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Departamento de Prensa
Año 9 / No. 355 / Mayo 18 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Del 22 al 31 de mayo

Festival de la Lectura:
por una nueva generación
de lectores

Edgar Onofre

Del 22 al 31 de mayo, la Universidad Veracruzana (UV) realizará su primer Festival de la Lectura con el estricto propósito de promover una de las más importantes colecciones editoriales del ámbito universitario de nuestro país: la Biblioteca del Universitario, seleccionada y dirigida por Sergio Pitol.

De acuerdo con el escritor Agustín Del Moral, encargado de la casa editorial de la UV, esta nueva colección de la UV se inscribe por derecho propio en la gran tradición literaria que desde la década de los 50 ha caracterizado y prestigiado a esta casa de estudios.

“Se trata de una colección dirigida por Sergio Pitol, paradigma del literato en su más amplia y rica acepción. Se trata de una colección de clásicos de la literatura y de otras disciplinas humanas que busca tender un puente firme y duradero entre sus potenciales lectores y la lectura como una actividad placentera y humanizadora. Y se trata, finalmente, de una colección destinada, en primera instancia, a los estudiantes de esta casa de estudios, en particular a los estudiantes de nuevo ingreso”, dijo al respecto.

A la altura de la Época de Oro
Como es sabido, la UV ha desplegado en los años más recientes una importante política de formación de lectores, de promoción de la lectura y, en general, una política editorial ambiciosa para colocarse a la altura de la que es conocida como la Época de Oro de la Editorial universitaria.

Esta época comenzó el 20 de febrero de 1957, cuando Gonzalo Aguirre Beltrán, a la sazón rector de la Universidad, nombró al escritor veracruzano Sergio Galindo director del Departamento Editorial de esta casa de estudios. Empezó así la historia de una de las editoriales más importantes de nuestro país, en cuyas ediciones, lo mismo en su emblemática revista La Palabra y el Hombre que en su afamada colección Ficción, aparecerían paulatinamente nombres de autores –jóvenes y no tanto– un tanto desconocidos para la época:
José Gaos, Augusto Monterroso, José Goytiosolo, Alfonso Reyes, Salvador Novo, José De la Colina y José Emilio Pacheco publicaron en La Palabra..; Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez, José Revueltas, Rosario Castellanos, Sergio Pitol, Juan Carlos Onetti y Dylan Thomas aparecieron en la colección Ficción. También en esta colección se conocieron a autores polacos como Kazimier Brandys, Jaroslaw Iwaszkiewicz, Jerzy Andrzejewski y Ryszard Kapucinski. Y también en la UV publicaron –muchos de ellos por primera vez– Juan Vicente Melo, Emilio Carballido, Vicente Leñero, Elena Poniatowska, Octavio Paz, Tomás Segovia, Jorge Ibargüengoitia.

Durante los 52 años siguientes, de la mano de personajes de la literatura tan prestigiados como Sergio Pitol, Luis Arturo Ramos, José Luis Rivas o Agustín Del Moral, la Universidad Veracruzana ha continuado con la línea editorial que Galindo imprimió en aquellas épocas. Su prestigio como casa editora es de sobra reconocido en los ámbitos universitarios y literarios tanto en México como en el extranjero.

La defensa del libro en la UV
En medio de una época marcada por la vocación de transformación, la Universidad Veracruzana también emprendió una lucha más, acaso una de las más trascendentes en la universidad pública mexicana y los tiempos que corren: la defensa del libro.

Para el rector de esta casa de estudios, Raúl Arias Lovillo, “aun con la revolución tecnológica en curso y con los evidentes avances de la cultura audiovisual, (el libro) sigue siendo el soporte principal de las ideas y de la creatividad y constituye un bien esencial, simultáneamente archivo y vehículo de información, de conocimiento y de percepción sensible e intelectual”.

De sobra se conocen los argumentos que descalifican la cruzada por el libro: que está condenada a fracasar sin remedio, que no se puede enseñar a amar un libro, del mismo modo como no se puede enseñar a amar; que millones de personas se la arreglan perfectamente sin el arte de la lectura y de la escritura.

Sin embargo, el rector Arias Lovillo considera que la “crisis del libro y de la literatura” no es algo nuevo; es un tema que viene machacándose desde hace décadas y que, realmente, genera aburrimiento. “Y en lo que respecta a mejorar y ampliar el acceso al libro para toda la población, no puede decirse que los esfuerzos hayan sido siempre inútiles.
Mencionemos el caso de José Vasconcelos, quien, como todos sabemos, transformó radicalmente la faz de nuestras instituciones culturales, advirtiendo (y poniendo manos a la obra) que la falta de libertad del pueblo no sólo se debe a su sojuzgamiento político o a su estrechez económica, sino también a su ignorancia”.

De acuerdo con el Rector, esa premisa humanista es el fundamento de la Biblioteca del Universitario: “Nuestra apuesta es sencilla: ofrecer a los estudiantes de la UV contenidos de alto valor cultural, y crear un acervo literario, filosófico y estético de carácter universal. Esta colección ilustra, a mi juicio, que la edición universitaria seguirá proliferando en la medida en que sea voluntariosa, privilegie la calidad y la coherencia, avance con un plan bien definido y dialogue sin descanso con el lector. Frente al excesivo mercantilismo que azota al gran mundo editorial, donde todo parece regirse por códigos que poco tienen que ver con elecciones estéticas, está la felicidad de publicar buenos libros”.

Significativo, que una universidad pública fuera del DF asuma la defensa del libro: Del Moral
Respecto de la defensa del libro asumida por la UV, el escritor Agustín Del Moral Tejeda dijo: “Me resulta sumamente significativo que una universidad pública del interior del país salga en defensa del libro y, sobre todo, que lo haga por medio de una labor editorial tan rica y diversa como lo es la de esta casa de estudios y a través de actividades como la Feria Internacional del Libro Universitario y, ahora, del Festival de la Lectura”.

Para el también editor y traductor, “el libro está asociado a lo que de mejor y más elevado hay en el ser humano. Si tuviéramos que resumir en un solo objeto todo el trayecto civilizatorio que ha recorrido el ser humano hasta llegar a ser lo que hoy es, no estaríamos errados si lo cifráramos en el libro. El libro es la mejor carta de presentación que el ser humano puede ofrecer como prueba de su humanización”.

Pero, añadió, “el libro tiene, además, un valor real tangible y palpable. Hoy por hoy, como acertadamente señala, es el vehículo fundamental del conocimiento. La llamada “cultura escrita” ha encontrado en el libro su asiento, su inmejorable correa de transmisión y su mejor expresión. Una y otro han avanzado alimentándose y retroalimentándose, estableciendo una relación simbiótica ejemplar y fecunda y, sobre todo, marcándole al ser humano un derrotero y un destino. También desde esta perspectiva, el libro aparece íntimamente ligado al ser humano y a su devenir”.

Leer es una permanente construcción y rectificación de nosotros mismos: Pitol
Además de un prólogo especializado, cada uno de los 30 títulos de la Biblioteca del Universitario cuenta con la presentación por escrito de la colección cortesía de la pluma del Premio Cervantes 2005: el imprescindible escritor veracruzano Sergio Pitol.

En la presentación, Pitol se refiere al placer y el privilegio de leer de la siguiente manera: “Leer es uno de los mayores placeres, uno de los grandes dones que nos ha permitido el mundo, no sólo como una distracción, sino también como una permanente construcción y rectificación de nosotros mismos.

”Reitero la invitación, casi la exhortación, de mantenerse en los libros, gozar del placer del texto, acumular enseñanzas, trazar una red combinatoria que dé unidad a sus emociones y conocimientos. En fin, el libro es un camino de salvación. Una sociedad que no lee es una sociedad sorda, ciega y muda”.

Además, el escritor añade en su presentación que a través de la novela, el campo literario que ha cultivado, por la novela, “podemos vislumbrar muchos, muchísimos fragmentos del mundo, los que queramos, no sólo las situaciones histórico-sociológicas en un país y una época determinados, sino además las modulaciones del lenguaje, y el acercamiento a las artes plásticas, a la arquitectura, a la música, a los usos y costumbres, al imaginario de ese espacio y ese tiempo que elegimos.

También la presentación de la colección, Pitol se refiere a la literatura como un ejercicio de libertad: “La palabra libro está muy cercana a la palabra libre. No sé si ambos vocablos vienen del latín liber (libro), pero lo cierto es que se complementan perfectamente; el libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres. Libres de la ignorancia y de la ignominia, libres también de los demonios, de los tiranos, de fiebres milenaristas y turbios legionarios, del oprobio, de la trivialidad, de la pequeñez.

”Si el hombre no hubiese creado la escritura no habríamos salido de las cavernas. A través del libro conocemos todo lo que está en nuestro pasado. Por los libros hemos conocido el pensamiento sánscrito, chino, griego, árabe, el de todos los siglos y todas las naciones. La Biblioteca del Universitario creada por la Universidad Veracruzana le abre al estudiante las puertas del conocimiento del mundo y también a sí mismo”.