
Una muestra de 60
piezas de cerámica
Rebeca Madrigal exhibe su
Cuerpo, mente y espíritu
En Xalapa, Rebeca Madrigal es la única
en
trabajar la cerámica a baja temperatura
Alma Espinosa
El Jardín de las Esculturas es el sitio donde
está expuesta Cuerpo, mente y espíritu,
una muestra de 60 piezas de cerámica de Rebeca
Madrigal Barragán, de la Facultad de Artes Plásticas
de la Universidad Veracruzana (UV).
La ceramista expondrá hasta el 19 de agosto 60
piezas de diversos formatos elaboradas con técnicas
mesoamericanas, aprendidas, principalmente, de indígenas
de la zona de Papantla. El valor adicional lo aporta
el cocimiento a baja temperatura, lo que la convierte
en la única ceramista en Xalapa en utilizar este
método.
La armonía de la artista es la esencia de cada
pieza y por eso quiere compartirla con un amplio público,
pues considera que uno es, a nivel triangular (cuerpo,
mente y espíritu), la suma o consecuencia de
lo que se maneja en pensamientos y sentimientos, y lo
mismo sucede en el arte. |
La exposición constará
de 60 piezas de cerámica |
“Toda la tragedia, enfermedad o agresión en
el mundo externo es la suma total y consecuencia del manejo
interior de nuestros pensamientos y sentimientos. Uno enseña
lo que uno es; por lo tanto, cada obra hecha ya tiene su lugar,
es para alguien a quien le hace falta. Esta obra está
hecha con amor hacia nosotros mismos, hacia ustedes y el mundo”,
según la referencia de la exposición.
Rebeca Madrigal Barragán,
de la Facultad de Artes Plásticas |
En entrevista, la académica dio a
conocer que el trabajo reunido está conformado
por piezas realizadas desde el 2000 a la fecha. Las piezas
fueron realizadas en torno, cuerda y con terminados con
esmaltes o rústicas quemadas con leña.
Al cuestionarle el porqué trabaja con cerámica,
Rebeca Madrigal explicó que desde los 17 años
–cuando ingresó a estudiar en la UV–
supo que el barro era su mejor medio de expresión.
Dijo que este material es muy honesto y no le puedes mentir.
Refleja los estados de ánimo, lo cual le permite
conocer cómo están sus alumnos.
“El barro es un transmisor de estados anímicos.
La gente que es muy nerviosa deja los bordes filosos y
cortantes, hacen piezas muy agresivas; en cambio, la gente
que es más tranquila y tiene más armonía
hace piezas curvas, suaves, con filos depurados e incluso
las piezas te invitan a tocarlas”, expresó.
La artista agregó: “Cada pieza es un reflejo
mío, está llena de emociones, sentimientos
y pensamientos. Siempre he pensado que el arte debe estar
en función de algo y para mí el arte está
para equilibrarme y compartirme; por lo tanto, cada pieza
está destinada para ser de alguien, ya tiene su
lugar y es muy raro que yo me quede con una pieza“.
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La invitación para conocer la obra de Rebeca Madrigal
está abierta a todo el público. Permanecerá
hasta el 19 de agosto en el Jardín de las Esculturas,
sito Murillo Vidal sin número, en la capital veracruzana.
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