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Año 9 / No. 357 / Junio 1 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Después de 400 años,
Hamlet sigue vigente

Alma Espinosa

La tragedia de William Shakespeare, Hamlet, tiene una vigencia tal que algunas escenas pueden ser comparadas y hasta equivalentes con la vida actual, según notaron estudiantes de diversas facultades que realizaron una lectura dramática de la obra, en el marco del Festival de la Lectura de la Universidad Veracruzana (UV).

Bajo la dirección de Francisco Beverido Duhalt, los estudiantes encontraron que la obra dramática escrita hace 400 años podría describir la actualidad, y justamente ver cómo los jóvenes descubren esto es muy satisfactorio para un director de teatro, expresó Beverido.



Siete estudiantes de diversas facultades incursionaron en el teatro
en el marco del Festival de la Lectura de la UV

Al ser entrevistado previo a la presentación realizada en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), el director aseguró que trabajar con estudiantes que no son de Teatro sino asiduos lectores, fue muy bueno.

“Les ayudé a descubrir que el texto dice más cosas de lo que aparenta a primera vista, y que no es igual leer en silencio de forma individual que en voz alta para compartir el gusto de la lectura con alguien más”, expresó.

La decisión de hacer una lectura dramatizada de algunas escenas y no la escenificación completa, respondió, dijo, a la complejidad y amplitud de la obra y, principalmente, a que Hamlet forma parte de los títulos de la Biblioteca del Universitario y en el marco del festival se quiso promover su lectura a través de esta actividad teatral.

Respecto de la lectura, abundó: “Es una fuente de información y más que eso es una fuente de imaginación, lo que es importante porque ahora nuestra civilización se basa en la cosa visual y no en el poder de la palabra para estimular la imaginación. El acercar a los jóvenes a la lectura me parece fundamental porque es una manera de ampliar su conocimiento del mundo, de la actividad humana. Cualquier autor siempre nos va a dejar algo”.

El talento innato, el sentimiento y la emoción de siete jóvenes en el escenario recrearon la tragedia del príncipe Hamlet, personificado magníficamente por Manuel Fuentes Cucurachi, quien es llamado para asistir al funeral de su padre y se da cuenta que al mismo tiempo acude a los festejos de la boda de su madre –Paola Villaseñor del Río– con Claudio –Gustavo A. Vega–, el hermano de su padre fallecido y quien ascenderá al trono de Dinamarca.

A pesar de que desde el inicio surge la sospecha de adulterio, traición, asesinato e incesto, nadie tiene pruebas contra Claudio; el único indicio es la aparición de un fantasma poco confiable. A Hamlet lo acompañan los cortesanos Rosencrantz y Guildestern, representados por Rodrigo Triana del Río, junto con Gerardo Villaseñor del Río, en el papel de Horacio, amigo del príncipe.

Aunque sin tener mayor escenografía que siete atriles, la genialidad de la inventiva de los estudiantes animó la lectura de un drama. En ello ayudó la genialidad que les dieron Mariana Aguirre Chiñas y Ángel Rodríguez Equihua a sus personajes Ofelia y Polonio, respectivamente.