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Presentada
en la FILU
La colección Luz portátil convierte
los pies de foto en poesía
Alma Espinosa |
Hasta
hace un año los libros de fotografía tenían textos
aduladores y una mala impresión y distribución |
Hasta
hace un año los libros de fotografía eran de baja calidad
en su impresión, tenían textos aduladores y su distribución
no era la adecuada, hasta que la editorial Artes de México
adoptó el proyecto de la colección Luz portátil,
que reúne una decena de libros de excelente manufactura, contenido
y los textos son como pies de foto convertidos en poesía.
Durante el segundo día de actividades en la Feria Internacional
del Libro Universitario (FILU) se presentó la colección
a la que asistió su coordinador, Pedro Tzontémoc, quien
explicó que el conjunto de libros en los que participan destacados
artistas de la lente y la letra, llena un vacío que dejan publicaciones
como Luna córnea (del Centro de la Imagen) que han dejado de
circular. |
Además
de cubrir con los requisitos de excelente calidad en impresión
y efectiva distribución, los libros de la colección
Luz portátil tienen textos que fueron creados a partir de las
interpretaciones y posturas de escritores en torno a las fotografías,
lo cual elimina la posibilidad de relatos aduladores o meramente descriptivos.
David Martín del Campo, escritor y colaborador de la colección
dijo que Luz portátil rescata precisamente la luz que ofrecen
las imágenes del mundo para hacerla portátil y llevarla
en su bolsa hacia la casa. Expresó que “la fotografía
nos causa mucha envidia a los escritores porque competimos en el ámbito
digital, nosotros tenemos en la máquina 28 teclas principales,
los fotógrafos manejan una sola tecla, el disparador, y deciden
qué parte del mundo es la que debe permanecer y cual no”. |
David
Martín del Campo dijo que Luz portátil rescata la
luz que ofrecen las imágenes del mundo para hacerla portátil
y llevarla en su bolsa hacia la casa |
Abundó que lo realizado en los libros es una especie de pie
de foto ampliado, emotivo, para intentar relacionar a la fotografía
que es una expresión plástica con el texto. Para dar
a conocer los seis títulos de la colección que hasta
el momento se han publicado –están en imprenta otros
cuatro y el año próximo editarán diez libros
más–, el escritor exhibió uno a uno y explicó
a los asistentes al Auditorio 1 de la FILU su contenido.
El primero fue Cielo y tierra de Jorge Vértiz y Alberto Blanco,
que juntos realizaron un libro de viaje por la India. El siguiente
fue Lugares prometidos de Gabriel Figueroa y Alberto Ruy Sánchez,
que muestra imágenes manipuladas por la nueva tecnología.
El bosque erotizado de Alicia Ahumada y Alberto Ruy Sánchez
es un libro que muestra una visión botánicamente erótica
porque se muestran ramas de árboles como figuras femeninas
y viriles.
En Hojas sueltas de Adrián Mendieta y David Martín del
Campo rescatan los paisajes de México, ya que a decir de David
Martín los fotógrafos se han olvidado de este tipo de
fotografía al dedicarse casi exclusivamente a la foto urbana.
Nombró como dos excepciones a Mariana Yampolsky y Juan Rulfo.
El quinto libro de la colección es El ser y la nada de Pedro
Tzontémoc y David Huerta, en el que se percibe mucha ausencia
y soledad; las imágenes retratan figuras en tránsito
que buscan salir de la composición y la soledad del hombre
de las grandes urbes. Finalmente, Mar urbe de Jorge Lepez Vela y Óscar
de la Borbolla muestra fotos de reminiscencias marinas en balnearios
de la ciudad de México. |
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