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En
el siglo XXI y de forma paulatina
Regresa
el sentido
humano
a la educación
Alma
Espinosa y Gina Sotelo |
Hay
que abortar el actual sistema educativo porque es pésimo
y no tiene remedio: Francisco Gutiérrez
Fuera del ámbito formal, los procesos educativos son maravillosamente
desordenados y efectivos: Carlos Calvo |
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En
el momento en que un docente siente que ya no tiene nada más
por aprender estará perdido al igual que sus alumnos, y definitivamente
deberá cambiar de oficio porque un académico jamás
termina de aprender. Ésta es justamente una de las premisas
educativas que está cobrando un fuerte impulso desde el sur
del continente americano y ha llegado hasta la academia de la Universidad
Veracruzana (UV).
Ante la necesidad de enfrentar los nuevos retos que presenta la educación
del siglo XXI, la UV y la Universidad de La Salle, Costa Rica, estrecharon
sus lazos y fortalezas para que académicos e investigadores
de aquí cursen el Doctorado en Ciencias de la Educación
con énfasis en mediación pedagógica, que ofrece
aquella institución.
El doctorado busca, entre otros objetivos, que los participantes piensen
la educación desde un paradigma diferente al tradicional, adecuado
a los desafíos que deben enfrentarse en el siglo XXI. Propone
que los docentes transformen su perspectiva para que sean capaces
de generar experiencias pedagógicas decisivas.
Con base en esta premisa y para dialogar acerca de las ausencias y
presencias de la educación del siglo XXI en nuestro continente,
el doctorado organizó el Coloquio Internacional sobre Educación
del Siglo XXI, en el que se reunieron expertos de 12 países
en la USBI-Xalapa.
Al coloquio asistieron miembros del Instituto de Investigaciones Psicológicas
y del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores, Económicos
y Sociales de la UV, que actualmente cursan el doctorado, cuyo programa
es innovador porque también estudia e incorpora los avances
recientes en las ciencias.
En este marco se presentó la red autónoma para una educación
alterna: Caordia (www.caordia.org). Es un espacio virtual de encuentro
que posibilitará la interacción y el diálogo
entre los diversos grupos y personas involucradas en el movimiento
educativo impulsado por el doctorado. La red facilitará la
comunicación y la libre expresión de ideas, reflexiones,
investigaciones, y tenderá hacia la construcción colectiva
de nuevas modalidades para el desarrollo educativo, académico,
científico y humanístico.
Durante tres días se desarrollaron actividades académicas
y se discutieron temas como: la educación actual pone en peligro
a la humanidad y del mapa escolar al territorio educativo; asimismo,
los participantes realizaron una visita al sitio arqueológico
El Tajín, donde reconocieron la importancia de retomar el conocimiento
de antiguas culturas y la adaptación o adopción de experiencias
para transformar la educación. |
Daniel
Prieto dijo que la mirada pedagógica es la capacidad de percibir
a los demás como seres de aprendizaje |
Francisco Gutiérrez, coordinador del Doctorado en Educación
con énfasis en mediación pedagógica
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La
educación desde el caleidoscopio
Con la afirmación: “La educación actual pone en
peligro el destino de América Latina porque es inadecuada”,
expresada por Francisco Gutiérrez, de la Universidad de La
Salle, iniciaron las actividades académicas del Coloquio Internacional
para discutir la pedagogía del presente siglo.
El también coordinador del doctorado señaló la
urgente necesidad de mejorar la educación porque de lo contrario
no podrá hablarse de ningún destino con base en ésta.
Enfático, dijo que es necesario abortar el actual sistema educativo
porque es pésimo y no tiene remedio, y reflexionó: “Hay
que hacer con placer y ternura la educación porque puede salvar
a la humanidad”.
Mencionó que disciplinas como las matemáticas son aisladas
de la filosofía, el arte se separa de la química, incluso
en los edificios de las universidades se rompe la relación
natural entre individuos al separarlos físicamente por áreas:
“Por ello hay que reencantar la vida, la educación, porque
el mundo en el que estamos viviendo es un mundo desencantado. La sociedad
occidental será recordada en unos años como el periodo
del fracaso del paradigma cartesiano. Vivimos en una sociedad fracasada”.
Sugirió ver a la educación desde un pensamiento nuevo,
“devolverle la rebelión a la educación, pero una
rebelión poética, placentera”.
Durante los trabajos del Coloquio en Educación el argentino
Daniel Prieto Castillo, especialista en educación y comunicación,
habló sobre la situación del docente ante la institución
educativa y el ambiente laboral; consideró que en muchos contextos
los docentes son humillados por la estructura universitaria y aclaró
que esta humillación supone el postergar la creatividad, aprendizajes,
imaginación, interacción y tiempos personales.
Este tipo de humillación, dijo, va minando la autoestima hasta
que la persona se ve a sí misma como humillada. Lo anterior
se refleja cuando un académico no se atreve a mostrar a sus
compañeros sus trabajos de investigación por temor,
porque existe “una especie de súper ego que predice que
tu trabajo te lo van a hacer pedazos y lo harán menos porque
no citaste a determinados autores, aunque sea un trabajo universitario
que requirió de mucho tiempo y esfuerzo. Es tal el peso de
la mirada del otro en el sentido negativo que aparece ese miedo a
mostrar lo que uno ha hecho. La dignidad supone a quien se reconoce
a sí mismo y que es reconocido por los demás en su ser
y diferencia”, expresó.
La humillación como práctica sostenida entre los educadores
conlleva un enorme costo monetario; además, cuando la autoestima,
el amor y el reconocimiento de sí mismo están ausentes
por 20 ó 30 años, los docentes van dejando de ser y
en el espacio universitario ser significa trabajar de forma adecuada
desde el punto de vista pedagógico y con un sentido de satisfacción
y alegría.
Aparte de los bajos salarios existen otras acechanzas que están
en la base de las humillaciones: el lugar social de la educación
en la política, la imposición por encima de los valores
educativos y de las miradas burocráticas, el menosprecio de
la función docente en la universidad, las relaciones de poder
dentro de la institución, la depreciación de la experiencia
y la práctica de cada educador, la desestimación de
la cultura y los saberes de cada educador, la ausencia de la memoria
de los procesos educativos en el aula y las instituciones, la negación
del tiempo para pensar, compartir, crecer, sentir, de espacios de
aprendizaje, la soledad del educador, así como los contextos
de violencia social y educativa.
Frente a esta situación planteó el derecho de los docentes
a protagonizar en el aula experiencias pedagógicas decisivas.
Dichas experiencias son encuentros de maestros aprendices y de otros
miembros de la comunidad educativa basados en evidencias de prácticas
sostenidas por metodologías y conceptos, que marcan en lo profundo
a cada participante en el plano intelectual y emocional a tal grado
que ya nadie es el mismo luego de este tipo de experiencias.
El autor de más de numerosos títulos enfocados al tema
de la comunidad y la pedagogía detalló que las experiencias
pedagógicas decisivas no consisten en una iluminación
de una semana o de una brillante conferencia. Las experiencias requieren
de más tiempo y no se improvisan porque son fruto de un proceso
de planificación y organización. La incertidumbre se
maneja desde una buena organización y ése es el juego
entre la organización y el caos.
¿Qué es lo decisivo de estas experiencias? Claridad
en la utopía pedagógica, si no sabes a dónde
vas es posible que no llegues; evidencia conceptual y de métodos;
claridad en la capacidad de autoorganización y de gestión
para concretar el proyecto; voluntad de aprendizaje e interaprendizaje,
sin eso no hay experiencia decisiva que valga; voluntad de comunicación;
continuidad en la práctica; capacidad de aventurar como El
Quijote; y construcción de una mirada pedagógica madura.
La mirada pedagógica es la capacidad de percibir a los demás
como seres de aprendizaje, comunicación y aventura en cualquier
edad y situación social que sea. “No hay mirada pedagógica
posible sin mirarme a mí mismo en tanto educador o educadora,
como un ser de comunicación, aprendizaje y aventura. Las experiencias
pedagógicas decisivas tienen como condición de posibilidad
y como objeto de construcción esa mirada”, concluyó.
Educación
vs escolarización
Existe una diferencia abismal entre educación y escolarización
porque esta última conlleva la educación pero enclaustrada
en un aula, explicó el chileno Carlos Calvo, especialista
en desarrollo del pensamiento y doctor en Educación por la
Universidad de Stanford, California.
Durante su participación en el “Conversatorio sobre
las ausencias y presencias de la educación en América
Latina”, expuso que normalmente aprendemos muy bien fuera
de la escuela y muy mal y con muchas dificultades en el seno de
ésta. Desafortunadamente, la mayor parte de las investigaciones
dan cuenta de los fracasos escolares y de la incapacidad de los
profesores para enseñar bien, pero existen pocos trabajos
que den cuenta de la enorme capacidad de aprendizaje que tienen
los que fracasan en la escuela, fuera de ese ámbito escolar.
Afirmó que la educación es omnipresente y para nosotros
es tan natural educarnos que no nos damos cuenta; en tanto, la escuela
ha convencido a casi todos de que es la única vía
de aprendizaje sin tomar en cuenta que es posible encontrar símiles.
“Si investigamos cómo aprendemos fuera del ámbito
formal nos damos cuenta que los procesos educativos siguen patrones
muy distintos, son maravillosamente desordenados y no planificables
en el detalle”.
Al mirar cómo se aprende en contextos informales, además
de ver que es un proceso desordenado, es posible afirmar que se
cuenta con una vocación de aprender asombrosa. “Los
pequeños que están aprendiendo brincan, saltan y exudan
placer; mientras que en la escuela son rápidamente controlados”,
reconoció.
El sistema educativo debe contemplar estos grandes cambios que requiere
este sector, como el que sean jóvenes que enseñen
sobre computación a los académicos de escuelas y universidades,
y quede superado el impedimento de que no comprueba el conocimiento
científico, por ejemplo. Explicó que el ser humano
no puede evitar aprender y lo hace también con fines de enseñanza
o compartirlo con los demás.
Al concluir los trabajos del Coloquio, los alumnos del doctorado
en Educación con énfasis en mediación pedagógica
reconocieron la necesidad de transformar la educación. Para
Judith Sosa, vicerrectora académica de la Universidad Simón
Rodríguez de Venezuela, el cambio está primero en
la mentalidad de cada docente porque es una visión distinta
al paradigma “que está enclaustrado en nuestro cerebro,
cuerpo y alma desde hace muchísimos años”, comentó. |
Carlos
Calvo |
Raúl
Arechavala, de la Universidad Autónoma de Honduras, destacó
de esta experiencia que busca el cambio existencial en cada uno de
los participantes del doctorado y a partir de esta premisa se logrará
la transformación en los demás: “Sin cambio individual
es imposible un cambio en las estructuras educativas”, aseveró.
¿Cómo promover el cambio desde uno? Es un proceso de
reflexión teórica, práctica y afectiva. “Ese
proceso se seguirá dando paulatinamente en la medida en que
cada uno de nosotros ejerza una influencia sutil. Eso irá cambiando
las cosas en las instituciones y paulatinamente se irá difundiendo
en las demás esferas de la cultura y la vida de la gente”,
concluyó Arechavala. |
Judith
Sosan |
Raúl
Arechavala |
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