| Año 7 • No. 283 • Octubre 1 de 2007 | Xalapa • Veracruz • México |
Publicación
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Coinciden
ponentes del foro “El futuro del libro en la era digital” |
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Los
medios electrónicos de publicación no amenazan a la
producción editorial en papel |
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La publicación de libros electrónicos, conocidos también
como e-books, no desplazará al libro impreso; por el contrario,
ambos pueden beneficiarse de la existencia de este nuevo formato,
aseguraron los participantes de la mesa redonda “Nuevas opciones
de publicación”, como parte del foro “El futuro
del libro en la era digital”, que se celebra en la Feria Internacional
del Libro Universitario (FILU). Una de las características de producir textos en formato digital es la posibilidad de llegar a más lectores, tanto en bibliotecas como en sitios de Internet debido a que dicho público no accede necesariamente a estas obras al comprarlas, como ocurre con los libros, coincidieron Kristina Morris, editora de libros digitales, Jeiny Solís y Jesús Sánchez, desarrolladores del software digilibro. En una mesa moderada por Jesús Lau, director de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Veracruz de la Universidad Veracruzana (UV), Kristina Morris presentó como una posibilidad del formato electrónico la publicación realizada por una compañía de danza independiente, en la cual ellos mismos editan sus artículos y alcanzan un público más amplio vía Internet, además de evitar gastos de imprenta, explicó. Con la creación de revistas en formato electrónico las universidades tienen la posibilidad de involucrar a sus académicos y estudiantes en la publicación y divulgación de sus propuestas, además de permitir a un público más amplio –e incluso en otras regiones locales o mundiales– el acceso a los trabajos que se publiquen. En la presentación del software denominado digilibro, Jeiny Solís y Jesús Sánchez explicaron que se trata de un programa completamente desarrollado en México, cuyo objetivo es la creación de libros electrónicos que puedan ser leídos en diferentes sistemas operativos, así como para la creación de bibliotecas virtuales. Solís y Sánchez definieron al libro digital como “cualquier medio reproducible en una computadora para transmitir información al consumidor”, que puede reducir costos de producción e incluso de almacenamiento a compañías o bibliotecas, por ello su factibilidad para el medio escolar, precisaron. El caso óptimo para la aplicación de este tipo de publicaciones se da con universidades, bibliotecas y compañías que requieren tener un amplio catálogo de obras accesible a sus usuarios, constantemente actualizado y con el menor uso de espacio posible, coincidieron los ponentes. |