Pedro Arrojo Agudo |
Afirmó
Pedro Arrojo Agudo, catedrático de la Universidad
de Zaragoza
El del agua es un problema
de calidad y no de escasez
Francisco Javier Chaín Revuelta
Orizaba, Ver.- “Cuando
se habla de que más de mil millones de personas
no tienen acceso al agua potable, en los medios de comunicación
se suele pensar que se habla de problemas de escasez,
que vamos a morir de sed o cosas parecidas, pero no
es así: el problema es un problema de calidad”,
aseguró Pedro Arrojo Agudo, catedrático
de la Universidad de Zaragoza, al dictar una conferencia
magistral sobre la calidad del agua en el aula magna
de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad
Veracruzana (UV). |
Agregó que el agua está repartida de manera
irregular de acuerdo con la climatología de cada lugar,
de cada rincón de la Tierra; no obstante, los seres
humanos estamos siempre cerca de varias fuentes abundantes
de agua, el problema es que las hemos matado, hemos quebrado
la salud de nuestros ecosistemas acuáticos, de nuestros
ríos, de nuestras fuentes, de donde podíamos
beber agua a placer.
El problema entonces es eso, primero han muerto las ranas
y los peces, después han empezado a medio morir y a
morir personas, siempre de las comunidades más pobres
y más vulnerables, y ése es el problema; por
lo tanto, la clave está en recuperar la salud de los
ecosistemas acuáticos si queremos recuperar también
el acceso al agua potable no sólo para los ricos sino
también para los pobres, pero no hay mucho tiempo.
Se calcula que por falta de calidad del agua fallecen cada
día 20 mil personas, la mayoría de ellos niños
que mueren por diarrea.
“No conozco estadísticas de México, pero
no hacen falta, se advierte con toda probabilidad que hay
millones de infecciones intestinales que en definitiva son
efecto de estar bebiendo agua que no es potable. Esta situación
sorprende a cualquiera ya que México, si bien es pobre
y no es rico, sí es una potencia emergente, una potencia
intelectual y profesional que impresiona, las ciudades que
he conocido nada tienen que envidiar o imitar a las demás
ciudades de cualquier lugar del mundo; sin embargo, lo que
sorprende a cualquiera es que cuando llegas a cualquier sitio
te adviertan y te digan ¡No bebas agua de la llave!
Eso es una vergüenza”, aseveró.
“Me dicen los viejos de aquí que antes no era
así, que en una generación se ha asesinado la
calidad del agua. Me dicen por ahí que muchos crecieron
aquí bebiendo a placer el agua de la llave sin problema
alguno. Tenía noticia que los ríos Lerma y Santiago
eran los más contaminados del país y supe de
propuestas de gobierno tan increíbles como hacer una
represa para luego bombear esa agua inmunda para la red de
Guadalajara. Un país tan potente, tan poderoso, tan
inteligente como es México no puede permitirse tales
contradicciones. Ahora me dicen que el río Coatzacoalcos
es el más contaminado y que el río Blanco ahora
es negro”
Dijo que si no se toman acciones urgentes, los pobres que
habitan río abajo tendrán que emigrar o morir
como ha pasado con ranas y peces: “En una sociedad democrática,
con acierto o desacierto elegimos a nuestros gobernantes,
ésa es nuestra responsabilidad y ellos tienen la responsabilidad
irrenunciable, y no hay disculpa, de frenar los crímenes
contra el agua. Las autoridades, sean de este país
o de cualquier otro, tienen la responsabilidad de la gestión
pública, de las cosas del interés general, de
lo que Aristóteles llamaba la res pública, la
cosa de todos y de todas, y obviamente, para eso están.
No hace falta repetirlo, bien sabemos que este grave problema
de la calidad del agua no lo resolverán las esferas
políticas, no se resolverá mientras no empecemos
una revolución cultural en la sociedad”, finalizó.
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