Recibieron Ernesto Cardenal y Eduardo
Galeano el grado de Doctor Honoris Causa
En defensa del hombre y su libertad
Con ellos ingresan a la UV
nuevos aires de libertad y de dignidad:
Rector
Esta Universidad también
es una casa de dioses. Yo puedo dar fe:
Galeano
No soy hombre de muchas patrias,
sólo tengo a Nicaragua y México:
Cardenal
Alma Espinosa, Edith Escalón, Edgar
Onofre y Juan Carlos Plata
Fotos: Luis Fernando Fernández y César Pisil
El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal,
el escritor uruguayo Eduardo Galeano y la Universidad Veracruzana
(UV) hicieron anoche una gran defensa de los valores del hombre,
de la justicia, la coherencia, la crítica y la libertad
durante la ceremonia en que esta casa de estudios otorgó
el Doctorado Honoris Causa a los dos escritores.
Considerados símbolos de la dignidad latinoamericana,
los dos escritores llegaron a la ceremonia precedidos por
la expectación que su presencia en la UV causó
tanto a nivel local como nacional y estuvieron acompañados
por artistas de la talla del cubano Silvio Rodríguez,
el trovador Óscar Chávez y el escritor Carlos
Montemayor, por citar a algunos cuantos.
Por ello, el rector de esta casa de estudios,
Raúl Arias Lovillo, se refirió a ellos de la
siguiente manera: “La entrega de los doctorados a dos
latinoamericanos universales devuelven a la UV una conciencia
crítica. Los dos, con su audacia inaudita de hombres
totales e íntegros, nos han fortalecido la capacidad
de construir nuevos proyectos de justicia y libertad”,
expresó.
Con sus palabras, continuó, nos han dado las armas
de la razón para emprender las transformaciones que
nos exige la libertad y aseguró que la reforma reciente
emprendida por la UV reivindica la defensa de los valores
fundamentales del hombre y el respeto a la vida. Con los doctorados,
aseguró el Rector, ingresan a la UV nuevos aires de
libertad y de dignidad.
“Aumentan nuestros horizontes académicos y culturales;
al tiempo que fortalecemos los cimientos históricos
y morales de nuestro proyecto de futuro, que aseguramos será
de grandeza”, concluyó.
La UV también es casa de dioses:
Galeano
En su discurso, Eduardo Galeano sostuvo que, tomando en cuenta
que la palabra entusiasmo significa en griego “tener
a los dioses adentro”, la UV también es una casa
de dioses.
“He podido comprobar, en estos pocos días, que
los dioses no sólo residen en el espléndido
Museo Antropológico de Xalapa. También esta
Universidad es casa de los dioses. La fervorosa electricidad
de sus estudiantes confirma el origen de la palabra entusiasmo
y yo puedo dar fe”, sostuvo.
Dijo estar agradecido por el reconocimiento, por dos motivos:
por venir de quien viene y por venir con quien viene, en referencia
al otro homenajeado, el poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal.
La presentación del escritor uruguayo estuvo a cargo
del periodista mexicano Jaime Avilés, quien resaltó
“su costumbre de jugarse la vida en nombre de la solidaridad
acudiendo a países donde la presencia de un artista
de su tamaño representa un escudo humano, un apoyo
a los que tienen razón, una condena a quienes ejercen
la injusticia”.
Avilés dijo que Las venas abiertas de América
Latina –quizá la obra emblemática del
autor, escrito en 1971– “hoy reactualiza su vigencia,
porque las causas de la crisis económica del hoy por
hoy son, otra vez, la concentración demencial de la
riqueza en unas cuantas manos, el despilfarro ilimitado en
cosas de lujo inútiles, el financiamiento de guerras
perdidas de antemano y, antes y después de todo, el
desprecio por los demás, empezando por los pobres,
por los indios, por los negros, y por todos los que no son
blancos, es decir, el desprecio por la inmensa mayoría
de la humanidad”.
Sólo tengo dos patrias: México
y Nicaragua, dijo Cardenal
Ya investido con el grado de Doctor Honoris Causa, Ernesto
Cardenal agradeció a la UV haber hecho posible que
fuera en México donde recibiera esta distinción,
un país donde el coterráneo de Rubén
Darío publicó sus primeros poemas, realizó
sus estudios universitarios e inició sus estudios para
el sacerdocio religiosos: “No soy hombre de muchas patrias,
sólo tengo éstas dos”.
En su discurso, el poeta resaltó las vinculaciones
estrechas entre México y Nicaragua. Las prehispánicas,
fincadas en la cultura náhuatl; las ideológicas,
pues fueron los ideales de la Revolución Mexicana los
que inspiraron la revolución sandinista que derrocó
la dictadura de Somoza, y la vinculación de “la
patria grande”, la de la unión latinoamericana.
“Como latinoamericanos todos sentimos mucha atracción
por México. Hay imágenes imborrables en nuestras
mentes que son parte de nuestra identidad y política,
imágenes de gran poder sugestivo que han rebasado las
fronteras de México y está presente, influenciando
a todas las revoluciones”.
Al hacer la presentación de Ernesto Cardenal, el escritor
argentino Jorge Boccanera reconoció al hombre que ha
creado una obra “original e iluminadora”, que
abarca en un solo as el compromiso político, el hacer
poético y la fe religiosa, “un hombre de principios
que sigue sosteniendo que la revolución significa la
puesta en práctica del evangelio, que la verdadera
iglesia está con los pobres y que lo importante es
cambiar el mundo, porque es posible y necesario”.
Destacó también la integridad del poeta nicaragüense,
que nació en un país sitiado por las tropas
norteamericanas: “Ajeno a cualquier servilismo, ha sido
un crítico severo del abuso del poder y las corruptelas
que han traicionado el espíritu de la revolución”.
En su vasta obra literaria, dijo, se refleja “una Centroamérica
donde convergen el pensamiento mágico y la contingencia;
la retahíla de dictadores sangrientos y enajenados,
pero también, un extenso registro de resistencia y
rebeldía en la lucha por la dignidad”.
Jorge Boccanera
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Óscar Chávez
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Jaime Avilés
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Carlos Montemayor
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Silvio Rodríguez
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