Basta seguir con atención el argumento
de Un gran ramo de rosas, última obra escrita
por Emilio Carballido, para saber que es ésta
la síntesis de su sabiduría. Regalo espléndido
a su público, la obra dirigida por Alejandra
Gutiérrez estará presentándose
en breve temporada en la Sala Chica del Teatro del Estado.
Nadie mejor que el propio Carballido pudo haber delineado
mejor a los atípicos personajes. Loli y Eduardo
no son ni jóvenes ni bellos; por el contrario,
la vida misma les ha marcado en el cuerpo y en el alma,
lacerando sus ideales, mitigando sus sueños.
Paradójicamente es la propia vida –¿el
destino?, ¿Dios?– la que los pone frente
a frente. Y cuando dos seres rotos e incompletos suman
sus soledades todo puede ocurrir, incluso el surgimiento
de un amor que no por ser tormentoso deja de ser real.
Carballido sorprende una vez más al convertir
en ave Fénix a dos seres de cenizas. Los despoja
de sus tediosas rutinas para sumergirlos en una peligrosa
aventura en la que pueden salir lastimados pero que
bien vale la pena afrontar. Al fin y al cabo nada pierde
el que nada tiene.
Loli habla por teléfono con alguien. Está
emocionada. No es para menos, acaba de recibir un gran
ramo de rosas del que se advierte un admirador anónimo.
Tocan a la puerta. Es él, es Eduardo. Desaliñado,
desgarbado, de semblante turbio. Loli lo invita a pasar
sin notar que en sus manos lleva tensa una cuerda. Se
siente el peligro, pero para Loli es tarde ¿o
quizá no?
El reparto lo integran Juana María Garza, actriz
de la Compañía Titular de Teatro de la
UV, y Dagoberto Gama, egresado de la Facultad de Teatro
de la UV, quien ha hecho carrera en el Distrito Federal.
Producida por la Universidad Veracruzana (UV) y el Colegio
de Bachilleres del Estado de Veracruz (Cobaev), es la
historia de amor de dos seres extraños y curiosos
en un ambiente de humor, piedad y comprensión.
Participan en la producción Aarón Campos
y Roberto Guillén. |
|