Tras los deslaves
de septiembre pasado, la comunidad no se ha repuesto
Apoyará UV la recuperación
de Barranca Grande
Convocan a donar víveres para
ayudar a los damnificados; se recibirán en Xicoténcatl
no. 99, colonia Centro, en Xalapa
David Torres
(colaborador) |
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Barranca Grande es una comunidad que pertenece al municipio
de Ixhuacán de los Reyes y está casi en la colindancia
con el estado de Puebla. La congregación fue desalojada
en septiembre pasado debido a los deslaves de la época
de lluvias. Toda la población fue trasladada a la cabecera
municipal. Desde ese momento, y hasta hace pocas semanas,
800 personas vivieron en un salón social apoyadas por
el gobierno y el ejército.
Ahora los habitantes de Barranca Grande regresan poco a poco
a la cosecha del café, actividad que es su sustento
y sin la cual no podrían sobrevivir. Sus tierras están
cerca de lo que fueron y ahora vuelven a ser sus hogares y
se restablecen para poder levantar la primera cosecha del
año. Aunque saben que la zona ha sido catalogada como
“zona de derrumbe y deslaves”, lentamente empiezan
a habitar la recientemente dañada comunidad.
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Protección Civil del Estado y la
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) han dicho
que no se debe regresar a la zona de alto riesgo y han
puesto en la entrada de dicha comunidad un letrero que
dice: “Prohibido habitar y construir”, pero
pobladores que llevan más de tres o cuatro generaciones
en el lugar han hecho caso omiso.
El antropólogo José Luis Pérez Chacón
lleva muchos años trabajando en la zona, en la
Casa de la Universidad Veracruzana de Coyopolan. Junto
con Armando Pastrana, Agustín Grajales y Rafael
Sol, conformó un equipo de la UV que visitó
la zona para evaluar los daños ocurridos en septiembre
pasado.
Al llegar al lugar, la esposa del delegado municipal comentó
que desde diciembre más de 300 habitantes han regresado
a la comunidad: “Sabemos que en mayo tendremos que
irnos al albergue otra vez, pero no podemos quedarnos
ahí ahora, porque debemos trabajar en la cosecha
del café. Si no, ¿cómo le hacemos?”,
dijo. |
Al preguntarle a la Señora Rizo si han recibido algún
apoyo desde que regresaron, contestó: “No, en
el albergue nos daban los alimentos necesarios, pero cuando
se acabe eso, ¿quién nos asegura que tendremos
con qué vivir? Por eso regresamos, porque no podemos
estar todo el tiempo en el albergue”.
Desde septiembre que ocurrió la tragedia se prometió
trasladar a la población a un sitio seguro. El terreno
ya está comprado pero aún no se da ninguna orden
para llevar a cabo el reacomodamiento de la población.
Por su parte, el grupo de universitarios buscan convocar a
quien desee ayudar para poder entregar víveres en dicho
lugar: “Agustín y yo llevamos más de doce
años llevando apoyo a comunidades; todas las ocasiones
lo hemos hecho cerca del Cofre de Perote, pero al hablar con
José Luis, nos enteramos de la situación y decidimos
brindar nuestra ayuda”, comentó Armando Pastrana,
de la Unidad de Organización y Métodos de la
Universidad.
La situación en la comunidad es precaria y aunque se
ha dicho que la zona es inhabitable la Secretaría de
Desarrollo sigue utilizando la comunidad como punto de reunión
para entregar el apoyo del programa Oportunidades. Decenas
de personas esperan desde temprana hora la llegada del apoyo
económico y vienen desde las comunidades de Ziuxil,
Comalixhuatla, Jepitla y Villa Nueva.
Y es que antes de lo ocurrido el año pasado la congregación
de Barranca Grande era la más numerosa de la cabecera
municipal habitada por mil 700 personas aproximadamente. Y
ha estado habitada desde el año 1800. Por tal motivo
resulta un tanto comprensible que los habitantes no quieran
dejar el lugar en el que nacieron, ellos y hasta sus bisabuelos.
La ayuda por parte de los miembros de la Universidad está
planeada para el domingo 15 de febrero. Para el público
interesado que quiera donar ropa, calzado, alimentos no perecederos
y medicinas la dirección a la que pueden acudir es
Xicoténcatl no. 99, colonia Centro, en Xalapa, a nombre
de Agustín Grajales.
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