una variedad procedente de Costa Rica, cuya característica primordial es que cada fruto pesa ocho kilos, lo que servirá como incentivo para los productores.

El elegido desde 1977 “padre de las anonáceas” dio a conocer que las universidades de Brasil y Venezuela están interesadas en firmar un convenio con la UV para intercambiar experiencias y material vegetativo. Esto es una muestra, comentó, del impacto positivo que ha causado el Banco en científicos de todo el mundo que viajan hasta este estado para conocer la cantidad y calidad de variedades de guanábana y otras anonáceas que se pueden salvar de la extinción.

Cabe destacar que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) apoya las actividades de conservación de la variabilidad genética. La dependencia aporta recursos económicos a la Red Mexicana de Anonáceas, cuya sede es la Universidad Autónoma de Chapingo, la cual destinará una partida a la UV para el manejo del banco de germoplasma.
El banco también tiene como objetivo, aseguró el académico, fortalecer la investigación que se realiza en la Facultad con el fin de cumplir los requerimientos del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). Aunado a lo anterior, apoyará los trabajos del cuerpo académico Recursos naturales y frutícola, del que es líder, y también se pretende involucrar a los estudiantes de licenciatura.
Trabajo con productores

La Sociedad Mexicana de Anonáceas nombró a Librado Vidal delegado de Veracruz, y como parte de sus funciones tiene que coordinar, crear e impulsar proyectos que contribuyan a disminuir y, de ser posible, erradicar los problemas que afectan a las anonáceas, principalmente la guanábana.

Un problema adicional al de la extinción de variedades es el de la organización de los productores. El líder nacional de la guanábana desde el 2000, recordó que cuando fue presidente de la Sociedad Mexicana (2000-2004) formó una sociedad de productores para la cual consiguió recursos. El problema comenzó cuando los integrantes no estuvieron de acuerdo en la forma de administrar el dinero, pues ellos lo querían en efectivo.

Por esta razón, aseguró, buscará otros productores que quieran organizarse y beneficiarse en conjunto. Para hablar de números, dijo que actualmente trabaja sobre la problemática del cultivo de la guanábana en el municipio de Emiliano Zapata, donde existen 50 productores, mientras que en Actopan suman 30. Cada uno cuenta con un terreno para siembra de aproximadamente una hectárea.
El país tiene siete mil 290 hectáreas de guanábana, de las que Veracruz tiene 850 y Tabasco 600 hectáreas, por mencionar algunos. Librado Vidal amplió la información al decir que en toda la República Mexicana se tiene una producción anual de 65 mil toneladas de este rico fruto.

Agregó que en los últimos 20 años ha cobrado mayor importancia el cultivo de las anonáceas, específicamente la guanábana en el mercado exterior. La pulpa se envía congelada a Japón e incluso al continente europeo. Otra especie exitosa en el mercado internacional es la chirimoya, mientras que en México no se le da mucha importancia.


Investigaciones en la UV


Dentro de la familia de las anonáceas existen varias especies, pero cuatro son las más importantes: la guanábana, de mayor trascendencia económica; chirimoya, sobre la cual se ha hablado en simposios internacionales; zaramullo, annona escamosa distribuida principalmente en Yucatán y Campeche (en Veracruz sólo existen árboles aislados); y papause, que se encuentra en el Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Las anonáceas ya han sido exploradas anteriormente por investigadores de la UV. Incluso se han realizado estudios que han causado gran impacto sobre las propiedades de la semilla de la guanábana para lograr un control natural de las plagas, comentó.

Al hablar de su experiencia, el investigador dijo que para iniciar el banco de germoplasma realizó una exploración en los municipios de Emiliano Zapata, Actopan y Puente Nacional. Entre las poblaciones de guanábana encontró dos árboles cuyos frutos presentaban reminiscencias estilares muy prolongadas, comúnmente conocidas como espinicas.

Y precisamente las guanábanas de estos árboles no presentaban el barrenador de semilla, muy común en estos frutos. Con base en esta observación, el investigador recolectó pequeños frutos que crecieron la temporada siguiente para estudiar el mecanismo de defensa que no permite a la plaga depositar sus huevos en el fruto.

El científico realizó un clon que lleva por nombre “Enna” y que reproduce vegetativamente a través de un injerto para conservar sus características peculiares. Determinó que es necesario continuar con las investigaciones y observar los comportamientos del espécimen. Si su hipótesis se comprueba, significará un gran avance para el desarrollo del cultivo y, por ende, de la producción.

Entre las actividades de investigación que se continúan haciendo, está la de seleccionar árboles resistentes a enfermedades y a bajas temperaturas. Esto requiere especial atención porque dentro de la familia de las anonáceas, la guanábana es la especie más sensible a bajas temperaturas.

El trabajo continuo y la dedicación que Librado Vidal pone al estudio, cuidado y preservación de las anonáceas del país le han valido el reconocimiento de productores y estudiosos del mundo. Si requiere mayor información acerca de estos tópicos escriba al correo lvidal152@hotmail.com o llame a la Facultad de Ciencias Agrícolas-Xalapa al (228) 842-1749.