Dirección de Comunicación
Universitaria
Departamento de Prensa
Año 9 / No. 354 / Mayo 11 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Goethe, Rousseau, Brontë, Payno y
Pellicer se unen a la Biblioteca del Universitario

Forjar una nueva generación de jóvenes universitarios capaces de analizar el momento social, político y cultural que les toca vivir desde una perspectiva omnímoda, partiendo de las lecciones de los clásicos universales de todos los tiempos, es el objetivo de la colección Biblioteca del Universitario (BU) de la Universidad Veracruzana (UV), que compila joyas literarias seleccionadas por el escritor Sergio Pitol y en total constará de 52 títulos.

El Premio Cervantes 2005 dirige esta serie convencido de que el libro, que define como “un instrumento de salvación creado para hacernos libres de la ignorancia y la ignominia, de los demonios, el tedio, la trivialidad y la pequeñez”, es la herramienta propicia para abrir a los jóvenes las puertas del conocimiento del mundo y también a sí mismos, como lo anota el prestigioso hombre de letras en el prólogo que aparece en todos los títulos de la colección.

Entre las novedades de la BU figuran obras notables como Emilio, o De la educación, de Jean-Jacques Rousseau, uno de los autores que han contribuido con más fuerza a configurar nuestra identidad moderna; Fausto, de Johann Wolfgang Goethe, quien renovó todos los géneros literarios y se convirtió en la figura intelectual alemana más importante de su tiempo; la antología Esta barca sin remos es la mía, de Carlos Pellicer, quien muestra el mundo “como si invitara a las palabras a comer en su mano y ellas aceptaran la invitación para florecer en el poema”; Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, quien hace alarde de imaginación, inventiva, sabiduría narrativa y libertad estilística en sus líneas, y El hombre de la situación, de Manuel Payno, una de las voces más originales de la literatura mexicana.

De amenísima lectura, Emilio, o De la educación (1762) contiene conceptos y temas que se han venido discutiendo desde hace más de dos siglos y constituyen una referencia ineludible para todo aquel interesado en el problema de la instrucción académica y de los principios. Con su música propia, el libro ilustra también los viejos planteamientos intelectuales, platónicos; pero por la originalidad de su argumentación, la novedad de su enfoque, las revelaciones que aporta, las emociones que provoca, esta obra maestra de Rousseau es intensa, apasionadamente de su tiempo y el nuestro.

Podría decirse que el rasgo principal de Fausto es la desmesura, atributo que sólo en apariencia y en nombre de esas reglas que pretenden identificarse con lo clásico, puede considerarse como negativo. La desmesura temática y un poco folclórica del mito del hombre que hace un pacto con el diablo para curar sus deseos insatisfechos y poder acceder al conocimiento total de la experiencia, se transforma en la obra de Goethe en la desmesura formal, lo que permite incorporar muchas contradicciones consideradas por algunos como irreconciliables: es a la vez un drama trágico pero no carente de comedia, alegórico pero también fantástico, místico, estrafalario y erudito.

Amparada por un título inolvidable, que se imprime en la memoria como una frase musical, la hermosa y elegante novela Cumbres borrascosas narra la trágica historia de amor –que continúa en la muerte– entre Catherine Earnshaw y su amigo del alma, el atormentado Heathcliff. Mucha de la fascinación que ejerce esta obra, un auténtico clásico de la novelística inglesa, radica en el despliegue de humanidad que se agita en sus páginas, donde los personajes cobran vida en un escenario lúgubre y un poco alucinante, con una concreción irrevocable y casi dolorosa, desde los primeros capítulos.

Finalmente, El hombre de la situación (1861) es una novela salpicada de humor mordaz, elaborada con una extraordinaria economía de medios, animada por un ritmo trepidante y una ironía inquebrantable, donde Manuel Payno se nos revela como un narrador de primer orden que logra hacer reír al lector relatándole las contrariedades de sus héroes, aunque éste a menudo se ría con un nudo en la garganta.