Año 8 • No. 293 • Diciembre 10 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Centrales

 General

 Regiones

 Becas y oportunidades

 Arte

 
Deportes

 
Contraportada

 


 Números Anteriores


 Créditos


 
Sindicato y excelencia
José Othón Flores Consejo
Durante el pasado XV Congreso Estatal de la FESAPAUV, el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, nos invitó a construir “la mejor universidad pública de México”, al tiempo que el secretario general de esa Federación, Enrique Levet Gorozpe, aseguró que sus integrantes “tienen una visión muy clara de los grandes retos y la perspectiva del sindicalismo producto de los nuevos tiempos”.

Estas declaraciones deben congratularnos y, luego del reconocimiento de ambas partes sobre su preocupación esencial que es el sostenimiento de la universidad pública que busca la excelencia académica, no podemos más que sentirnos satisfechos del rumbo que lleva nuestra casa de estudios.

La filosofía en que se basan los modelos de calidad no es ajena a la participación de grupos sindicales en las organizaciones; por el contrario, junto con ellos, ofrece elementos que facilitan el entendimiento entre la alta dirección y los trabajadores. Veamos: En el punto seis nuestra querida amiga y ya famosa doña Norma (NMX-CC-9001-IMNC-2000 ó lo que es lo mismo ISO-9001:2000), se habla de la gestión de los recursos y obliga a la alta dirección de las organizaciones que pretenden demostrar que su sistema de gestión está orientado a la calidad, para que provean los recursos necesarios para la implementación, mantenimiento y mejora continua del propio sistema.

Doña Norma se refiere aquí a los recursos tecnológicos, financieros, de infraestructura y por supuesto los humanos. De éstos, dice que deben ser competentes en su trabajo de acuerdo a su educación, capacidad, habilidades y experiencia y es, claro está, responsabilidad de la alta dirección observar que esta competencia se dé en todos los niveles de la organización.

La participación de la FESAPAUV en la lucha por los recursos presupuestales, tal como quedó expresado por su líder, demuestra del interés de esa organización por acompañar a la rectoría en este tremendo esfuerzo hacia la excelencia y los mejores niveles de ingreso permitirán entre otras cosas, con toda seguridad, mejorar los mecanismos de detección de necesidades de capacitación referidas específicamente a las competencias de todos los miembros de la comunidad universitaria.

Pero como ya hemos comentado, la Norma sólo nos dice los requisitos mínimos de una organización orientada a la calidad, así que demos un vistazo a lo que respecto al personal dice el Modelo Nacional para la Calidad Total, del Premio Nacional de Calidad y que se asemeja mucho a los modelos internacionales de excelencia.

Dice que una organización de clase mundial “crea las condiciones necesarias para propiciar el desarrollo del personal y mejorar su calidad de vida como fundamento para el desarrollo organizacional y el logro de sus estrategias” y esto a través de sus sistemas de trabajo, es decir, “la forma en que la organización diseña el trabajo y crea una estructura de alto desempeño”.

En este sentido, se espera que la organización cuente con “los esquemas de trabajo individual y grupal, con un enfoque de facultamiento, para lograr el alto desempeño de los procesos y el logro de los objetivos de la organización” (en el entendido que se cuente con reglamentos, contratos colectivos, sistemas de reconocimientos, etcétera).

Se espera también que la selección del personal siga un proceso lógico que asegure su competencia y claro está, en estos aspectos la participación sindical ha jugado ya un papel preponderante en los éxitos alcanzados por nuestra institución y de los que, en su discurso en el referido Congreso, ya daba cuenta Arias Lovillo.

El Modelo Nacional para la Calidad Total también pide a las organizaciones, respecto del desarrollo humano, que la organización demuestre que “identifica y define los perfiles de conocimientos, habilidades y actitudes requeridos para el personal, de acuerdo con los sistemas de trabajo individuales y grupales, así como a las estrategias de la organización; se lleva a cabo el diagnóstico y desarrollo de necesidades de conocimientos, habilidades y actitudes del personal de acuerdo con los perfiles, en el corto y largo plazo; se crean condiciones y prácticas de reforzamiento para el aprendizaje continuo”.

Y finaliza este punto estableciendo algo que, en mi opinión, resulta la diferencia entre quienes alcanzan o no la excelencia que es la calidad de vida en el trabajo. Esto queda definido en el documento del modelo de la siguiente forma: “La forma en que la organización mejora la satisfacción, salud, y bienestar de su personal en el trabajo y por el trabajo mismo; la relación laboral entre los integrantes y entidades externas y la promoción del bienestar de la familia del personal”.

La organización que pretende alcanzar estos niveles debe: “definir los factores críticos de satisfacción del personal; evaluar y medir el grado de satisfacción de todo el personal en el trabajo y por su trabajo, y cómo se da respuesta a las necesidades identificadas; apoyar al personal por medio de políticas, servicios y prestaciones; propiciar la seguridad, higiene y ergonomía en el trabajo; y, promover el bienestar familiar”.

Pues, como ya ha quedado dicho, juntos –autoridades y sindicatos– deben atender estos aspectos para que en plena concordancia y mirando ante todo el bienestar organizacional y el logro de su misión, alcancen esta excelencia que hoy ya no es un lujo sino una exigencia de quienes confían en nosotros la educación de los jóvenes veracruzanos.

En otro orden de ideas, tuve la oportunidad de asistir al VI Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Responsables de la Estandarización de la Información Administrativa y Financiera en las Instituciones de Educación Superior (AMEREIAF) que se celebró en San Luis Potosí.

Luego de aprender el nombre de la asociación, que representa un verdadero reto, constaté la importancia que tiene para la educación superior de nuestro país contar con criterios unificados para el ordenamiento y presentación de la información relevante en materia de administración y finanzas y por supuesto, la gran oportunidad de contar con un foro para el ejercicio de la comparación referencial, tan importante en los sistemas administrativos (los vecinos del norte llaman a esto benchmarking).

En este congreso pude observar que el planteamiento de nuestro modelo del Sistema Universitario de Gestión por Calidad, que seguramente ustedes ya conocen, está a la vanguardia del trabajo que en la actualidad se hace en educación superior en el mundo.
Hasta aquí por esta semana y recuerden que sigo esperando sus comentarios al correo electrónico otflores@uv.mx.