Papá Goriot, una ventana al
mundo burgués del siglo XIX
La lectura es un juego del gusto y todos
podemos jugar,
la única regla es que te guste, destacó José
Luis Martínez Morales
David Sandoval
La lectura de Papá Goriot de Honoré de Balzac
–uno de los primeros 30 títulos de la Biblioteca
del Universitario (BU)– permitió a estudiantes
de la carrera Educación Musical de la Universidad Veracruzana
(UV) conocer la forma en que se comportaba la sociedad francesa
del siglo XIX, así lo manifestaron al comentar la obra
en el auditorio de la Facultad de Música, como parte
de las actividades del Festival de la Lectura.
Para comentar sus impresiones sobre la novela, las estudiantes
Isis González Betancourt y Delsa Castro Córdoba
estuvieron acompañadas por la ilustradora del libro,
María Gómez Tolentino, y José Luis Martínez
Morales, académico de la Facultad de Letras, quien
redactó el prólogo para esta edición.
Isis González comentó que la lectura le permitió
conocer cómo eran las costumbres de Francia en el siglo
XIX y le sorprendió la marcada diferencia que establecía
la burguesía con las clases sociales bajas y las normas
bajo las cuales
se regían.
Es ahí donde los personajes de Papá Goriot y
sus hijas permiten conocer las costumbres, no obstante, comentó
la universitaria, “en la burguesía todo es falso
y fingido; las hijas de Goriot, a pesar de ser ricas, no son
felices en la burguesía”.
Lo mejor de la lectura es la posibilidad de ofrecer múltiples
posibilidades y ninguna es correcta o incorrecta, además
de que te permite conocer lugares y épocas distintas;
una de las frases de Papá Goriot que recordó
fue: “El hombre superior se adapta a las contingencias
y las circunstancias para ser el que las guía”,
opinó Delsa Castro.
En este sentido, mencionó que uno de sus hábitos
es copiar las frases que le gustan y que le aportan algo de
la lectura y en este caso es el personaje del joven Eugenio
quien dice: “Había visto de frente esas situaciones
de la sociedad: la obediencia, la lucha y la rebeldía;
la familia, el mundo… y no me atrevía a tomar
partido, la violencia era fastidiosa, la rebeldía imposible
y la lucha incierta”; posteriormente la universitaria
señaló: “Creo que ésta es una de
las decisiones que nosotros como jóvenes tenemos que
tomar”.
Cada obra se presenta para ser interpretada, y en el caso
de los denominados clásicos de la literatura ocurre
igual, cada persona tendrá una interpretación
distinta e incluso una persona puede tener muchas interpretaciones
de la misma obra si es leída en diferentes momentos
de su vida, comentó José Luis Martínez.
Al final de cuentas la lectura es un juego del gusto y todos
podemos jugar, la única regla es que te guste, manifestó
el autor del prólogo, quien también señaló
que la carencia de este gusto por la lectura se deba probablemente
a que desde la educación se nos impone leer y hacerlo
como una obligación produce un país donde los
lectores son escasos.
En relación con la temática de la obra, Martínez
Morales apuntó que existe una cierta semejanza entre
el evangelio cuando se refiere a la vida de Jesús comparado
con la paternidad crucificada que plantea la novela y añadió
que podría hacerse un estudio sobre las relaciones
de Papá Goriot con el evangelio.
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