Año 6 • No. 259 • marzo 12 de 2007
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General


 Reportaje

 Becas y oportunidades


 
Arte
 
 Deportes

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Arte prehispánico inspira
a artistas contemporáneos
Alma Espinosa
Los aspectos que denotan arte prehispánico son el manejo de materiales, técnicas, estilo, belleza y conceptos plasmados
El arte prehispánico está lejos del menosprecio de las culturas europeas, ya que ha sido revalorado en su justa dimensión y continúa inspirando a importantes escultores y pintores contemporáneos, declaró Rubén Morante López, académico de la Universidad Veracruzana (UV).

Al hablar sobre el arte prehispánico que podemos apreciar en las exposiciones permanentes del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), el doctor en Antropología comentó que puede ser catalogado dentro de un gran tipo de arte que es el primitivo, el cual calificó como el más espontáneo de todos, ya que en él se vuelca el sentimiento humano de forma plena y directa.
Posteriormente surgieron variaciones y comenzaron a caer en lo figurativo, con lo que dejaron ese aspecto naturalista y se acercaron a lo abstracto. Para ejemplificar lo anterior, el ex director del MAX citó el caso de una cabeza partida a la mitad, encontrada en Tenochtitlan hace 15 años; una parte era completamente natural y en la otra presentaba una serie de pequeñas bolas entrelazadas como si fueran un cerebro.

Otro caso del camino hacia la abstracción es el de las máscaras sobre el rostro, en que la primera tiene facciones naturales, la segunda está ligeramente descarnada y la tercera muestra el esqueleto. Justamente cuando se incluye un concepto, el aspecto figurativo influye en el arte.
Los hechos que hacen que se hable de arte prehispánico, comentó el maestro en Historia y Etnohistoria, son el manejo de materiales, técnicas, estilo, belleza y conceptos plasmados. Si hablamos de materiales basta recordar la pintura mural y su permanencia gracias a la utilización de piedras, conchas marinas o huesos para la elaboración de pinturas.

Un ejemplo de lo anterior es el azul maya que, contrario a su nombre, también fue utilizado en otras culturas como las asentadas en Veracruz, en el centro de México y Tlaxcala. Para obtener este maravilloso color se empleaban ciertas arcillas para mezclarlas con tintes azules obtenidos de forma orgánica, que solos no podrían haber perdurado durante miles de años.

En lo que se refiere a las técnicas, hay un reconocimiento indudable, pues utilizaban piedras muy duras como el basalto y encontraban la forma idónea para darle plasticidad al material. Es indudable que el trabajo con la cerámica es una muestra de que sabían cómo plasmar su estilo en la obra que creaban.
En el MAX podemos encontrar estas obras espectaculares que nos permiten conocer el esplendor del arte prehispánico. Apenas un ejemplo es la exposición de la Mixtequilla, en la que a primera vista destacan las esculturas de tres mujeres muertas en el parto o Cihuatéotl.

Rubén Morante explicó que la muerte de las mujeres dando a luz era considerada gloriosa, equiparable a la de un guerrero. La muerte era una de las cosas más difíciles de plasmar en el arte para nuestros antepasados, ya que se creía que después de la muerte existía otra vida.

La muerte, la vida y toda la riqueza cultural prehispánica de Veracruz se puede apreciar en los más de nueve mil metros cuadrados de exhibición, que resguardan cerca de dos mil 500 piezas de arte prehispánico. El MAX permanece abierto de martes a domingo de las 9 a las 17 horas; excepto el 21 de marzo, 1 de mayo, 16 de septiembre, 20 de noviembre y 25 de diciembre.