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Aseguró
egresada de la maestría en Literatura Mexicana de la UV
Es turno de la academia
para promover la lectura
Juan
Carlos Plata |
Programas de gobiernos e instituciones no han funcionado y la
academia podría contribuir al interés del gran público
por escritores contemporáneos, sostuvo Alma Espinosa |
Dado
el mayor o menor fracaso de los programas de promoción de lectura
implementados desde la burocracia, del ámbito académico
podrían surgir nuevas propuestas para apuntalar esta actividad
cultural de la que tanto se habla pero que poco se promueve de manera
efectiva, sostuvo Alma Espinosa Arroyo, egresada de la maestría
en Literatura Mexicana de la Universidad Veracruzana (UV). |
Alma
Espinosa |
“Los
programas de lectura que se han intentado en el país han fracasado
y son necesarios nuevos proyectos de promoción de lectura,
y la academia es el espacio propicio para crearlos; por ejemplo, ahora
con la famosa era digital se pueden intentar muchas cosas, pero esos
proyectos necesitan continuidad y seguimiento”, sostuvo.
Recientemente egresada del programa de posgrado ofertado por el Instituto
de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV, Espinosa
Arroyo realiza una investigación basada en la novela El testigo,
de Juan Villoro, obra publicada en 2004 y ganadora del Premio Herralde. |
“El
trabajo consiste en realizar una propuesta de lectura de la obra,
basada en un estudio narratológico –que incluye aspectos
como la temporalidad, el espacio y los narradores–, además
de tomar en cuenta aspectos como las temáticas y la manera
de narrar del autor”, aseguró.
Villoro –explicó– es un caso atípico en
la literatura mexicana, popular en dos sentidos diferentes (en sus
temáticas y estilo narrativo y en su persona, en la medida
en la que es un personaje público reconocido), que lo mismo
escribe novelas que cuentos infantiles, crónicas y ensayos
para revistas, columnas de opinión en diarios.
“Se trata de un autor que además de su gran calidad es
una figura pública contemporánea; por tanto, creo que
es importante que se estudie a fondo; es muy conocido por sus crónicas,
pero sus novelas también son –además de valiosas
en lo estrictamente literario– muy valiosas desde el punto de
vista de sus temáticas y cómo se abordan, y son, relativamente,
poco conocidas”, dijo.
En la novela a estudiar se da cuenta de cómo se hacen visibles
las consecuencias del narcotráfico, su relación con
la religión y la política, cómo se manejan los
medios de comunicación, el futbol, las telenovelas, etc., todo
esto con un estilo “costumbrista contemporáneo”.
Además, sostuvo la investigadora, Villoro es un apasionado
del rock, del futbol, y muchos elementos de esto están en sus
libros y en éste en particular, lo que lo hace mucho más
accesible para el público y para quienes lo estudien.
“En comparación con sus dos novelas anteriores (Disparo
de Argón y Materia dispuesta), incorpora a la narración
muchos más elementos de él, de sus aficiones y gustos,
lo cual lo hace más interesante y digno de un estudio académico
más profundo”, aseguró. |
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