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Año 8 / No. 331 / Octubre 27 de 2008 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En 15 años ha trabajado sistemáticamente para ello

El Estado destruyó la soberanía
alimentaria mexicana: Bartra

Además de la crisis alimentaria, el país enfrenta
crisis ambientales, demográficas, energéticas
y financieras, sostuvo el experto

Juan Carlos Plata

El Estado mexicano ha trabajado sistemáticamente durante 15 años para destruir la soberanía alimentaria del país y a la fecha se están pagando los costos de importar alimentos relativamente baratos en lugar de producirlos, pues los precios se han elevado y se ha desmantelado buena parte de la producción campesina, sostuvo el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en el tema, Armando Bartra Vergés.



Armando Bartra Vergés
Durante su conferencia titulada “Agricultura mexicana y crisis alimentaria mundial” dictada en la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana (UV) como parte de las actividades de “La Semana del Sociólogo”, Bartra Vergés dijo que por si esto fuera poco, hay cuatro crisis más que golpean ya severamente al país: la ambiental, la demográfica, la energética y la financiera.

“Los escenarios futuros para el país no son buenos, ya tenemos una crisis ambiental con el fenómeno del cambio climático que ya nos está afectando, una crisis demográfica que se evidencia con un problema severo de migración, una crisis energética con elevación de los precios de los combustibles provocada por el agotamiento de las reservas de petróleo, y una crisis financiera importante”, aseveró.

El investigador de la UAM afirmó que México tiene todas las condiciones para ser un productor de alimentos, “pero hemos tenido y tenemos gobiernos que decidieron que era más barato importar granos de Estados Unidos a buen precio –decían ellos– que producirlos con más costos en México, y optaron por la dependencia alimentaria desde hace un poco más de 15 años. La consecuencia de eso es que hoy importemos 25 por ciento del maíz, más de 50 por ciento del trigo, y la mayor parte del arroz que consumimos”.

Explicó que ante la inminente crisis los organismos internacionales, que habían sostenido lo contrario hasta hace un par de años –el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés)–, están planteando que hay que invertir seriamente en la agricultura, particularmente la pequeña y mediana, que produce para el mercado interno.

El investigador sostuvo que a nivel nacional las alternativas planteadas por el Estado han sido erradas: “Ante la elevación de precios, se decidió aumentar el monto de los apoyos del programa de Oportunidades, es decir, darle a la gente más dinero para que compre los mismos alimentos más caros, en lugar de apoyar a esa misma gente para que produjera alimentos”.

Dijo que la política sigue siendo: “Si hay riesgo de hambre, hay que comprar más alimentos en el extranjero, facilitar la importación y darle a la gente un poquito de dinero para que pueda seguir comprando, cuando evidentemente lo que hay que hacer es aumentar la producción nacional”, aseguró.