Dadle
a un hombre los pinceles o la cámara fotográfica y
captará a la mujer, la mayoría de las veces, desde
su punto de vista viril que puede ir desde la compasión virginal-maternal,
la grotesca imagen de una bruja hasta el regodeo del voyeurismo.
Por tal motivo, Gladys Villegas Morales se ha puesto a analizar
La imagen femenina en artistas mexicanas contemporáneas en
un ensayo en el que revisa las artes plásticas creadas por
mujeres.
El arte representado en la imagen es la lectura de una época
y su pensamiento, el ojo y la sensibilidad que captan un momento,
un fragmento de la realidad para convertirlo en icono perdurable
a través del cual se crean estereotipos. |
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En el estudio que realiza Gladys Villegas encontramos un recorrido
histórico que inicia, como es de suponerse, con la imagen
de Eva que según la Iglesia católica es “la
madre de todos los vivientes”, o la “terrible”
Lilith y ni se diga la temible Pandora y su caja de males, personajes
que serían seres del Paraíso si no hubieran sido “rebeldes”.
La misoginia es un estigma marcado por los medios eclesiales y como
tal se expresa en obras pictóricas que representan a la hechicera
Circe, la belleza satánica de Salomé, la manipuladora
Cleopatra o la pecadora Judit. Los pinceles de Botticelli, Caravaggio,
Rubens, Tintoretto, Moreau y tantos otros reflejan a estas mujeres
como grandes seductoras.
Las prostitutas y cortesanas son puestas en el lienzo por Manet,
Toulouse-Lautrec, Steen, y las vírgenes, por innumerables
pintores que reflejan a la mujer que concibe sin pecado. Gladys
Villegas tampoco deja a un lado la visión nacional de las
féminas a través de creadores nacionales como Siqueiros,
Rivera, Orozco, Rodríguez Lazcano, O´Gorman, Tamayo,
Toledo o Cuevas. En este rápido recuento por la historia
icónica de la mujer, Villegas marca una tipología
amplia de las características femeninas que se pueden hallar
a partir de la creación masculina occidental y que incluso
vemos como modelo pulido y acabado en las imágenes publicitarias
actuales.
Dice la autora: “Para llegar a ello he tenido que analizar
los estereotipos que de la imagen femenina se han construido a lo
largo de la historia del arte, además de entender la construcción
social que los sustenta y analizar la producción plástica
que ha generado”. Es decir, “la mujer es más
pintada que pintora” por lo que “la imagen de la mujer
está definida por la mirada del hombre”.
La autora, quien es doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense
de Madrid y catedrática de la Facultad de Artes Plásticas,
ubica el arte feminista a principio de los años 70 en Estados
Unidos y Gran Bretaña y aquí hay que resaltar que
no estudia el feminismo como un catálogo de resentimientos
(que suelen brotar cuando de la marginalidad se dejan escuchar las
voces que permanecían calladas) sino que da cuenta de técnicas
y visiones particulares a través de siete artistas que elige
para ejemplificar La imagen femenina en artistas mexicanas contemporáneas.
Para ello habla de Rowena Morales, artista mexicana que irrumpió
en el panorama de la plástica a finales de la década
de los setenta con temas básicamente femeninos; Maris Bustamante,
pionera de las artes visuales, escenógrafa, museógrafa,
realizadora de arte objeto y performance; Yolanda Andrade, magnífica
fotógrafa mexicana que ha retratado diversos aspectos de
la Ciudad de México (vale recordar que el libro cuenta con
un anexo que incluye una brevísima muestra del arte de las
creadoras de las que aquí se habla, ahí se puede apreciar
una excelente fotografía llamada La revelación donde
una viejita sentada en la banqueta de la calle envuelta en su rebozo
mira de reojo a una figura de cartón femenina desnuda); Carla
Rippey, la norteamericana nacionalizada mexicana especializada en
grabado; Nunik Sauret, pintora y grabadora de reconocido prestigio
(un trabajo de ella ilustra la portada del libro); Mónica
Mayer, artista visual y performancera quien junto con Maris Bustamante
formó el grupo de arte feminista Polvo de Gallina Negra y;
Magali Lara una de las mujeres más destacadas dentro del
arte mexicano.
En las conclusiones de su ensayo, Gladys Villegas asienta: “Con
una visión crítica, las mujeres estamos dando un nuevo
significado a nuestra existencia y a nuestra historia, reconstruyéndola
y renovándola en todos los ámbitos. Con este propósito,
las artistas han aportado su visión crítica y han
expuesto una mirada diferente, no androcéntrica, de la identidad
femenina. En este trabajo dejamos constancia de las inquietudes,
reflexiones y propuestas llevadas a cabo por las artistas mexicanas”.
Por supuesto, con ello abre un camino para estudiar y fomentar,
en los espacios sociales y culturales de igualdad, las expresiones
femeninas a través de las artes plásticas que, por
fortuna, cada vez son más.
La imagen femenina en artistas mexicanas contemporáneas de
Gladys Villegas Morales es de la Colección Biblioteca de
la Dirección General Editorial de la Universidad Veracruzana
y se puede adquirir en el Servicio Bibliográfico Universitario,
Xalapeños Ilustres 37 o en la Feria Permanente del Libro
Universitario, Hidalgo 9. |