A pesar de que el apoyo económico a los proyectos culturales
ha decrecido con el arribo al poder de los tecnócratas del
neoliberalismo, las publicaciones de la Universidad Veracruzana (UV),
así sea a un ritmo menor y con tirajes francamente desoladores,
no han sido interrumpidas al grado que hoy festejamos el nacimiento
de la Serie Conmemorativa “Sergio Galindo”, aseguró
el crítico literario Alfredo Pavón, a propósito
de dicha publicación, en el marco de la Feria Internacional
del Libro Universitario (FILU) 2007.
Desde que en 1983, el fundador de la Editorial, Sergio Galindo escribiera:
“Desde sus inicios editoriales, en 1957, la UV contó
con grupos de entonces jóvenes maestros que unieron sus conocimientos
y entusiasmo para llevar a cabo una labor que si la capacidad y perseverancia
no hubiesen perdurado se hubiera quedado en una utopía más”,
la situación no ha cambiado mucho, acaso sólo para remarcar
más la crisis por la que atraviesa México desde hace
ya muchos años, añadió Pavón.
En este sentido, Mario Muñoz, académico de la UV, calificó
de titánica la empresa que realizó Galindo de fundar
una editorial y perseverar en la continuidad de su proyecto divulgador
en un país de escasos lectores.
“El proyecto de Sergio surge en un momento coyuntural de la
cultura nacional: la década de los cincuenta, periodo de transición
de la vida en México. Por una parte, aún es intenso
el nacionalismo producto de la Revolución Mexicana; por la
otra, es el despuntar de la modernidad detectada en la emergente cultura
urbana, dijo.
La iniciativa de Galindo, agregó, consistió en reunir
a todos los miembros de su generación, sin más límites
que la calidad de los materiales dispuestos para la publicación:
“La sensibilidad de Sergio es patente en su decisión
por promover el cambio y arriesgarse a publicar nombres que en ese
momento aún carecían de reconocimiento público
no obstante su calidad”.
Muñoz puntualizó que a 50 años de distancia –edad
que este 2007 cumple la Editorial de la UV–, el noble propósito
de Sergio Galindo se ha cumplido con creces: “la palabra escrita
seguirá siendo, para fortuna nuestra, la casa donde habita
el espíritu del hombre libre”.
En este sentido, su gran amigo José de la Colina expresó:
“Ninguno de nosotros: Juan Vicente Melo, Juan García
Ponce, Tomás Segovia y yo teníamos conciencia de ser
una generación. Nos unía una especie de espíritu
general respecto de algunos autores, gustos comunes pero también
discordancias”.
El autor de Ven, caballo gris comentó que a ellos les decían
que fueron los que rompieron con una tendencia folclórico-social
que parecía haber en la literatura mexicana, “pero no
teníamos ningún propósito de romper con nuestra
tradición, más bien coincidíamos en que la literatura
no es un servicio social pedestre que sí rendía un servicio
al espíritu humano pero no a una política, no a un deber
ser de lo que es una literatura nacional”. La
Serie Conmemorativa “Sergio Galindo”
Incluye los títulos: Infierno de todos, de Sergio Pitol;
El norte, de Emilio Carballido; Los hombres verdaderos, de Carlo
Antonio Castro; Ven, caballo gris, de José de la Colina;
Polvos de arroz, de Sergio Galindo; Diario semanario y poemas en
prosa, de Jaime Sabines; y Ocnos, de Luis Cernuda.
A estas obra seguirán: Los muros enemigos, de Juan Vicente
Ámelo; Arco y certamen, de José Pascual Buxó;
El sueño creador, de María Zambrano; Discurso de Filosofía
y otros trabajos sobre la materia, de José Gaos; Regiones
de refugio, de Gonzalo Aguirre Beltrán; Imagen Primera, de
Juan García Ponce, y Las Botas, de Ryszard Kapuscinsky.
La FILU seguirá hasta el 30 de septiembre en el Museo del
Transporte y Exposiciones de Xalapa, ubicado en el Kilómetro
1.5 de la carretera Xalapa-Coatepec, en Xalapa. |