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Año 8 / No. 327 / Septiembre 29 de 2008 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Presentada por la Orteuv

Sigue en cartelera El atentado,
de Ibargüengoitia

Gina Sotelo

“Cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia, es una vergüenza nacional”, reza la publicidad de El Atentado, última obra del autor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia. Dirigida por Enrique Singer, actualmente en cartelera en la Sala Chica del Teatro del Estado.

Es la última puesta en escena del año de la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana, que en esta etapa en que es administrada por Boris Schoemann y Alberto Lomnitz se ha esforzado por traer a directores y actores externos para crear una sinergia creativa. Ha sido el caso de Lisa Owen, Luis Rábago y ahora además de Singer está el actor Arturo Ríos.

En la obra histórica El atentado, Ibargüengoitia se centra en la muerte de Obregón y el juicio a sus asesinos, hecho que el dramaturgo rebasa para apuntalar con tonos fársicos la facilidad con la que el poder manipula y aplasta al hombre pequeño. Esta obra es emblemática pues fue la última que escribió el dramaturgo, de ella se desprende su novela Los Relámpagos de agosto.

Para este montaje el director invitado es Singer, de quien recordamos el montaje de Hedda Gabbler que llevó a la Muestra Nacional de Teatro de Pachuca. La escenografía corre a cargo de Auda Caraza y Atenea Chávez y la iluminación es de Juliana Faesler.

Está en escena casi la Compañía completa, pues son más de 20 actores en escena, de quienes comparten protagónicos Héctor Moraz, como Borges; Alba Domínguez, como la Abadesa; Julián Loredo, como Pepe, y Carlos Ortega como el detective y general Suárez.

Ibargüengoitia fue, ante todo, un literato con alto sentido crítico. El humor de sus novelas, sus obras teatrales y sus artículos periodísticos son de un sarcasmo fino y salvaje. La manera como utilizaba su ágil prosa para diseccionar y destazar, para ridiculizar y poner en evidencia a sus personajes –muchos de ellos personajes del poder político y económico, ya fuese a nivel nacional o en el microcosmos de la provincia mexicana– era su fórmula para dinamitar la historia y la realidad oficiales, para hacer trizas el mito de las instituciones y del desarrollo estabilizador, en una época en la cual el PRI era el partido dictatorial en México.

En 1962 publicó El atentado, con la cual ganó el Premio Casa de las Américas de Cuba, y a partir de allí, paradójicamente, decidió hacerse novelista. Los relámpagos de agosto fue su primera novela y la que lo llevó a comprender que había elegido su camino.

Vendrían en adelante otras obras importantes: las novelas Maten al león, Estas ruinas que ves, Las muertas, Dos crímenes y Los pasos de López –las últimas cuatro forman parte de lo que podríamos llamar las novelas del “Plan de Abajo”, por desarrollarse, aunque en diferentes épocas, dentro de la geografía de esa ficticia entidad federativa tan parecida a Guanajuato– y los volúmenes recopilatorios de sus artículos publicados básicamente en Excélsior y Vuelta.

El Atentado está en cartelera hasta finales de septiembre en la Sala Chica del Teatro del Estado. Estará en temporada viernes (20:30) y sábados y domingos (19:30). El costo del boleto será de 50 pesos adultos y 30 con las credenciales acostumbradas.

Cabe señalar que debido al formato de la obra, hay cupo limitado, así que para asegurar su lugar, reserve sus boletos al 818-38-16 de lunes a viernes de 10:00 a 15:00 y de 17:00 a 20:00 horas.