Estudiantes abarrotaron presentación
de Mario Muñoz
Susana Castillo Lagos
Las butacas del Salón Azul de la Unidad
de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV) no fueron
suficientes para las decenas de personas que asistieron a
la presentación de la Antología del Cuento Mexicano
de la segunda mitad del siglo XX, compilada y prologada por
Mario Muñoz.
Doctor Honoris Causa por la UV, Muñoz celebró
la convocatoria que tuvo el evento: “Bien dicen que
los mejores amigos se conocen en la cárcel y en la
presentación de un libro”, dijo tras donar cinco
ejemplares de la antología, que fueron sorteados entre
los asistentes.
Muñoz dijo también que las presentaciones de
los 30 títulos de la Biblioteca del Universitario (BU),
enmarcadas en el Festival de la Lectura, acercan a los lectores
al trabajo que “hay detrás del telón al
momento de hacer un libro”.
Por su parte, Humberto Espino, estudiante de la Facultad de
Artes de la UV, acompañó al Director de La Palabra
y el Hombre para hablar sobre el proceso creativo de la portada.
Explicó que el dibujo original fue plasmado con tinta
china en papel con trazos espontáneos y líneas
primitivas.
Para él, los 21 autores de los cuentos compilados son
“inyectores de imágenes”. Su ilustración
se inspiró en la idea de los libros como objetos maravillosos
que se acuestan unos encima de otros. “Los libros hacen
de la palabra una espada contra el vacío del hombre”,
expresó para concluir su participación.
La glosa de la obra corrió a cargo de Maricruz Gómez,
Alejandra Méndez y Paulet Ortiz, alumnas de la Facultad
de Letras Españolas, quienes hablaron sobre el libro
como una síntesis de la línea que siguió
el cuento durante la mitad del siglo XX, y sobre la carga
emotiva que cada historia tiene pues en ella, a querer o no,
el autor revela la parte de su vida que empeñó
en crearla.
Aseguraron que este título, el 29 de la BU, permite
conocer y reflexionar sobre el arte de leer ya que al ser
más de 20 cuentistas, reúne diversos estilos
y temáticas, con escenarios que van desde el ámbito
rural hasta la urbe metropolitana.
Tras estos comentarios, Mario Muñoz explicó
que a pesar de no ser un ejemplar voluminoso (267 páginas),
el proceso para lograr la edición final le llevó
al menos tres años. “Cuando se hace una antología
no se puede improvisar. Es importante saber a qué público
va dirigida. En el caso de la Biblioteca del Universitario,
el público es heterogéneo y los lectores pueden
o no ser universitarios, por ello no incluí textos
que fueran complicados, sino cuentos accesibles para cualquier
lector”.
Muñoz mencionó el problema que, en algunos casos,
significó la cesión de derechos de autor por
parte de los escritores, representantes, viudas o herederos,
pues en algunos casos lo que cobraban tres o cuatro de ellos
representaba el costo general del libro.
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