Benito Guillén |
Al vincularla con
el pueblo, afirmó académico de la UNAM
Vasconcelos le dio significado
a la educación superior en AL
El educador manifiesta un pensamiento
universal
en términos de la educación, abarcando
toda Latinoamérica,
opinó Benito Guillén
David Sandoval
Con la llegada de José Vasconcelos (1882-1959)
a la Rectoría de la Universidad Nacional, la
educación superior adquiere significado para
México y para Latinoamérica al ser la
primera ocasión que se vincula con el pueblo,
planteó Benito Guillén Niemeyer, académico
de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
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La trascendencia de Vasconcelos en la Rectoría de
la Universidad se sintetiza en una frase: “Por mi raza
hablará el espíritu”; cuando el intelectual
acuña este lema para la Universidad le da una orientación,
un sentido y un significado al quehacer universitario, precisó
Guillén Niemeyer.
El académico presentó la ponencia “Vasconcelos
rector” dentro del XI Encuentro Internacional de Historia
de la Educación que organizó la Universidad
Veracruzana (UV) en colaboración con la Sociedad Mexicana
de Historia de la Educación, AC.
“La vinculación con el pueblo, que no tenía
la Universidad, sufre un cambio radical cuando Vasconcelos
llega a exigir que nos vinculemos con las clases populares
y exhorta a los universitarios para que no se alejen del pueblo
y se comprometan con su alfabetización”, detalló.
Vasconcelos es universal en términos de la educación,
parte de su preocupación no es sólo lo nacional
sino lo latinoamericano, ello es palpable con la mencionada
frase, es extensiva para toda América Latina (AL),
como puede verse en el escudo, dándole un significado
a la educación superior en Latinoamérica, observó
Guillén Niemeyer.
Vasconcelos plantea en sus escritos que AL conforma la quinta
raza, la síntesis de todas las demás y la que
puede hacer un cambio gracias a la suma de las cuatro vertientes
que se mezclan en el continente.
Este proyecto a gran escala ubica al intelectual como un innovador,
señaló: “Hablando del Vasconcelos de los
años veinte, el revolucionario –porque es muy
distinto al intelectual de los años cuarenta y cincuenta
que es de derecha–, su ideología era radical
apoyando el movimiento revolucionario y posteriormente fue
radical con sus planteamientos de derecha”.
Cuando el Triángulo de Sonora –compuesto por
Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles
y Adolfo de la Huerta– toma el poder a la muerte de
Venustiano Carranza, se combina la voluntad política
y la necesidad social, explicó el académico.
“Obregón se da cuenta que nuestro país
tiene una educación muy deficiente, un país
de analfabetas donde el sistema educativo está en la
calle y tiene que nombrar un responsable a nivel nacional”,
en este momento decisivo es cuando se decide por José
Vasconcelos.
Había grandes intelectuales como Alfonso Reyes y los
hermanos Alfonso y Antonio Caso, todos ellos pertenecientes
al Ateneo de la Juventud; no obstante, el único que
manifiesta un compromiso explícito con los ideales
revolucionarios es José Vasconcelos.
Obregón ve en Vasconcelos al intelectual de la talla
de Alfonso Reyes; además, encuentra al hombre comprometido
con el proceso revolucionario y también juega el entusiasmo
personal del educador por participar en el proyecto.
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