Después de 400
años,
Hamlet sigue vigente
Alma Espinosa
La tragedia de William Shakespeare, Hamlet, tiene una
vigencia tal que algunas escenas pueden ser comparadas
y hasta equivalentes con la vida actual, según
notaron estudiantes de diversas facultades que realizaron
una lectura dramática de la obra, en el marco
del Festival de la Lectura de la Universidad Veracruzana
(UV).
Bajo la dirección de Francisco Beverido Duhalt,
los estudiantes encontraron que la obra dramática
escrita hace 400 años podría describir
la actualidad, y justamente ver cómo los jóvenes
descubren esto es muy satisfactorio para un director
de teatro, expresó Beverido. |
Siete estudiantes de diversas
facultades incursionaron en el teatro
en el marco del Festival de la Lectura de la UV
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Al ser entrevistado previo a la presentación realizada
en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa
(MAX), el director aseguró que trabajar con estudiantes
que no son de Teatro sino asiduos lectores, fue muy bueno.
“Les ayudé a descubrir que el texto dice más
cosas de lo que aparenta a primera vista, y que no es igual
leer en silencio de forma individual que en voz alta para
compartir el gusto de la lectura con alguien más”,
expresó.
La decisión de hacer una lectura dramatizada de algunas
escenas y no la escenificación completa, respondió,
dijo, a la complejidad y amplitud de la obra y, principalmente,
a que Hamlet forma parte de los títulos de la Biblioteca
del Universitario y en el marco del festival se quiso promover
su lectura a través de esta actividad teatral.
Respecto de la lectura, abundó: “Es una fuente
de información y más que eso es una fuente de
imaginación, lo que es importante porque ahora nuestra
civilización se basa en la cosa visual y no en el poder
de la palabra para estimular la imaginación. El acercar
a los jóvenes a la lectura me parece fundamental porque
es una manera de ampliar su conocimiento del mundo, de la
actividad humana. Cualquier autor siempre nos va a dejar algo”.
El talento innato, el sentimiento y la emoción de siete
jóvenes en el escenario recrearon la tragedia del príncipe
Hamlet, personificado magníficamente por Manuel Fuentes
Cucurachi, quien es llamado para asistir al funeral de su
padre y se da cuenta que al mismo tiempo acude a los festejos
de la boda de su madre –Paola Villaseñor del
Río– con Claudio –Gustavo A. Vega–,
el hermano de su padre fallecido y quien ascenderá
al trono de Dinamarca.
A pesar de que desde el inicio surge la sospecha de adulterio,
traición, asesinato e incesto, nadie tiene pruebas
contra Claudio; el único indicio es la aparición
de un fantasma poco confiable. A Hamlet lo acompañan
los cortesanos Rosencrantz y Guildestern, representados por
Rodrigo Triana del Río, junto con Gerardo Villaseñor
del Río, en el papel de Horacio, amigo del príncipe.
Aunque sin tener mayor escenografía que siete atriles,
la genialidad de la inventiva de los estudiantes animó
la lectura de un drama. En ello ayudó la genialidad
que les dieron Mariana Aguirre Chiñas y Ángel
Rodríguez Equihua a sus personajes Ofelia y Polonio,
respectivamente.
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