Alfredo Zavaleta y Alberto Olvera,
investigadores de la UV |
Para mejorar la convivencia
urbana y frenar la inseguridad
Propone UV “mediadores”
entre gobierno y ciudadanos
Profesionales sin filiación
partidista y con
habilidades para la concertación, el perfil
Edith Escalón
La creación de nuevas figuras públicas,
actores de la sociedad civil que sin filiación
política actúen como mediadores entre
el gobierno y los gobernados, es una de las alternativas
que para mejorar la convivencia en los espacios públicos
urbanos, según propuso el sociólogo Alfredo
Zavaleta, investigador de la Universidad Veracruzana
(UV). |
“Es una alternativa para promover la participación
ciudadana en el debate de los problemas colectivos”,
comentó durante su participación en el seminario
La incivilidad, la inseguridad, la reforma policíaca
y la participación ciudadana en México, que
inició este miércoles en el Instituto de Investigaciones
Histórico Sociales (IIHS) de la UV.
Aseguró que la desconfianza mutua entre autoridades
y ciudadanos vuelve indispensable la creación de mediadores
que pongan a discutir a las partes sobre problemas muy concretos
de las escuelas, parques, canchas deportivas, plazas comerciales
y espacios públicos donde se generan los conflictos
urbanos.
Los “guardianes urbanos”, dijo, deben ser profesionales
en Psicología, Trabajo Social, Antropología,
Sociología u otras áreas afines, capaces de
facilitar la solución de los problemas que enfrentan
las personas día a día en los espacios públicos,
hábiles para la concertación y para hacer respetar
las reglas de convivencia.
Para remunerar su trabajo, podrían ser contratados
por el gobierno con becas de los sistemas de empleo, convertirse
en una modalidad de las brigadas en Servicio Social de la
UV o financiarse con mecanismos semejantes al Impuesto a la
Nómina: “Lo más importante es que tenemos
recursos humanos con esas competencias y habilidades”,
afirmó.
De acuerdo con el académico, quien ha estudiado la
operación de figuras similares en países como
Argentina, Uruguay y Francia, es indispensable que esos actores
no tengan participación en ningún partido político
u organización civil, que rindan cuentas a los ciudadanos,
además de llevar una bitácora bajo un principio
laboral a quienes los contraten desde el gobierno local o
estatal.
Lo principal, advirtió, es que no alimenten el clientelismo
político electoral, sino que estén pensando
en la solución de los problemas de la gente en la vida
diaria. “Sólo así podemos pensar en una
mejor convivencia en lugar de preocuparnos por la intolerancia
que resulta cada vez más peligrosa; ya hemos visto
que incidentes tan insignificantes como un intercambio de
insultos pueden convertirse en una tragedia”.
Además, los intermediarios tendrían que reclutarse
a partir de convocatorias abiertas y públicas, y establecer
mecanismos de revocación del contrato en caso de que
no demuestren autonomía, eficiencia u honorabilidad
en sus funciones, afirmó en la conferencia que fue
moderada por Alberto Olvera, también investigador del
IIHS.
Esta propuesta es resultado de un análisis comparativo
del comportamiento urbano y su regulación en espacios
públicos, así como su relación con la
violencia, la comisión de nuevos delitos y la inseguridad,
realizada por el sociólogo, miembro del Sistema Nacional
de Investigadores, desde este instituto de investigación
de la UV.
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