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Asegura
el nuevo director de la Editorial de la UV
Más allá de buenas intenciones, un editor es lo que
publica: Anaya
Edgar
Onofre |
El
consenso entre los asistentes a la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara es casi unánime: se ha convertido en la segunda
fie |
Más allá de sus buenas intenciones, el papel de un editor
se refleja en el catálogo de lo que publica, aseguró
el nuevo director editorial de la Universidad Veracruzana (UV), Jesús
Anaya Rosique, tras ser designado en el cargo.
Con una amplia experiencia en el mundo de la edición comercial,
tanto en México como en otros países, y la edición
universitaria, Anaya Rosique definió algunas de las prioridades
de su gestión al frente de esta importante casa editora: “Trabajaré
en la continuidad de los logros más importantes y estaré
al tanto de las innovaciones en la edición”.
Añadió que la Editorial de la UV, al igual que las editoriales
universitarias de todo el mundo, cuenta con una producción
especializada la cual “no necesariamente tiene miles de lectores.
Eso es parte de nuestro trabajo: localizar lectores en todo el mundo
para que conozcan que tenemos materiales que pueden ser importantes
para ellos”.
Además, el ex director de la Editorial Planeta se refirió
a la añeja tradición literaria de la UV: “Debemos
seguir impulsando la propuesta cultural literaria, que la Editorial
sea portadora de iniciativas de narrativa, por ejemplo, de nuevos
autores”.
Al respecto, añadió que “la única manera
de poder entrar a los puntos de venta es con una oferta variada y
rica, que construya públicos. El editor debe construir públicos.
Es una tarea muy difícil, hay muchos obstáculos, pero
no hay que retroceder en publicar lo que tiene valor, pues la edición
no es producto de un compromiso ni de intereses creados, sino un acto
libre que debe convencer por su calidad”.
En este sentido, aunque explicó que los problemas de las editoriales
universitarias no soy muy diferentes a los de las editoriales comerciales
–cuya preocupación común es la distribución
de sus libros–, explicó que la de la UV “es muy
peculiar, diferente a otras editoriales universitarias. Comparte algunos
de sus problemas, pero la historia de esta editorial demuestra que
nació desde su fundación como una editorial llamada
a tener una presencia cultural de primera línea”.
Al respecto, añadió que se reconoce que la editorial
de la UV “ha tenido momentos gloriosos y también difíciles”,
pero advirtió que, no obstante, “el catálogo muestra
una gran solidez, lo cual no pueden decir todas las universitarias”.
Anaya Rosique explicó que en las editoriales “la parte
más frágil es la distribución: en nuestro país
el panorama de los puntos de distribución como librerías
es precario: las librerías están concentradas en el
DF y más de la mitad de los municipios no cuentan con una sola
librería”.
Un editor es un propiciador cultural –añadió–,
“si hace bien su trabajo, tendrá buenos libros que llegarán
al público; si lo hace mal, tendrá bodegas ricas en
alimento para ratones. Hay que buscar el modelo adecuado para la editorial
universitaria, que forzosamente es especializada y está destinada
a un público lector acotado que el editor debe localizar y
hacerle llegar su material”.
Como oportunidades importantes en el mundo de la edición actual,
Anaya Rosique se refirió a la edición digital, los cambios
de modelo para las publicaciones académicas, las posibilidades
de la impresión bajo demanda y algunos otros desarrollos importantes
para cerrar un circuito que va del autor al lector. “Editar
no es sólo publicar, sino poner las obras en manos de los lectores”,
explicó.
“La edición universitaria puede ser termómetro
de la vida intelectual y motivador de movimientos culturales”,
dijo y, a este respecto, recordó que las dos primeras editoriales
que se crearon en el mundo fueron universitarias: las de las universidades
de Oxford y Cambridge en el siglo XVI. Y citó el estatuto de
creación de ambas, las cuales nacieron “contra la oposición
de los estadistas, que siempre temían la oposición;
de los religiosos que husmeaban la herejía y de los comerciantes
que odiaban la competencia”. |
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