
La Universidad Veracruzana ante la contingencia
sanitaria
Raúl Arias Lovillo
Sin alarmismos, eso sí, siempre alertas,
hemos estado ante la aparición y evolución de
la Influenza Humana, ocasionada por el virus AH1N1.
En franca y expedida coordinación con las autoridades
del gobierno estatal y federal para dar seguimiento a las
instrucciones y recomendaciones emitidas por estas instancias,
la Universidad Veracruzana está al tanto del proceso
epidemiológico y está preparada para las eventualidades
que puedan surgir.
Se trata, como todos sabemos, de una situación de excepción
frente a la cual hay que actuar con cautela. Estudios previos
de los especialistas preveían un escenario peor que
el enfrentado hasta hoy. Por fortuna, la evolución
del ataque viral no fue de la magnitud que se llegó
a pensar. Se habló de escenarios pesimistas que suponían
atender a un 25 por ciento de los mexicanos a causa de la
enfermedad. Estamos lejos de ello, repito, afortunadamente.
Incluso, hay señales de que empieza a ceder la contingencia,
lo cual habla de una labor satisfactoria de parte de las autoridades
de salud estatal y federal. Con ello irán remitiendo
también las perversas intenciones de algunos de estigmatizar
a Veracruz, con claros objetivos políticos, como un
“foco infeccioso” y algo más. A estos políticos
no les importan los efectos de sus calumnias, ni que su inquina
perjudique a la economía y a la sociedad veracruzana.
Es aquí donde personas irresponsables hacen de la política
algo inmoral.
Pero también de esto hay que tomar lecciones. No hay
que confiarnos ante una situación como la otra. Ni
confiarnos en que el virus está cediendo porque ya
se sabe que el rebote puede ser peor. No dejemos de seguir
las instrucciones que todos conocemos. Estamos venciendo al
virus y no hay que dejarlo que se expanda.
Lo otro, simplemente dejemos que hablen los hechos. Veracruz
ha actuado con responsabilidad, discreción y eficiencia.
Sus instituciones de salud y las educativas han cumplido con
sus tareas de manera formidable, y en el caso de la Universidad
Veracruzana, hemos actuado, solidariamente, en lo que está
a nuestro alcance para contribuir con la sociedad y con el
gobierno en esta emergencia.
Hemos establecido canales institucionales para proporcionar
información oportuna y veraz a toda la comunidad universitaria.
Asumiendo nuestra condición de institución pública
generadora de conocimiento para su distribución social,
nos sumamos las estrategias y acciones que las autoridades
competentes han llevado a cabo para enfrentar la actual crisis
de salud.
Hemos puesto a disposición de la comunidad universitaria
y la sociedad en general a sus profesores e investigadores
del área de ciencias de la salud, tales como el Instituto
de Salud Pública y personal de las facultades de Enfermería
y Medicina, para crear con los Consejos Coordinados de Salud,
Seguridad y Protección Civil un frente común
con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto
de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), el Ejército y la Armada de México.
Llamado y compromiso social con el futuro A
los estudiantes, docentes, investigadores, empleados, a todos
los universitarios, les reitero que la UV se sabe consciente
de que es una institución responsable de la seguridad
y la salud de su comunidad universitaria.
Los convoco a que sigamos manteniendo toda nuestra atención
en la evolución de la enfermedad; a que sigamos atendiendo
estrictamente las medidas dictadas por las autoridades sanitarias;
a que mantengamos la calma y la serenidad que hemos demostrado
hasta hoy y, sobre todo, prepararnos ya para el futuro.
Así es: nuestra obligación como institución
pública de educación superior, es prever circunstancias
como las que estamos enfrentando. Reconozcamos que este es
un problema que nos compete directamente. No se trata de exculparnos
ni de culpar a nadie; pero si el Estado mexicano hubiera invertido
más en investigación, el problema no se hubiera
presentado con esta magnitud ni hubiera ocasionado la situación
de excepción que, como se advierte, está ocasionando
pérdidas humanas y materiales lamentables.
En la actualidad, en el mundo hay tres principales problemas
biológicos latentes que podrían generar un tipo
de emergencia similar al actual: los virus –como el
AH1N1 o el de Inmunodeficiencia Humana–, las bacterias
y las sustancias neurotóxicas.
Es así como ha surgido la iniciativa de uno de nuestros
cuerpos académicos, el de Neurociencias: crear un Centro
de Virología, Bacteriología y Neuroquímica
que, junto con otras instituciones similares y destacados
investigadores y especialistas del país y el extrajero,
estudie cómo enfrentar contingencias biológicas
como la del virus de la influenza. Esta propuesta encaja totalmente
en la obligación de las universidades públicas
de orientar claramente sus inversiones académicas y
de proyectos de investigación de frontera.
En la UV tenemos una gran experiencia académica. Es
hora de aprovecharla para construir esa infraestructura y
hacer todo lo que esté de nuestra parte para luchar,
junto con otras instituciones, a que situaciones como ésta,
no vuelvan a repetirse.
Además, es obligación moral de la Universidad
Veracruzana que todos los conocimientos y experiencias adquiridas
durante el trabajo realizado al interior de nuestra institución
se pongan al servicio de la comunidad. En ese sentido es primordial
la creación de un centro de esta naturaleza, misma
que tendría todo mi apoyo como Rector.
Así asumimos nuestro compromiso social con el futuro
de Veracruz.

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