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Año 9 / No. 337 / Diciembre 8 de 2008 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal


Benito Guillén

Al vincularla con el pueblo, afirmó académico de la UNAM

Vasconcelos le dio significado
a la educación superior en AL

El educador manifiesta un pensamiento universal
en términos de la educación, abarcando toda Latinoamérica,
opinó Benito Guillén

David Sandoval

Con la llegada de José Vasconcelos (1882-1959) a la Rectoría de la Universidad Nacional, la educación superior adquiere significado para México y para Latinoamérica al ser la primera ocasión que se vincula con el pueblo, planteó Benito Guillén Niemeyer, académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La trascendencia de Vasconcelos en la Rectoría de la Universidad se sintetiza en una frase: “Por mi raza hablará el espíritu”; cuando el intelectual acuña este lema para la Universidad le da una orientación, un sentido y un significado al quehacer universitario, precisó Guillén Niemeyer.

El académico presentó la ponencia “Vasconcelos rector” dentro del XI Encuentro Internacional de Historia de la Educación que organizó la Universidad Veracruzana (UV) en colaboración con la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación, AC.

“La vinculación con el pueblo, que no tenía la Universidad, sufre un cambio radical cuando Vasconcelos llega a exigir que nos vinculemos con las clases populares y exhorta a los universitarios para que no se alejen del pueblo y se comprometan con su alfabetización”, detalló.

Vasconcelos es universal en términos de la educación, parte de su preocupación no es sólo lo nacional sino lo latinoamericano, ello es palpable con la mencionada frase, es extensiva para toda América Latina (AL), como puede verse en el escudo, dándole un significado a la educación superior en Latinoamérica, observó Guillén Niemeyer.

Vasconcelos plantea en sus escritos que AL conforma la quinta raza, la síntesis de todas las demás y la que puede hacer un cambio gracias a la suma de las cuatro vertientes que se mezclan en el continente.

Este proyecto a gran escala ubica al intelectual como un innovador, señaló: “Hablando del Vasconcelos de los años veinte, el revolucionario –porque es muy distinto al intelectual de los años cuarenta y cincuenta que es de derecha–, su ideología era radical apoyando el movimiento revolucionario y posteriormente fue radical con sus planteamientos de derecha”.

Cuando el Triángulo de Sonora –compuesto por Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta– toma el poder a la muerte de Venustiano Carranza, se combina la voluntad política y la necesidad social, explicó el académico.

“Obregón se da cuenta que nuestro país tiene una educación muy deficiente, un país de analfabetas donde el sistema educativo está en la calle y tiene que nombrar un responsable a nivel nacional”, en este momento decisivo es cuando se decide por José Vasconcelos.

Había grandes intelectuales como Alfonso Reyes y los hermanos Alfonso y Antonio Caso, todos ellos pertenecientes al Ateneo de la Juventud; no obstante, el único que manifiesta un compromiso explícito con los ideales revolucionarios es José Vasconcelos.

Obregón ve en Vasconcelos al intelectual de la talla de Alfonso Reyes; además, encuentra al hombre comprometido con el proceso revolucionario y también juega el entusiasmo personal del educador por participar en el proyecto.