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Año 9 / No. 357 / Junio 1 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Aseguró académico de Biología UV en el Festival de la Lectura

La selección natural no es moral ni ética

Es un proceso de adaptación de las especies para sobrevivir; no se puede esperar que dé como resultado armonía y balance en la naturaleza o perfección de una especie determinada, dijo

Juan Carlos Plata

El proceso de selección natural no es moral ni ético, por lo que no se puede esperar que dé como resultado armonía y balance en la naturaleza, pues es un mecanismo que busca únicamente la supervivencia, sostuvo Jorge Benítez Rodríguez, académico de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), durante su conferencia “La selección natural”, llevada a cabo como parte de los festejos del 150 aniversario de la publicación de El origen de las especies, del naturalista inglés Charles Darwin.



Jorge Benítez Rodríguez

“La selección natural es el mecanismo que explica la evolución de todas las formas vivas del planeta propuesta por Charles Darwin, y cuya prueba más fehaciente es la diversidad de formas y conductas de los seres vivos que hoy vemos en el mundo”, dijo.

Durante su conferencia enmarcada en el Festival de la Lectura que organiza la UV, Benítez Rodríguez explicó que hay tres condiciones para poder hablar de selección natural: que exista variación entre individuos de la misma especie; que esa variación tenga relación con una mayor habilidad para sobrevivir y tener descendencia, y que esta variación tenga una base genética para poder ser heredada, independientemente de efectos ambientales.

“Esta variación (denominada en biología como característica asociada) se hará cada vez más frecuente y la población de la especie se volverá progresivamente más capaz de sobrevivir y reproducirse”.

El académico sostuvo que la selección natural se puede dar de tres maneras: direccional (que favorece algún cambio en la fisiología de la especie); estabilizadora (que favorece la conservación de las características actuales de la especie), y disruptiva (que favorece cambios en la especie que desembocan en la generación de nuevas especies).

“Un ejemplo puede ser una especie de ave que tiene un pico de tamaño regular, pero tiene individuos que tienen pico muy corto y otros con pico muy largo. Si uno de los extremos genera mejores condiciones para obtener alimento o generan mayor atracción para la reproducción, estos individuos serán más capaces de sobrevivir”, aseguró.

Al proceso de adaptación de una especie a ciertas condiciones ambientales se denomina radiación adaptativa, la cual puede surgir en función de la utilización de cierto recurso esencial; explicó que si una especie tiene diferentes maneras de hacerse eficientemente de alimento, puede generar cambios diferenciados en la misma especie.

“La radiación adaptativa es la causante de grandes complejos de especies relacionadas y de que en la actualidad haya tantas especies diferentes”, dijo.

Además, el mecanismo de selección natural no se determina únicamente por lo que sucede dentro de una sola especie, sino que cada especie tiene que competir contra otras diferentes, lo que genera descendientes más fuertes. La competencia entres especies e individuos, genera especialización y diversificación.