El
cambio en el modelo económico que comenzó a suceder
en los estados nacionales a principios de la década de los
ochenta, cuando el neoliberalismo fue la tendencia dominante de
la economía, influyó también en el lenguaje
de las ciencias sociales, subrayó Enrique de la Garza Toledo,
investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En su conferencia “Las perspectivas teóricas en el
análisis sociológico latinoamericano”, realizada
dentro de las actividades del 30 aniversario de la Facultad de Sociología
de la Universidad Veracruzana (UV), el académico manifestó
que las teorías del marxismo y del estructuralismo –imperantes
en el discurso científico desde la década de los cincuenta–
fueron desplazadas por el lenguaje económico que se basa
en las teorías de elección racional.
Considerar la relación costo-beneficio es el elemento fundamental
de dichas teorías, siendo así que “la acción
racional comienza a trasladarse a otros ámbitos de lo social;
ahora tenemos un nuevo personaje teórico: el actor racional”,
relacionándose con el lenguaje de los académicos e
investigadores sociales, explicó De la Garza Toledo.
En la actualidad el estructuralismo está desprestigiado,
apuntó, y es muy raro que algún sociólogo se
declare estructuralista ya que sus planteamientos han perdido validez;
a su vez, comentó: “el marxismo siempre fue muchos
marxismos y sólo dos dominaron en el siglo XX: el marxismo-leninismo”
impulsado por el gobierno de la Unión Soviética, “y
el marxismo de (Louis) Althusser” dentro de la corriente francesa.
Cuando se derrumba el sistema socialista el marxismo entra en una
profunda crisis que impactó directamente a los científicos
latinoamericanos, pues en su mayoría aplicaban los planteamientos
difundidos por el gobierno soviético en el contexto de América
Latina.
También los sistemas políticos del continente se transforman;
muchos países eran regidos por dictaduras militares que comienzan
a desaparecer para dar paso a diferentes formas de democracia que
adoptarán en los años siguientes el modelo económico
del neoliberalismo.
“La teoría de la dependencia y otras teorías
no pudieron explicar los cambios ocurridos en el contexto económico,
como el apoyo gubernamental a la libre empresa y la competencia”,
por ello los términos del neoliberalismo se incorporaron
al discurso académico, precisó el ponente.
Opinó que la sociología, más que una ciencia
puede ser considerada como un enfoque para estudiar la sociedad,
aun a pesar del lenguaje neoliberal que impera en el discurso científico;
no obstante, son los jóvenes universitarios –como en
el movimiento estudiantil de 1968– quienes tienen la posibilidad
de proponer nuevos esquemas para la investigación social,
que en los últimos 20 años se ha dirigido al tema
de la subjetividad de las relaciones sociales; los denominados “recursos
retóricos”, tienen un sesgo interpretativo representado
por autores como Clifford Geertz, explicó De la Garza Toledo.
Estamos en los albores de nuevos paradigmas sintéticos que
cambian los esquemas de análisis con la inclusión
de temas relativos a la subjetividad y las interacciones entre los
individuos, puntualizó. |