|
|
Tal
vez por descuido o desinterés, dice Sara Ladrón de Guevara
Poco estudiado el rol
de la mujer prehispánica
Gina
Sotelo |
En marzo habrá una mesa redonda sobre las mujeres en la
época prehispánica y una exposición de piezas
que las representan En
la cultura Maya hubo mujeres gobernantes |
Sara
Ladrón de Guevara |
Quizá
por descuido o desinterés, el rol de la mujer en la época
prehispánica ha sido poco estudiado; las piezas arqueológicas
de distintas regiones revelan que en sociedades como la olmeca su
papel era inferior a diferencia de los mayas, que incluso tuvieron
mujeres gobernantes; sostuvo Sara Ladrón de Guevara, directora
del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Sobre el rol de las mujeres en la época precolombina, Ladrón
de Guevara tiene en la Universidad Veracruzana (UV) un proyecto de
investigación registrado con el nombre de “Mujeres de
antaño” y que estudia a las mujeres de la costa del Golfo
en este periodo.
“Este año, y recordando el Día Internacional de
la Mujer, tendremos una mesa redonda en marzo sobre las mujeres en
la época prehispánica y una exposición de piezas
que representan a mujeres, en la Sala de Exposiciones Temporales con
piezas de nuestro museo.” |
De esta manera –explica la académica– vinculará
su trabajo al frente del MAX con su investigación. En esta
mesa participarán investigadores interesados en este tema.
“La arqueología, como muchísimas ciencias, durante
mucho tiempo fue cosa de hombres, y éstos no buscan el rol
de las mujeres, muy a menudo se olvidan de ellas. Pero a partir de
que las mujeres hemos incursionado en las distintas disciplinas, tenemos
una visión nueva y hemos propuesto distintos temas de investigación,
entre ellos el género”, dice.
Añade que en la actualidad hay muchos investigadores que estudian
las relaciones entre los sexos y que tienen que ver con la distribución
social del trabajo, con el poder y la inequidad, que no es privativa
de nuestros tiempos, de ahí el interés por conocer qué
pasaba en la época prehispánica con casi la mitad de
la población, que eran mujeres:
“Desde estudiante me ha llamado la atención que, por
ejemplo, los olmecas casi no tienen en escultura en piedra representaciones
de mujeres y las esculturas son los símbolos del poder, entonces
estamos hablando que esas mujeres no tenían acceso al poder.”
Según Ladrón de Guevara, en las piezas de El Tajín
tampoco hay muchas mujeres representadas, lo que denota una inequidad;
por otro lado, hay otras culturas que sí permitieron el acceso
de las mujeres al poder, como las huastecas, que fueron reinas, y
en el área maya donde también hubo gobernantes mujeres:
“En El Zapotal hay una gran representación de mujeres
y parece que el simbolismo de la maternidad, fecundidad y feminidad
eran muy importantes, entonces hay diferentes culturas y tratamientos.”
Seguirá también trabajando en su línea de investigación,
que es la “Iconografía en la costa del Golfo”.
En este sentido, trabajará la cerámica con bajorrelieve
del área de Río Blanco, los pectorales de concha de
la Huasteca y unas piezas escultóricas que si bien aparecen
como del periodo clásico, considera que inicialmente fueron
trabajadas durante el preclásico y que las retrabajaron en
el clásico.
“Son temas que tienen que ver con la historia del arte, con
la manufactura de las piezas y con el significado de la simbología
ahí plasmada. Mis estudios son a través de imágenes,
iconográficos, revisando desde luego los datos arqueológicos
que hay alrededor de esas piezas para darle un contexto y sentido
a lo que ellas explican.”
La directora del MAX tuvo un buen cierre en 2007 gracias al reconocimiento
de su libro Hombres y dioses de El Tajín, que ganó el
Premio Anual del Instituto Nacional de Antropología e Historia
2007 en la categoría de Mejor Trabajo de Divulgación.
Publicado por la Editora de Gobierno por vez primera en 2006, cuenta
ya con una segunda edición por parte de la Secretaría
de Educación de Veracruz, que constó de tres mil ejemplares.
Puede consultarse e imprimir el texto íntegro en la página
www.secver.gob.mx/servicios/publicaciones/libro_tajin/index.php.
Visiblemente emocionada por el reconocimiento nacional la investigadora
dice: “Desgraciadamente, los académicos a veces somos
muy elitistas y escribimos para nuestros pares”.
Reconociendo haber caído en esta dinámica, dice satisfecha
que el estar frente a una institución como el MAX le hace pensar
en la gente que tiene necesidad de conocer, pendiente de los académicos:
“De esto hablamos en la UV al decir ‘distribución
social del conocimiento’. Un deber de los investigadores no
es sólo encontrar el conocimiento, sino difundirlo y ése
es un reto que tenemos y que yo no veo generalizado. A menudo la academia
nos hace endogámicos y nos olvidamos de la población”,
finalizó. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|